Settle Down |Malec-AU|

•XVIII•

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Magnus sinceramente no sabia como debía ir, si casual y sin tanto brillo o como siempre iba y como probablemente le encantaría a Alexander.

Alec esa misma tarde antes de la cena, su hermana pidió salir con él supuestamente en secreto de Magnus —aunque él había pedido que Isabelle se llevara a su novio por un par de horas en la que se alistaba— Pedido que Alec acepto gustoso —y que de paso le ayudara a escoger su ropa de esta noche.

– No entiendo desde cuando tienes problemas para vestirte... Es solo una cena.

Magnus bufo rodando los ojos:–. No es solo una cena, mi adorable guisante –. Dijo en burla, Ragnor rodo los ojos divertido –. Es una con Alexander.

Ragnor observo con ternura la mirada perdida de Magnus contra el espejo, frunciendo el ceño cuando algo no combinaba y sus ojos brillando cuando algo encajaba.

La sonrisa y mirada de un tonto enamorado... Tal y como él la empezaba a tener, por cierto vampiro. Cosa que Magnus dijo que sucedería, pero como niño —al igual que su amigo— no hacia caso a las advertencias.

Suspiro derrotado recibiendo una mirada atenta de Magnus.

– Últimamente has estado mas distraído... –. Comenzo Magnus caminado lentamente como un felino a su presa –. Mucho mas distraído de que en los años que te conozco te he visto, Rag.

Ragnor entrecerro los ojos sin mirar directamente a Magnus y evitando hacerlo a propósito. Magnus sonrió:–. Soy todo oídos.

Ragnor dudo y por ultimo miro a Magnus de pies sin zapatos a cabeza sin purpurina; Ragnor volvió a sonreír:–. Se que estas interesado en mi escasa vida amorosa –. Continuo igual de lento que Magnus, quien retrocedió algo asustado –. Pero... ¿No tienes una cena a la que asistir?

Y algo en los ojos sin glamour de Magnus brillo, resaltando mas sus ranuras verticales y haciendo que lance un gritillo de pánico como un gato sorprendido, Magnus corrió hacia su guardarropa tan rápido como la montaña de ropa tirada en el piso y sus inexpertos pies al correr le permitieron oyendo con fastidio la carcajada con caída que Ragnor lanzo desde su habitación.

Caída que a propósito Magnus causo.

(...)

–¿Que usaras? –. La voz de Isabelle lo saco de sus pensamientos tan rápido como se le fue permitido, girando su vista del extraño aparador con ropa extravagante —y que tal vez le encantaría a Magnus — hacia los ojos negros, brillantes y divertidos de su hermana.

– Pensaba usar lo que siempre uso, Izzy –. Respondió con pereza. Vio de reojo la cara de estupefacción y la sangre abandonar el rostro de su hermana –. Tengo ropa, Isabelle.

– Por el... Alec –. Llamo su hermana, Alexander giro hacia ella con miedo pero ocultándolo lo mas que pudo –. Si piensas que tener suéteres, poleras con huecos y pantalones desgastados es ropa, Magnus tiene mucho trabajo que hacer.

– Iré como a él le gusta...

– ¿Y como le gusta? –. Pregunto con genuina curiosidad.

– Con mi suéter con hueco y mi pantalón desgastado, y si él me acepta así es suficiente para mi.

Isabelle volteo su vista de su hermano a los escaparates y vidrios con varios atuendos y vestidos, tanto para dama y caballero. Aunque la tristeza la embargo de pronto, al saber que su hermano no sabia nada sobre lo que ella sabia. Y que probablemente no debería saber.