Capítulo 45

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—Le acabo de decir a la enfermera para que vayamos a verla. Ella dijo que no tanto rato porqué esta en una zona donde pueden estar solo familiares y digamos que mentí, pero vamos sabemos que somos las únicas personas importantes que tiene en su vida —Dice mientras acomodada junto a la camilla la silla de ruedas.

—Sabes que me siento como una bolsa de boxeo. Me duele todo el cuerpo —Se queja.

—Parte de mi lo disfruta —Se burla.

—No me sorprendería que me llevarás al baño para estrangularme.

Ella ríe para jalar de el cabello de Walter. El también ríe pero al minuto después termina quejándose, tenía todavía todo delicado.

—En algunos momentos me siento culpable. Ella por mí está así, Kian por mi no esta juntó a nosotros. Soy un desastre que nadie quiere en su vida.

—No digas estupideces. Estoy más que segura que Kian lo hizo porqué te amaba y eras más que su mejor amigo, eras su hermano. Y Abbie, estaba destinada a morir pero tu la salvaste, si no la conocieras y hubieras ido por ella ya hubiera muerto. Aunque antes te detestaba aprendí a tomarte cariño aunque algún día te mataré  —Revuelve su cabeza.

—No vuelvas hacer eso jamás en tu vida.

Lucy rompe en carcajadas.

—Es mejor que te acostumbres, imbécil —Revuelve nuevamente su cabello.

—Agradece que estoy en un estado medio vegetal —Dice burlón.

—Agradece que no te rompo las bolas en éste momento.

—Es mejor a no matarte —Se burla.

Cuándo ya estaban afueras de la sala 29 que era la de Abbie. Walter suspira para mirar de reojo a Lucy.

Ella lo deja frente a Abbie.

—Estaré en la sala de espera, tómate tú tiempo —Dice para alejarse.

—Bueno —Dice.

Toma de su mano.

—En realidad nose como comenzar. No se si es como las películas donde tu me escuchas y digo las palabras indicadas para que despiertes del coma, es difícil para mí sacar las palabras indicadas —Suspira.—Como sea, si me escuchas espero que te las graves porqué sabes que no soy de esas personas que suelen decirlo todo el tiempo. Solo una ves porqué esa única ves logró sacar todos mis sentimientos que provocas solo tú en mi.. Admitiré que la primera vez que te vi te deteste, tú mirada, tus acciones, solamente tú demostrabas que eras diferente a las otras. Y odiaba eso. Pero luego te veía y me hacías sentir raro y era curioso saber el porqué, pero no salió como yo quería descubrir, fuiste ganándote parte de mí con tus pequeñas acciones generosas. Ya no te veía como la egocéntrica, la chica que solo le importaba a ella. Eras la real, tu vida era súper dura y tú no te rendías, aunque habían mil maneras para hacerlo, te mantenías firme y por eso te alejabas de mí porqué yo podía enamorarte y destruirte completamente, solo tenias que tener un empujón y te derrumbas. Pero aunque fuera el chico más malo contigo estabas ahí, yo te intentaba sacar de mi vida pero vaya que te pegaste cómo un chicle —Ríe para continuar.

>Primero me molestaba pero después me empezó a gustar, de la manera que me encantaba hacerte enojar, provocabas muchas cosas con solo esa mirada. Quería conocer que había dentro de ella, ya no era más duró y te conté varias cosas que no le había contado a otra persona que no fuera Kian. Y sí que hubo un tiempo dónde Kian te tenía celos, ya no le contaba todo como lo hacía contigo, te llevaba a mis lugares donde solo yo iba, un secreto que le había ocultado a Kian hace muchos años, aveces llegaba y me preguntaba; donde te has metido éstos días. Y las veces que más me lo decías fue cuando te fuiste, al que destruiste fuiste a mí y al parecer tú sentías nada, no podías hacerlo, tranquila que te entiendo. Pero tienes que decirme donde fingías todos esos sentimientos cuándo me besabas. No puedes decirme que eran falsos porque yo los sentía reales como los míos. Cuándo te vi con él, no sabes el dolor que sentía, me habías herido y la herida estaba totalmente abierta, era la misma cuándo tu no estabas en mi vida, la soledad que tendrías nuevamente me mataba. Más lo hacía al pensar que ya me habías superado con otro, pero tú sólo fingias para no hundirte en el oyó profundo.

>Pero cuándo hablamos, la manera de decir las cosas, la manera que me mirabas, me hacías revivir nuevamente y ser más fuerte, Abbie. Tu eras la ancla que me mantiene cuerdo aquí y quiero que siempre lo seas si es necesario, te amo, eres la chica más maravillosa. No te rendirás aquí o en otra batalla, ya eres demasiado fuerte. Y disculpa cuando fui un gran imbécil por dejarte ir —Beso su frente.—Quiero que luches como lo prometimos. Hacelo por Kian y la venganza que tendrá Collins. Nada se quedaría así y dariera mi vida por ti, tienes que despertar luego, princesa, ¿No crees que merecemos un viaje que me prometiste? —Pregunta burlón.

—Joven, ya tiene que descansar ya que si no se dio cuenta hace que su corazón se le acelere y pueda sucederle algo grave —Walter asiente sin quitar su mirada de Abbie.

Él sabía que ella lo escuchaba y seguiría intentando para recuperarla. Y está vez iba hacer diferente con ella, iba hacer como realmente es, Abbie conocerá la parte que nadie conoce.

Si era necesario volver a enamorarla lo haría con que todo sea diferente.

Walter va como puede a la sala de espera dónde se encuentra con Lucy, ella se levanta rápidamente para mirarlo.

—¿Despertó? —Pregunta nerviosa.

—No, pero ella me escucha y puedo hacerla despertar que no se le altere el corazón. Ya sabes, soy el amor de su vida y con una palabra puedo matarla —Le guiña el ojo.

—Algo que aprendí de ti, es que nunca cambiarás lo imbécil que eres —Se ríe.

WalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora