Omega. ➳ Jihan.

Veintiuno.

Jeonghan despertó adolorido, mucho, a decir verdad, en su cuello.

Estiró su mano para tocarse ahí, pero de pronto los recuerdos de lo sucedido la noche anterior le vinieron a la mente.

Jisoo lo había marcado.

Sonrió y se dio vuelta para ver al chico que se encontraba acostado a su lado y comenzó a observarlo detenidamente mientras aún dormía.

— Deja de mirarme tanto. — Le reclamó el alfa con los ojos cerrados.

Jeonghan se sonrojo.

— Lo siento. — Se disculpó mientras se daba vuelta. — ¡Ay! — Exclamó el pelinegro quejándose.

— ¿Que sucede? — Cuestiono Jisoo acercándose a él.

— Oh, nada... Es sólo que me duele un poco la marca, es todo. — Respondió Jeonghan dándole una sonrisa tranquilizadora.

— Ya veo, deberías tener un poco de cuidado, al menos durante estos días.

— Lo sé.

Guardaron silencio durante un par de segundos, hasta que el omega sintió algo.

— O-Oye. — Lo llamó a Jisoo. — El bebé se mueve. — Murmuró sonriendo mientras ubicaba su mirada en su vientre. — ¡Se esta moviendo! — Dijo con felicidad.

— ¿C-Cómo dices? ¿En serio? — Pregunto el alfa asombrado.

— ¡Sí! Sientelo tu también. — Jeonghan tomó la mamo de Jisoo y la apoyo en su estómago, ya bastante grande, a decir verdad.

No pasaron ni diez segundos desde que el alfa había apoyado su mano, que el bebé comenzó a moverse.

— Sabe que eres tú. — Susurró el pelinegro casi al borde de las lágrimas.

Jisoo podía sentir la emoción de Jeonghan.

Y él por supuesto que también se encontraba emocionado.

— Wow, se esta moviendo mucho. — Comento riendo.

— Tienes razón, se mueve demasiado, no sé que hace ahí dentro, pareciera que no sólo hubiera un bebé. — Dijo Jeonghan riendo. — A veces no me deja dormir, es un poco estresante.

— ¿Cuando tienes que hacerte otra ecografía? — Le preguntó.

— De hecho, hoy tengo que ir... ¿Crees que podrías ir conmigo o estas ocupado con el trabajo? — Le preguntó, algo desesperanzado.

Jisoo nunca había ido con Jeonghan a ninguna cita con el médico y por lo tanto, de hecho nunca había visto a su bebé.

— Iré contigo, quiero conocer a mi bebé. — Afirmó acercándose a su rostro, sellando sus labios con un beso.

— ¿En serio? — Cuestionó separándose de él.

— Por supuesto que es en serio, ya es hora, ¿No es así? Ni siquiera se exactamente cuantos meses llevas de embarazo.

— Llevo cuatro meses. — Informó.

— Como vuela el tiempo, ¿No es así?

— Si, bastante...

Luego de unas horas, ambos se levantaron de la cama y se encontraban preparándose para ir al doctor.

Jeonghan salio de la habitación, ya cambiado, aunque aún algo dolorido por la marca.

— ¡Jeonghannie! — Exclamó alguien tomándolo por detras de los hombros.

El pelinegro se dio vuelta y se encontró con su amigo.