Capitulo 2

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Sehun se despertó en medio de la noche y lo primero que hizo fue mirar a su derecha, donde se encontraba el híbrido. Se sorprendió cuando lo vio temblando. Tenía marcas de lágrimas por todo su rostro. Se levantó y comprobó que estaba durmiendo. Recorrió su cuerpo con la mirada hasta terminar en sus muñecas esposadas y sintió cómo su pecho se encogía al ver las marcas moradas alrededor de estas.

Alargó un brazo y tocó con suavidad sus dedos. Tragó saliva y pasó a mirar su rostro.

-Está muy frío...

Se quedó mirándolo en silencio antes de volver a su cama.


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Luhan despertó cuando los rayos del sol que atravesaban la ventana le dieron de lleno en la cara. Pestañeó lentamente y quiso mover las manos para restregarse los ojos, pero no pudo. De pronto, recordó que las tenía esposadas. El dolor que le provocaba el roce con el frío metal volvió mucho más fuerte y se quejó. En ese momento, se dio cuenta que alguien había colocado varias mantas encima de él; miró a su izquierda y se encontró con Chen durmiendo en la cama de al lado.

Escuchó a alguien acercarse por el pastillo y tomar el pomo de la puerta de la habitación. Luhan cerró los ojos e hizo que dormía. Sintió cómo esa persona entraba y se acercaba hasta su cama.

-Sé que estás despierto, Luhan.

Abrió los ojos despacio, encontrándose a Sehun, quien lo miraba sin ninguna expresión en su rostro. El pelo negro le caía sobre la frente y había varias gotas colgando desde las puntas, como si acabara de ducharse.

Sehun se inclinó y él se apartó ante el movimiento, temeroso de lo que pudiera pasar.

-No te voy a violar -el alto chasqueó la lengua molesto.

-Es mejor prevenir que curar -contestó Luhan.

El menor lo miró unos segundos y después desvió la mirada a las esposas. Las agarró y escuchó cómo el híbrido se quejaba por el dolor que le estaban causando.

-Ni se te ocurra escaparte o te mato.

Sehun soltó las esposas y Luhan se encontró con las manos libres de nuevo, pero no dejó de mirar el agua que resbalaba por el pelo del contrario. Sin darse cuenta, alzó la mano para tocarle.

El pelinegro agarró su muñeca con rapidez y fuerza mientras sacaba una navaja y la colocaba en el cuello del híbrido.

-Te dije que no te escaparas -dijo apretando la mandíbula.

Luhan se pasó la lengua por los labios resecos y respondió calmadamente.

-No me iba a escapar.

Se soltó del fuerte agarre del menor y le apartó un mechón húmedo de la cara. Terminó acariciando su mejilla con la yema de los dedos, bajando hasta terminar en su mandíbula.

-Te iba a entrar agua en el ojo -dijo en un susurro.

El alto abrió la boca, claramente sorprendido, y le fue quitando lentamente la navaja del cuello. Se aclaró la garganta, pero no le respondió y continuó con lo que estaba haciendo. Colocó una cadena en los barrotes de la cama y luego esa cadena la enganchó a las esposas que volvió a cerrarlas en torno a las muñecas del más bajo.

Luhan se sorprendió por eso. Gracias a esa cadena ahora podía mover las manos y los brazos. Ya no pasaría más frío, pensó. Por un segundo se sintió feliz, hasta que recordó que seguía encadenado. Seguía estando secuestrado.

Secuestrado { HUNHAN }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora