Arco de la Mujer Titán (Última parte)

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Capítulo XVIII - Los que ya no sirven

SANGRE EN SUS MANOS

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Entre Armin y Érika lograron sacar a Eren de dentro de la nuca de su titán y alejarlo un poco de la gente para que descanse.

-Eren: Armin... -dijo mirándole, pues el rubio era quien lo tenia sujeto por detrás- ¿Qué pasó con... Annie?

-Armin: Eren... probablemente ahora... nadie de aquí lo sepa... 

La verdad que se encuentra más allá de la puerta que aún no ha sido abierta...

-Yo: Ahora... lo que tienes que hacer Eren es descansar. -dijo jadeando debido al dolor-

-Eren: ¿Estás bien...? -preguntó al verla- Ese golpe que... has recibido... iba con mucha fuerza...

-Yo: Si... no te preocupes. -sonrió la castaña-

-Armin: ¿Eh? -los tres miramos a la muralla-

-Yo: ¿Un titán... dentro de la muralla? Que ironía...

-Armin: Dejemos que Hanji se ocupe de esto. Vosotros dos tenéis que descansar.

-Yo: Estoy perfectamente... -dijo escondiendo un brazo detrás de ella-

-Armin: Caíste mal al suelo, ¿cierto?

-Yo: Si, no te se escapa ni una... pero mi brazo no es lo que más me duele... si te soy sincera. Creo que al caer contra el suelo me clavé algo... una piedra o un trozo de madera.

-Armin: Está escondido por tu chaqueta... pero ya veo la herida. ¿lo llevas dentro?

-Yo: No, solo se me clavó... en el impacto, luego se soltó y me dejó con esta herida. -la joven rió leve-

-Armin: -se levantó junto a Eren el cual estaba apoyado en Armin- Os llevaré a los dos.

-Yo: Puedo ir sola... ya tienes bastante con Eren. -el rubio la miró no muy convencido- Enserio que puedo, de verás. -la joven sonrió-

-Armin: Está bien, pero si necesitas ayuda avísame, ¿vale? -la joven asintió-

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_Año 850. Distrito de Stohess. Habitación subterránea para heridos_

-Yo: Es muy irónico todo esto, ¿verdad? -dijo sentada apoyada en la cabecera de la cama- Debería estar cuidándote yo a ti... sin embargo... Estuve despistada cuando estaba allí, debería haber pensado en todo... -dijo moviéndose para sentarse mejor- Ugh. -gimió de dolor-

-Levi: No te muevas. 

El capitán que llevaba con ella todo el tiempo desde que la vio herida decidió hablar, pues no lo había hecho en todo el tiempo que habían estado juntos.

-Yo: Por fin decides hablar. -la joven le sonrió sin embargo el capitán traía una cara más seria que de costumbre- ¿Podrías quitar esa cara, por favor? -el joven seguía igual, lo cual hizo que la joven desviara la mirada hacia una ventana- Pues nada... -suspiró-

-Levi: Eres una irresponsable. -decidió hablar otra vez captando la mirada de la joven, la cual lo miró sorprendida- Una vez que te dejo sola y te hieren... ¿Y si la titán te hubiera pisado? Ya no estarías aquí. Eres una irresponsable. -volvió a decir- Tenías que haber pensado en todas las posibilidades, no solo en que caerá, ¿y al final que ha pasado? Que has sido tú la que has caído. -cruzó sus brazos-

-Yo: Pe-Perdón... -dijo mirando hacia abajo donde estaba sus dos manos unidas- Yo... -se le salieron algunas lágrimas, pues las palabras del capitán le dolían-

-Levi: Tú no pensaste en que tal vez la titán se podría dar cuenta, ¿verdad?.... ¿Qué hubiera pasado si...? -se levantó de su silla llevando una de sus manos a la cabeza- Dios... no quiero ni pensarlo. -abrazó a la joven- Menos mal que estás aquí.

-Yo: Levi... Perdón... -empezó a llorar- Perdóname. -correspondió el abrazo-

-Levi: No llores, por favor... -dijo en su oído- No soporto que llores por mi culpa, fue muy duro de mi parte decirte todo eso, perdóname tú a mi.

-Yo: -negó con la cabeza levemente- No tengo que perdonarte nada. Tienes razón. Fui una irresponsable. -se separó del abrazo- Ahora yo no sirvo para nada. -agachó la cabeza-

-Levi: -se sentó en la cama enfrente de su novia- Si dices que no sirves para nada, imagínate yo. -dijo intentado animarla-

-Yo: ¡No digas eso! -lo miró con cara seria-

-Levi: Pues tu tampoco lo digas. -le respondió mirándole a los labios sin darse cuenta, como un acto reflejo- Demos nuestro mejor esfuerzo aunque estemos heridos. No seamos una carga. 

La castaña asintió ante lo que le dijo el pelinegro. Ella también miró a los labios de él, el cual se acercó a ella. La soldado aún tenía algunas lágrimas que estaban cayendo de sus ojos, su capitán limpió sus mejillas con sus manos mientras que se acercaba más a la soldado para besarla. Finalmente, los dos se unieron en un beso corto, pero lleno de amor.

-Yo: ¡Hagamos eso! -expresó sonriendo- 

Levi sonrió levemente al ver que sus palabras y aquel beso habían ayudado a su preciada soldado a levantarle el animo y a seguir luchando por la humanidad, aunque los dos estuviera heridos.

Lo que todo puede...

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El Arma Secreta de la Humanidad. [Levi y Tú]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum