Capítulo 6.

238 17 0
                                    

-¿Has quedado con el rarito? –Me pregunta Selene.

-Si, por desgracia, pero en realidad ha sido él, cosa que no me esperaba por cierto.

-Pues te deseo toda la suerte del mundo, aunque si quieres te acompaño, este es capaz de violarte.

-Gracias, pero no hace falta ¿Has visto como me mira? Dudo mucho que le atraiga para violarme.

-Que te mire mal no significa que no le atraigas, ¿te has visto bien? Pareces una jodida princesa. Además aunque te mire mal no quita el no parar de mirarte en clase, aunque eso conlleve mirarte mal.

-¿Me mira tanto?

-Créeme, si las miradas matasen tú ya estarías enterrada. ¿Qué pasa te gusta?

-¡No! Desde luego que no, simplemente pregunto.

-Sí claro… -Veo que me mira con una sonrisa muy picara. –Bueno monada, aquí te dejo, mañana a la misma hora. Ya me contaras qué tal va tu cita. –Me dice mientras me da un golpe de cadera y me guiña un ojo.

-Desde luego que no es una cita, no voy a acabar haciendo el amor con él.

-En algunas citas no se hace eso.

-Me da igual, ni siquiera es una cita y si fuese una cita no iría, odio a ese tío, voy a ir por mí, no por él. Adiós. –Me despido de Selene mientras entro en casa.

-Hola, ya estoy en casa.

-¡Estamos en la cocina! –Grita Evori.

A la hora de la comida, apenas hablamos.

-Dessa esta tarde he quedado.

-¿Con quién?

-He quedado con uno de mi clase para hacer un trabajo de griego.

-¿Un chico?

-Sí, un chico.

-Tengo cuidado Daryene.

-Lo tendré Dessa, solo es para un trabajo de clase. Además soy demasiado fuerte. –Me subo las mangas de la camisa y fuerzo mi brazo para que vea los músculos que tengo.

-Peor me lo pones.

-Tranquila Dessa, no pasara nada. Estaremos en una biblioteca.

-Vale.

Cuando termino de comer me subo a mi habitación y me pongo a hacer todos los deberes que me han mandado, cuando veo que falta poco para las seis, me arreglo un poco y cojo mi carpeta y un bolígrafo. Antes de salir voy a la habitación de Evori.

-Evori.

-¿Si? –Me dice sin quitar la vista de sus juguetes.

-¿Cómo era mama?

-Mmm pues es muy guapa, tiene el pelo muy largo y dorado como el tuyo, la verdad es que se parece bastante a ti. –Evori no había admitido que mis padres había muerto.

-Gracias. –La digo. Vuelvo a coger mis cosas y salgo de casa.

Tardo unos quince minutos en encontrar la calle, he preguntado a unas 6 personas para poder llegar hasta aquí, aunque Dessa me había explicado cómo llegar, yo, tan patosa me he perdido.

La calle leyendas, parece más bien un callejón. Un callejón antiguo, pero con mucha luz, cosa que agradezco. Empiezo a mirar cada uno de los carteles que describen las pequeñas y viejas tiendas del callejón, pasadas cuatro tiendas a la izquierda aparece un cartel de madera que pone “Biblioteca”.

Al abrir la puerta unas campanas encima de la puerta tintinean, entro y todo huele a polvo, antigüedad y libros también antiguos. Casi no se ve nada está todo lleno de estanterías, parece un laberinto, empiezo a buscar a Drake a ver si ya ha llegado y entre el laberinto veo una mesa donde se encuentra un hombre, el bibliotecario.

La leyenda; Watterfall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora