Little Bieber «JB» (Terminada)

«88»

Recuerdos.

Terminé de alistarme y observé por última vez mi figura en el espejo de mi habitación. Hacía ya tres años y medio que mi relación con Justin había llegado a su fin. Él se había enfocado en su carrera y en salir con chicas de fiesta en fiesta mientras yo, yo simplemente solía salir con mis amigas a algún club nocturno.

—Tus amigas llegaron — mamá murmuró apareciendo por el marco de la puerta — Luces hermosa, cariño.

—Lo sé, mamá — sonreí tomando mi cartera junto mi teléfono.

Corrí hasta la primera planta del edificio en donde una limusina se encontraba en mi espera, un señor no tan viejo abrió la puerta dejando ver a Hailey, Bella, Gigi, Kendall y Kylie sentadas dentro de esta, les sonreí.

—Vaya miren quien se arreglo para el show de esta noche — Kendall sonrió algo coqueta con las demás chicas.

—¿Que dicen? Es lo normal, no creo que me excedí tanto ¿o sí?— pregunté mientras tomaba una copa de champagne.

—No, claro que no — Hailey guiño su ojo — Es simplemente algo que las chicas tenemos, no te preocupes luces completamente caliente.

Me sonroje, terminé de beber mi bebida y una vez llegamos al club baje sintiendo todos los flashes en mi rostro. Kendall tomó mi mano y comenzó a halar de ella, básicamente para que no escuchara ninguna pregunta de los paparazzi pero alcance a oír una.

—¿Vienes a ver el show de Justin Bieber?— y debo admitir que frene en seco, hace tres años y medio que no veía a Justin, siempre que Kendall organizaba una fiesta y asistía él trataba de inventar una excusa para no aparecerme en ella...— ¡Responde!

Kendall tomó con fuerza mi mano y halo de esta haciendo que tropezara con mis tacones pero gracias al cielo no termine haciendo el oso, seguí caminando con Kendall hasta una vez dentro del club me detuve haciendo que ella también se detuviera.

—¡¿Porque coño no me dijeron que Justin Bieber estaría en este maldito club?!— grité debido a que la música estaba alta.

—¡Lo siento!— fué lo primero que menciono, rodé mis ojos en un acto de desesperación y nerviosismo.

—¡Son unas muy malas amiga, Kendall!— la señalé con mi dedo índice mientras negaba —¡Ninguna de ustedes querrá verse con su maldito ex en un club!

—¡Vale, lo entiendo!— sonrió —¡Y no es solo idea mía, ya te darás cuenta!

Asentí suspirando, caminamos hasta la clase VIP en donde se encontraba Kylie con Tyga, Bella con Abel, de resto todas estábamos solas. Tomé un vaso de licor introduciéndolo dentro de mí haciendo que este quedará mi garganta, la canción Work de Rihanna  y Drake sonó por la disco.

Menee mis caderas junto con Kendall y Kylie hasta la pista, en ella comenzamos a bailar haciendo que un círculo nos rodearan y nos observaran, sentí una mirada clavándose en mí, levanté un poco mi rostro y lo observé apoyada en una barra del segundo piso mientras me observaba fijamente, levanté mi dedo del medio en su dirección.

—¡No quiero bailar más!— le grité a Kendall y está asintió, caminé de nuevo hasta donde se encontraban las chicas pero una mano me tomo haciendo que una corriente eléctrica cubriera todo mi cuerpo —¡¿Que diablos te pasa?!

—Así no se saluda unos muy buenos amigos — Justin humedeció sus labios, rodé mis ojos colocando mi mano en su pecho para tratar de alejarme de él.

—¡Suéltame!— grité.

—¿Podemos hablar? Me has estado evitando desde hace casi cuatro años, nunca vas a ninguna fiesta en donde estoy...— intento acariciar mi mejilla pero aparte mi rostro — Diablos nena, te extrañe un montón.

—Justin, simplemente olvida todo — intenté soltarme de su agarre pero me fue imposible.

—Sólo te dejaré ir si me prometes que me darás unos segundos para hablar contigo — asentí.

Caminamos hasta los baños, entramos en el de las mujeres colocándole seguro a este, apoye mi trasero en la encimera mientras Justin se disponía a estar enfrente mío.

—¿Me has superado?— fué lo primero que Justin murmuró haciendo que mi corazón se acelerará.

—No, pero tampoco tengo la idea de regresar contigo — bufé.

—¿Te gusta alguien?

—No.

—Bien... Hannah te extraño como la mierda pero necesito que tú me digas si...

—¡No aguanto más!

Grité , mis manos se dirigieron a su nuca atrayéndolo hacia mi, creo que casi cuatro años fue suficiente en hacerlo sufrir, sus manos apretaron con fuerza mi trasero haciendo que soltara un gemido en medio del beso, con ayuda de sus manos logré sentarme bien en la encimera, Justin apego su cuerpo al mío sintiendo como su miembro se volvía duro y chocaba contra mi feminidad, sus dientes tomaron con fuerza mi labio inferior chupándolo.

—¿Quieres ir a mi departamento?

—A la mierda todos los años que me prometí que no volvería a estar contigo.

Y esa fue la respuesta para que una vez Justin y yo termináramos follando en su apartamento con la luz de la luna, parecía una reconciliación.