Capitulo 6

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Entro al restaurante y me recibe un chico guiándome hacia la mesa donde se encuentra Miriam hablando justamente con una camarera....

Espero no haber tardado mucho D-E-S-E-S-P-E-R-A-D-A – Digo con tono burlón después de haber visto diez llamadas de Miriam al bajar del coche.

Te recuerdo que mi rojito no es tan moderno como tu coche nuevo y no puedo atender las llamadas a no ser que tenga el móvil a mano.

Es que ya sabes que no me gusta nada esperar,  yo aquí sola me aburro mucho, no hay ningún tío bueno al que comérmelo con los ojos Ani – comenta con cara de santa.

Nunca cambias, pobre de los chicos guapos cuando pasan por tu lado, no me quiero ni imaginar lo que les dices - noto como ríe en tono de malícia.

Paso a sentarme y decidir que cenar mientras que Miriam me pone un poco de sangría.

¿Qué desean cenar señoritas? – Pregunta un camarero que acaba de acercarse a tomarnos nota.

Póngame una ensalada marina y pollo con almendras por favor – elige Miriam.

Mmm... a mi unos canapés de marisco y un lomo de lenguado, a poder ser con pimienta por favor – Acabo por decidir.

El camarero toma nota de nuestro pedido y mientras Miriam comienza el interrogatorio...

¿Entonces es hermano de la secretaria?

Exacto, cuando lo vi aquella tarde en el parque me lo dijo pero yo no sabia quien era su hermano ni de que familia venia Alejandra...

¿Has averiguado algo mas de el?

Si, Alejandra me comento que el esta aquí por un tiempo, que el vive en Alemania, por lo tanto tengo que deshacerme de las ilusiones que tengo con el Alemán porque esto no puede salir bien, el tiene su vida en Alemania y yo aquí en España...

Recuerda que cuando hay dinero, no hay problemas de distancia – Comenta como si fuera lo mas normal.

Miriam es un millonetis, es guapo, atractivo, educado, es un chico perfecto, el problema es que no se en que se a podido fijar en mi, las tendrá a todas detrás créeme, si tu lo vieras se te saldrían los ojos.

Pasamos el resto de la hora cenando y hablando de todo un poco, de sus ligues de esta semana, de su trabajo, y de su nuevo perro.

Al acabar de cenar pedimos la cuenta y decido pagar yo esta vez ya que la ultima vez me invito ella.

Llevamos unas cuantas copas en el cuerpo y la verdad que me siento happy, la ultima vez que me sentí así, termine en el lavado echando las papas de aquel día y la verdad que no quiero repetir eso, nunca mas.

Una vez pagado todo, nos ponemos los abrigos y salimos del restaurante, nos despedimos y nos dirigimos cada una a su coche, ella lo tiene hacia la derecha y yo hacia la izquierda, hablamos de quedar para otro día para salir de fiesta.

Voy de camino al coche y no se si es porque estoy en este estado pero me parece ver aparcado el coche gris que he visto antes en la carretera, paso por al lado y no veo a nadie por lo que me tranquilizo, ya veo a mi rojito dos filas mas allá de coches.

De repente me tropiezo con una piedra que hay en el suelo y se me caen algunas cosas del bolso, las recojo y me levanto para llegar al coche y irme ya para casa.

Busco las llaves para abrirlo y alguien habla detrás mío...Me pongo nerviosa y a la vez siento miedo por si me quieren robar o peor violarme.

No...No, ¿No pensaras conducir en este estado, verdad? ¿Ana? – Se me caen las llaves de las manos del susto que me he llevado al escuchar a alguien detrás, pero me tranquilizo a la vez que me pongo nerviosa en cierto modo al reconocer esa voz, me giro lentamente y me encuentro a Maikel trajeado y muy pero que muy sexy, le sienta muy bien ese color de vestir...

Ho-Ho-Hola- tartamudeo al saludarlo, siento que me a pillado haciendo algo malo, la verdad es que sí, pero no debería importarme lo que piense el ya que no somos nada, y si recuerdo el me engaño.

