Lev se ha convertido en un gato y nadie sabe con certeza cómo y cuándo regresará a la normalidad.
"Solo el amor verdadero lo volverá humano otra vez".
LevYaku
[Contiene yaoi y cositas cursis]
Alisa seguía en el suelo mirando con atención al gato de pelaje anaranjado pálido sin entender lo que sucedía.
—Neechan, por favor, no sé que debo hacer...— Dijo Lev apoyando sus rodillas en el suelo sosteniendo a Yaku con sus manos temblorosas.
—Permíteme...— dijo su hermana tomando con cuidado al pequeño gato y llevándolo hacia su cama. Lo dejó delicadamene sobre una gran almohada y lo acarició con la punta de sus dedos cerca de los bigotes. Lev la siguió de cerca con la vista fija en el suelo. —Lyovochka, necesito que me cuentes más detalles...
—Neechan...— Dijo Lev con temor mientras sus orejas gatunas se bajaban. Alisa apoyó su mano sobre el hombro de su hermano y le sonrió amablemente, Lev aún temeroso, tragó saliva antes de retomar la conversación. —Nunca me había pasado, no me había sentido con tantas ganas de tocar a Yaku-san, sentí que estaba perdiendo el control.— Añadió avergonzado y mirando los ojos de su hermana, quien parecía muy seria. En esos momentos, Lev estaba siendo sincero, ya no parecía preocupado en manifestar sus sentimientos que por tanto tiempo había preferido mantener en secreto. —Yaku-san se veía hermoso, sus ojos comenzaron a brillar, pensé que se transformaría en un nekomimi, y no pude esperar a que se transformara y me acerqué a su cuello para moderlo. Pero lo mordí muy fuerte y Yaku-san se asustó, sus ojos dejaron de brillar y de pronto, desapareció. Solo quedó su ropa tirada. No sabía qué hacer, pero luego sentí algo moverse en el suelo. Yaku-san se había convertido en un gato, estaba escondido entre su ropa y , cuando lo recogí, vi que tenía su cuello manchado de sangre y su respiración estaba débil. Neechan, yo no quería hacerle daño...
—Fuiste un poco bruto, de eso no hay duda.— dijo Alisa provocando que Lev se avergonzara aún más. —Pero no parece ser grave, la herida se ve superficial y ya no está sangrando. De cualquier modo lo mejor será consultar con un especialista.— añadió con un suave tono de voz mientras examinaba el pelaje del gato.
—Neechan...— Lev se veía un poco más animado luego de las palabras de su hermana, sin embargo, aún no se podía quitar ese sentimiento de culpa y eso causaba que su respiración la sintiera pesada. —Tengo miedo...— dijo tomándola de la manga de su camisón.
Alisa lo quedó observando por un par de segundos. La última vez que la había agarrado del brazo había sido cuando eran muy pequeños y se habían perdido en una excursión en las montañas. -No tengas miedo, Lyovochka.- le dijo abrazándolo con fuerza. -Yakkun es muy fuerte, de seguro se recuperará muy pronto.
—Lo sé, neechan, Yaku-san es fuerte, pero tengo miedo de mí mismo, de lo que puedo ser capaz de hacer. No quise lastimarlo, y temo por su futuro si sigue conmigo, además justo ahora me siento un inútil, soy el responsable de que Yaku-san esté así, y no puedo hacer nada por él.
—Lev— dijo Alisa con el ceño fruncido y separándose de él. —Lo mejor que puedes hacer es cuidarlo hasta que se recupere, yo estaré cerca para vigilarte. Ya habrá tiempo para encontrar una explicación sobre tu comportamiento, de hecho, estaba pensando en ir al templo de gatos mañana temprano para ir a resolver nuestras dudas. Ahora iré a hacer una llamada, tengo una amiga que está estudiando veterinaria...— dijo poniéndose de pie y caminado hacia la puerta de su habitación para realizar la llamada.
El menor de los Haiba quedó contemplando a su senpai. Lo acarició con sus dedos cerca del lomo sintiéndolo un poco frío. "Yaku-san, quisiera abrazarlo ahora mismo..." pensó Lev poniéndose de pie lentamente mietras sus ojos comenzaban a brillar. De pronto todo su cuerpo se fue volviendo más ligero, Lev se había convertido completamente en un gato, pero por su propia voluntad. Al hacerlo, saltó hacia la cama y se acomodó detrás de su senpai para darle calor. Lev era un gato muy grande en comparación a Yaku. Su pelaje era largo y tenía una cola similar a la de un zorro. Yaku, en cambio, era un gato de pelaje un poco más corto y alborotado.
"Yaku-san" pensó Lev hundiendo su rosada nariz en el pelaje del libero.
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Continuará...
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Notas finales: Ahora habemus dos gatitos. #prayforYaku
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