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Lamento pincharles su burbuja de felicidad pero... Quedan pocos capítulos.

Me desperté por el ruido que estaba haciendo la mamá de Brendon. Miré la hora para debatirme si dormir de nuevo o si ya quedarme despierto.

El reloj marcaba casi la 1 de la tarde, así que preferí quedarme despierto para ver a Brendon dormir porque me causaba gracia como dormía con la boca abierta. También se veía que estaba babeando un poco, por lo que intente evitar reírme. Eso sí, tuve que sacarle una foto porque a pesar de todo, se veía super tierno.

Pero de un momento a otro, empezó a patalear y dar vueltas por lo que me alejé un poco. Se estaba poniendo rojo y empezó a pedir auxilio en voz alta. Cada vez se estaba alterando más y más, y aunque al principio no quise hacerle peor, me di cuenta que lo mejor iba a ser despertarlo. Por las buenas o por las malas, sin ser tan brusco.

Comencé a zarandearlo mientras lo llamaba y por suerte se despertó de un golpe, tomando una gran cantidad de aire.

Miró a su alrededor y para tirarse a la cama de nuevo, con su respiración agitada. Suspiró aliviado mientras tomaba mi mano al darse cuenta de que solamente estaba soñando.

—Soñé con un incendio... y-y, se sentía muy real.— dijo

Me abrazó muy fuerte y yo lo abracé de vuelta, besándole la cabeza. Sentí mi pecho mojado, y le empecé a susurrar que no era nada, todo había sido falso.

Pasamos unos minutos así, hasta que se calmó justo cuando escuchamos unos golpes en la puerta.

—¿Chicos? ¿Está todo bien?— dijo la mamá de Brendon.

—No para qué pases.— le dijo Brendon y yo reí un poco.

—No hacía falta, quería avisarles que me surgió algo y me tengo que ir, les deje comida por si acaso.— dijo ella.

—Bueno, nos vemos ma.

Escuchamos unos pasos seguidos de la puerta principal cerrarse.

Me recosté en el colchón y Brendon lo hizo igual, encima de mi brazo. Lo abracé y él se acomodo para abrazarme de vuelta.

—¿Cómo estás?— le pregunté.

—Me duele un poco el culo, pero estoy bien.— me dijo sonriéndome.—Igual sé que podría ser peor, después de unas veces cuando te sientas más confiado no podré ni caminar.

—¡Brendon sos un cerdo!— dije riendo.

—Es la verdad Ry, mi culo lo presiente.

Besé sus labios para que se callará un poco, y él me correspondió. Mi teléfono comenzó a sonar y decidí no contestar.

—¿No vas a contestar?— preguntó alejándose.

—Nah, estoy bien así.

Empecé a darle besos por toda la cara, mientras él me decía que parara con una sonrisa, por lo que yo seguía molestando. Mi teléfono seguía sonando una y otra vez, por lo que decidí contestar. Me estiré para tomar mi teléfono y antes de contestar pude ver que era Spencer, por lo que rodee los ojos porque seguro no era bada tan importante más que molestarme.

—¿Qué pasa que me estas llamando tan desesperadamente, Spence?— le pregunté.

Me senté en la cama y Brendon se acomodó para poder besar mi cuello.

—¿Así saludas a tu mejor amigo? Qué mal educado, Ross.

—Estaba ocupado, perdón... Hola Spence ¿Qué tal todo? Yo bien.

—Así me gusta, pero como sea ¿Tenes algún plan para las vacaciones?

—No, mi papá vino a visitarnos por el mes de diciembre pero los primeros días se vuelve, quizás tenga que viajar para allá pero no es nada seguro ¿Por qué?

—Porque son vacaciones y quiero ver a mi mejor amigo, además estamos planeando con Jon irnos en una casa rodante a por ahí ¿Qué te parece?

—No quiero ser la tercera rueda, gracias.

—Tonto, también quiero que tu novio venga ¿Cómo está él?

—Bien, está... Ahora no amor.— le dije para que deje de besar mi cuello. Él rió.— Muy bien, saluda a Spencer, Bren.

—Holaaaa— saludo mientras bostezaba.— Perdón, Ryan me dejo agotado.

—¡Brendon!— le reproche mientras él reía.

—Mmmh, veo que tuvieron una noche interesante.— dijo riéndose también de mí.— Me alegra que sea así... En fin. Tengo que colgar, después avísame si quieren unirse a nosotros.

Colgué la llamada y me levanté de la cama para ponerme mi ropa interior aunque sea.

Espere a que mi novio haga lo mismo y fuimos juntos a la cocina para prepararnos algo de comer, porque ya me estaba muriendo de hambre.

—Bren ¿Te gustaría hacer una especie de viaje hippie con Jon y Spencer?— le pregunté mientras almorzábamos.

—No veo por qué no, me caen muy bien. Solo espero que mi mamá me deje ir.

—Seguro puedo convencerla, me ama.

—Dios es verdad, siempre me pregunta cómo estás y quiere que vengas a comer con nosotros y tu madre.— dijo fastidiado y reí

—No estés celoso de tu mamá, Bren.

—Me caes mal.— dijo sacándome el dedo del medio.

—Uy sí, que chiste.

—¡Es verdad!

Lo tomé de la nuca para estampar mis labios contra los suyos un poco fuerte. Me siguió la corriente y hasta abrió si boca para que nuestras lenguas se rozarán, intensificando el beso. Me alejé, pero él tomo mi labio inferior mordiéndolo.

—Si esto es caerte mal, entonces odiame.— bromeé.

Soltó un insulto al aire y me volvió a besar de igual forma de la que yo lo había besado antes.

Lullaby ✧ ryden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora