Cuatro.

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Jeonghan realmente quería matar a alguien.

¿Por que le estaba pasando eso?

¿Como había olvidado que cada tres meses se ponía en celo?

Porque si, esa mañana, el pelinegro se levanto en celo.

No podía trabajar en esas condiciones, Jisoo se daría cuenta si estaba cerca de él, por lo tanto no había salido de su habitación desde que despertó, o sea, desde hacia unos cuarenta minutos.

El dolor físico y mental que estaba sintiendo en esos momentos no se comparaba a ningún otro.

— ¿Jeonghan? — Oyó que alguien lo llamaba.

Era Jisoo.

— Quiero que me traigas el desayuno a la cama, ¿Por que sigues ahí dentro? Voy a pasar.

— ¡NO! — Exclamó más fuerte de lo que hubiera querido.

— ¿Que te pasa?

— M-Me siento mal, creo que estoy enfermo, ¡Podria ser contagioso! ¡No pase! — Mintió, aunque no era mentira que se sentía mal.

— Oh, ya veo... Pero no puedes quedarte ahí todo el día, ¿Quieres que llame a un médico? Conozco a uno muy bueno.

— ¡No hace falta, en serio, señor!

— Bueno... Puedo darte el día libre si así lo deseas.

¿Día libre?

¿Habia oído bien?

Desde que trabajaba ahí Hong nunca le había dado un solo día libre.

No sabia porque, pero desde que lo encontró borracho en el pasillo y Jeonghan se tomo la molestia de ponerle el pijama y acostarlo, que el alfa estaba más amable con él.

— Gracias señor. — Le dijo el pelinegro.

— Si necesitas algo, no dudes en llamarme.

En esos momentos Jeonghan estaría necesitando que el dolor desapareciera.

— Si, señor.









(...)













Realmente ya no podía aguantar el dolor.

Se encontraba recostado en la cama, retorciéndose.

Jisoo había ido un par de veces, sin ingresar a la habitacion, para verificar que el pelinegro se encontrará bien.

Él le decía que estaba bien, aún cuando era mentira.

Del otro lado, el alfa de hecho sabia muy bien lo que estaba pasando.

Podía sentir que Jeonghan estaba en celo.

Por alguna razón, desde que Jeonghan lo habia cuidado esa vez que se emborracho, sentía que debía tratarlo mas amablemente y más en un momento como ese en el que el omega definitivamente no la estaba pasando bien.

Pero sabia que solo había una forma de poder aliviar el dolor que seguramente estaba sintiendo el pelinegro en esos momentos.

— ¿Qué debería hacer? ¿Dejarlo que se aguante el dolor o...? — Se cuestionaba el mismo en voz alta.

Jeonghan es un omega atractivo y las feromonas que estaba despidiendo eran extremadamente atrayentes.

Y además sus padres seguían de viaje de negocios, por lo que la casa estaría sola para ellos dos, exceptuando claro, la servidumbre.

Omega. ➳ Jihan.Where stories live. Discover now