•XV•

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Parte II
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Ragnor bajo la cabeza derrotado sosteniendola con sus manos y suspirando.

– ¿Cuando piensas decírselo?

– ¡No lo se! –. Exclamo Magnus, exhalando fuerte y cerrando los puños –. Ahora mismo estamos bien, lo estoy ayudando a superar la muerte de Max, y él me ayuda a volver a amar.

– ¿Pero cuando se lo vas a decir? Se que esto es molesto y en tu lugar también estaría jodido si me lo repiten una y otra vez, pero Magnus –. Ragnor sonrió de lado con pena –. Se que amas al chico mucho mas de lo que tú y yo pensamos y de lo que nos es evidenciado, pero te vuelvo a decir: Es sobre ti, tu estado mental y emocional, el como Alexander lo tomará viendo que eres un brujo y no uno cualquiera. Y ¿Sabes? Es mejor que se lo digas en el transcurso de estos días, o sino el que acabara mas sufriendo eres tú no él. Tú tienes una vida por delante hasta la eternidad, eres inmortal, puedes sufrir cuanto quieras. En cambio él no, es prácticamente un cazador de sombras criado de manera que no sepa nada. Es mortal, Mags. Tendrá que superar y seguir de ser necesario, enamorarse nuevamente. Olvidarte en el peor de los casos.

Ragnor vio los ojos de Magnus volverse acuosos, y supo que ya estaba en un lío. Magnus lo ama demasiado como para decirle la verdad, temer perderlo tanto como teme amarlo mas de lo que lo hace. Ragnor suspiro y sonrió tranquilizando a Magnus.

– Si decides estar con él... –. Dijo con suavidad –. ¿No crees que se preguntará el por que no envejeces? ¿O el porque no sufres ninguna enfermedad mientras él va envejeciendo y el paso de los años lo va consumiendo? ¿Que le dirás para ese entonces?

– Lo haré, Ragnor. Solo dame tiempo ¿O esperas que se lo diga de porrazo? Eso causaría que ya no tenga confianza en nadie ni en nada. Seria aislarlo.

– Son excusas, Mags...

– Ya lo se –. Murmuro Magnus derrotado contra sus manos.

Ragnor tenia razón, Magnus sabia que tenia razón en casi todo sino de una u otra manera no habría sobrevivido ni bien cumplió sus trecientos cincuenta y dos años de edad, años después de conocer a Ragnor sabia lo bueno que era. Lo endemoniadamente bueno que era. Él... Y Catarina.

Magnus negó suavemente, quitando de su mente la sonrisa cálida de su amiga tanto como su rostro lleno de lágrimas al saber que iba a morir.

– Ah... ¿Como vas con él? Dijiste que habían progresado.

Magnus dio una sonrisa brillante mostrando su dientes blancos y los caninos afilados y algo destacables, como los de un gato, Ragnor sonrió con ternura.

– Todo esta yendo de maravilla, hemos procesado de manera positiva Ragnor. Aunque falta que le proponga de manera formal ser mi novio aunque él me pidió el día del funeral de Max –. Recordó, sus ojos perdidos en el recuerdo de Alec hablando rápido y sonrojado.

– ¿Novio?

– ¡Si! -. Dijo casi gritando –. ¿No es maravilloso?

– Muy apresurado pero bueno, si tú dices que es maravilloso entonces lo es.

(...)

Cuando Alec dijo Heladería fue inevitable no ser arrastrado por su hermana hasta allí y mucho menos que esta le hiciera gasta en mas de treinta diferentes sabores de helados.

Settle Down |Malec-AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora