Capitulo 4

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Pasamos por la alfombra roja donde nos conduce a nuestra mesa, a la mesa 7, es una mesa redonda de cristal, en medio de ella hay una vela, un papelito y a un lado la carta para poder pedir, la mesa esta situada al lado de un ventanal enorme, donde se puede observar todo Madrid, son unas vistas muy bonitas, se puede ver en todas las calles las luces colgadas de navidad las cuales alumbran toda esta bonita ciudad...

'Bienvenido Señor Watson' , hay escrito en el papelito que esta encima de la mesa...

Pues si que es conocido – Pienso

Señores, ¿Que se les ofrece? - Pregunta un camarero con una libreta pequeña en las manos.

Pónganos un champagne White Gold por favor – Responde Maikel sin preguntarme primero.

¿Pero que se piensa? ¿Qué puede decidir por mi? ¿Y si no me gusta?

¿Saben que querrán para cenar? – Pregunta el hombre aun esperando para tomar nota...

Pónganos un deleite de coctel de marisco, con la salsa de almendras por favor... - Pide otra vez sin preguntarme.

Decido no comentar nada, este alemán parece ser cabezón al igual que su hermana Alejandra..., el camarero toma nota, se da la media vuelta y observamos como se va, Maikel no me quita la vista de encima y me pone nerviosa, su compostura es tranquila pero impone de tal manera que no consigo que mis manos dejen de sudar, me gustaría saber cuantas horas pasa en el gimnasio y de que trabaja, como puede ser que una persona tan joven se pueda dar los lujos que se permite...

¿Cómo conseguiste dejar el bolso en la mesa de mi consulta? – disparo sin pensarlo dos veces...

Se me queda mirando y...

Alejandra me dio tu llave para poder entrar... siento a ver entrado sin permiso, pero quise darte esa sorpresa y si no hubiera sido por ella...

Y como pagaste los botines sin que me diera cuenta, yo no te vi – Replico sin esperar a que termine de contestarme.

mmm...pues...yo... pasaba y aproveche la ocasión. – responde sin mucha certeza.

Maikel, de verdad quiero pagarte los regalos que me has hecho, no tenias por que hacerlo solo para acercarte a mi – le comento

Ana, no hay de que, con estar hoy aquí cenando contigo ya estamos en paz.

Pasan unos veinte minutos y se acercan dos camareras con nuestros platos y un bol en el que hay la salsa de almendras, todo y que no me allá dejado elegir he de reconocer que la comida tiene muy buena pinta la verdad.

Coge la botella de champagne y rellena mi copa y la suya... ahora la copa se puede observar de un color amarillento cristalino, llena de burbujas...

Cogemos los dos la copa y brindamos....

Chin – Chin , por este maravilloso día y lo que nos queda por venir – Dice mirándome fijamente con esa mirada azul tan intensa que me pone nerviosa.

Brindamos y dejamos la copas en su lugar y empezamos a comer, cuando pruebo el coctel de marisco, siento que estoy comiendo una delicadeza... en este momento declaro que este plato es mi favorito...¡Esta buenísimo!, no quiero ni pensar en lo que puede costar esta cena...

Terminamos de cenar y pide la cuenta, en lo que yo aprovecho para ir al baño.

Me levanto de la mesa y tengo que cruzar dos pasillos uno a la derecha y otro a la izquierda hasta que llego a una puerta donde hay una figura de hierro que es una chica , me adentro y hasta el baño es todo lujo, al entrar, a la izquierda están dos lavamanos de cristal y encima un gran espejo, y a mano derecha lleno de puertas de color rojo, entro en una y me dispongo a escribirle a Miriam, diciéndole todo lo que he vivido y que este chico es ... ¡Uauuuuuu! No tengo palabras para describirlo, que guardadito tenia Alejandra a su hermano...

Una vez dado a enviar me dispongo a ir hacia la salida del restaurante donde esta el esperándome y mas adelante el coche que nos a traído antes.

Nos dirigimos a la autopista para que así el viaje sea mas llevadero, en algún momento pillo a Maikel observándome de manera interesante, y es que cuando ve que me he dado cuento mira hacia el lado de la ventana y se torna rojo, si es que detrás de este hombre fuerte hay un chico vergonzoso pero que sabe jugar muy bien sus cartas...

Llegamos delante de mi bloque y me dispongo a coger mi abrigo y mi bolso mientras el sale antes y me abre la puerta del coche, me despido de Abel de forma cordial, y nos dirigimos hacia el portal...

Espero que allá sido de tu gusto todo lo que hemos hecho hoy – Comenta con nerviosismo.

La verdad que no esperaba nada de todo esto Maikel, ni que fueras hermano de Alejandra, pero sí, me a encantado...

Me da dos besos en la mejilla para despedirse y me ofrece una tarjeta y observo como se sube al coche y se va...

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FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!!!!!!!!!!!!

Seduceme - PAUSADAWhere stories live. Discover now