Hola de nuevo Ana – comenta poniéndose las manos en los bolsillos del pantalón.

Me quedo mirándole sin decir palabra y eso que jure decirle cuatro cosas cuando lo volviera a ver por ocultarme tal detalle y ahora, aquí esta, delante de mi y yo empezando a temblar de lo nerviosa que me pone.

Veo como se adelanta hacia a mi, ya que ve que no voy a hablar y decido soltar lo primero que se me viene en mente para evitar la cercanía que esta obteniendo.

Hace mucho frío esta noche, verdad? – Comento, y sus pasos se paran en seco y sonríe.

Si, hace mucho frío, estas muy bonita Ana, no querrás enfermarte con este frío verdad?

No, por eso mismo ya me iba para a casa, es un gusto volver a verte – digo en forma de despedida, me giro para abrir el coche y noto como pone sus manos en mi cintura y mi cuerpo se tensa.

No voy a dejar que conduzcas ebria señorita, tu te vienes conmigo – me susurra en el oído.

Me giro y lo tengo enfrente, cara con cara, me quita un mechón de pelo que se me a puesto en la mejilla y noto como me acaricia...

Se siente tan bien cerca de el...desliza su mano hasta la espalda y me invita con la mano a caminar por donde he venido y yo tan solo acepto moviendo la cabeza, ¿Seré tonta? ¿Cómo puede ser que me cohíba estando el?

Llegamos al coche gris y se enciende, ahora lo entiendo todo, a sido él, a estado siguiéndome hasta aquí y sobre todo a esperado que cenara con Miriam para encontrarme. Se puede notar que es un chico posesivo y eso empieza a no gustarme tanto...

Me abre la puerta del copiloto y yo entro y me siento, que cómodo que es este coche a comparación de mi rojito.

Cierra la puerta y va dirección a su puerta, entra y pone en marcha el coche y vamos rumbo a la autopista, el silencio se puede llegar a palpar, no hay musica, no encontramos coches y no hay ni una sola palabra entre nosotros, supongo que me llevara a casa pero esta no es la dirección.

Maikel, ¿Donde me llevas? Te has pasado la salida.

Sonríe y me pone un momento la mano en el muslo y me vuelvo a tensar, este chico me pone nerviosa y cuando me mira ya no puedo controlar nada.

Tranquila, solo quiero que estés bien y que descanses como es debido, no te preocupes por el trabajo, mañana Abel te acercara hasta la puerta.

No es necesario, de verdad, estoy bien.

Ana por favor, para mí si que lo es...

Nos adentramos por un camino lleno de arboles, esta todo oscuro y esto me empieza a dar un poco de miedo, ¿Donde me lleva? No creo que me hiciera daño pero...

Nunca haría nada que no quisieras, puedes estar tranquila, en dos minutos llegamos. – Comenta al ver que miro para todas partes y que me empiezan a sudar las manos.

Voy viendo una casa blanca enorme llena de luces alrededor, en medio de ella hay una puerta inmensa y a su lado dos chicos de seguridad...

¿Qué es esto Maikel? No hace falta que me invites a ningún lugar por favor, solo quiero ir a descansar para mañana volver a trabajar.

Ana solo te estoy invitando a que descanses en mi casa, solo es mi casa.

Se me forma una O enorme al entender que esto es suyo y que el vive aquí,

Para el coche en la entrada y un hombre se acerca para rocoger las llaves y llevarse el coche a saber donde.

Señor – Saludan a Maikel con cordialidad.

Buenas noches chicos, espero que todo vaya bien, miren ella es Ana y va a estar esta noche aquí en mi casa, quiero la protección que tenéis para mi, la misma para ella, entendido?

Si, señor – mueven la cabeza afirmativamente.

No esperaba tal presentación, me he puesto roja al saber que voy a tener protección para mí, es la primera vez que me siento tan protegida.

Maikel me mira y me ofrece su brazo para sujetarme y adentrarnos en la casa...

NOTA

Espero que os este gustando la historia, podéis opinar y hasta decir que es lo que os gustaría que pasara en comentarios.

Seduceme - PAUSADAWhere stories live. Discover now