Guerra fría calentada con microondas

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Capítulo 2: Guerra fría calentada con microondas

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Hola, veo que siguen leyendo esto. O no tienen nada mejor en que ocupar su tiempo o están cumpliendo una apuesta..., en fin, continuaré escribiendo esta, mi aventura.

Estaba rodeado de personas que me llevaron a un edificio de arquitectura contemporánea. Fue extraño, me confundieron con un zombi, pero no mostraron temor alguno por estar a mi lado.

Los encargados del misterioso edificio cuyos interiores se parecían a los de un hospital (bueno, a un hospital salido de una de las franquicias de la serie Star Trek), se hicieron cargo. Todo olía a desinfectante y las paredes eran de un blanco inmaculado, enormes monitores se ubicaban en uno que otro lugar suplantando carteles que anunciaban un producto o algo relacionado al hospital.

Un sujeto con una bata de doctor consultaba uno de los monitores, los submenús se movían gracias al movimiento de sus ojos.

De reojo pude ver una habitación que tenía la puerta corrediza entreabierta. Un zombi vestido con una bata de paciente de hospital estaba sentado y siendo auscultado por un par de doctores que eran asistidos por una enfermera y un par de enfermeros, estos tres últimos llevaban la reglamentaria vestidura para enfermeros, pero con mangas largas, usaban guantes esterilizados para cirugías.

Ya se me estaba pasando el estado de conmoción y, viendo que no corría peligro inmediato, decidí seguir fingiendo que era un zombi.

Las instrucciones que recibí en el cuartel general fueron muy específicas en ese sentido: a menos que estuviera comprometida mi seguridad personal, no debía bajo ningún concepto dar a conocer información respecto a mi misión. En este caso, que venía del pasado.

Fui encaminado a un área donde me desnudaron y luego me llevaron a unas duchas automáticas. El agua sabia raro, seguro contenía sustancias desinfectantes, luego unas secadoras automáticas secaron todo mi cuerpo. En todo aquel proceso no tuve que dar ni un solo paso, el corredor estaba formado por una especie de piso móvil similar a una cinta de transportación.

Al extremo del corredor me esperaron unos enfermeros que me vistieron con ropa de civil y luego me condujeron a la calle.

Vaya, por un momento creí que me iban a mandar donde un doctor como a ese otro zombi, con lo cual se hubiese descubierto mi actuación. Supongo que esto de limpiar y vestir a un zombi es de lo más corriente en este tiempo.

Viéndome fuera de peligro, decidí buscar algo de información, más en específico sobre los zombis para poder moverme sin despertar ninguna sospecha.

¿Vieron esas casetas monitor de la película El Demoledor?, no la película de Disney, Ralph, el demoledor, la otra con Silvester Stallone, ya saben, el que hace de Rocky y Rambo.

Pues en el futuro existen y son multipropósito. Sirven como cajeros automáticos, internet, lo que se les antoje, excepto cabinas de suicidio como en la serie Futurama.

El virus zombi fue causado por la reactivación de la Guerra Fría, ya saben: Rusia y China versus Europa y Estados Unidos. Todo un "coctel" de virus entró en acción en Oriente Medio luego del desastre nuclear que se abatió sobre la India y Paquistán.

Todos sabían que India y Paquistán, irían (otra vez) a la guerra, con el agregado de que usarían bombas atómicas.

Millones de muertos en ambos países.

Los políticos se dieron cuenta que no podían seguir jugando a las guerritas con pepinos nucleares y vino la paz. El problema fue que antes de que se firmara la paz, las cosas se calentaron en Medio Oriente por causa de la guerra. Israel vs bueno, todos los demás.

Israel tenía pepinos nucleares y como sus enemigos no contaban con aquello, utilizaron armas bacteriológicas y víricas proporcionadas por Rusia y China por temor a que Israel se entrara hasta la misma capital de Siria, derrocando al dictador aliado.

Lo de la radiación que cubrió al planeta no fue un problema, lo solucionaron rápido (ya contaré después cómo se hizo). Lo del problema de la gente convirtiéndose en zombis, bueno, eso no se pudo solucionar.

Verán, entre el hombre y el chimpancé, solo hay un tres por ciento de diferencia en material genético. Solo un tres por ciento nos impide estar lanzándonos mierda, digo, popo, los unos a los otros como si fuéramos simples simios (pero eso sí, nos lanzamos bombas atómicas).

Los cerebritos (léase aquí científicos adictos al dinero), creyeron que debido a la guerra con agentes bacteriológicos y víricos, letales al ser humano, bastaría con contener en su sitio a las poblaciones, prohibiendo la migración, pensaron que los animales no serían afectados y se equivocaron; peor: las aves resultaron ser portadoras inmunes a la enfermedad y propagaron aquella por todo el globo. Y abracadabra pata de cabra... ¡Apocalipsis zombi!

¿El apocalipsis zombi, fue igual a como se vio en las películas?, pues sí y no.

Los zombis mordían a humanos a diestra y siniestra sumando cada vez más las hordas de los "no muertos", pero con una característica, solo lo hacían si eran provocados.

El cerebro humano es algo misterioso, ya se mapeó todas las áreas del cerebro que corresponden al lenguaje, la lógica, etc. No obstante, tomemos el caso de personas que por una causa u otra no tienen ciertas partes del cerebro. El mapeo establecido, cambia en ciertas personas.

Un zombi es consciente de su entorno, aunque de forma limitada y esto, señores, puede calificarse como vida. Sí, los zombis, están vivos y como seres humanos vivos, gozan de derechos.

Fue la iglesia católica la abanderada en la lucha a favor del reconocimiento de los derechos de los zombis y tal postura se hizo ley universal por todo el planeta.

Así que el apocalipsis zombi terminó debido a que la gente dejó de dispararles a los zombis y estos se dedicaron a lo suyo, lo cual es pensar en novedosas y apasionadas formas de ver crecer el pasto o mirar secarse la pintura.

Seguro se preguntan en este momento el motivo por el cual los zombis no se pudrieron ya pasados dos siglos, eso, mis queridos lectores, lo sabrán en el siguiente capítulo.

CONTINUARÁ...


Un zombi en el siglo 23 (de Bolivia para el mundo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora