Walter

Capítulo 30

-A dónde me dirijo freyita -Dice burlón.

-Un bosque o lago. La idea es tomar y hablar, en total la noche es joven -Dice sonriente.

-Me gusta ese pensamiento. Deja todo a mis manos -Le sonríe.

-Siempre a sido así.

Dicho eso emprenden camino al lugar que la llevará Walter.

Abbie se había aburrido de mirar el paisaje en el camino que terminó quedándose dormida. Walter la miro de reojo y río, era mejor que duerma porque el camino donde quería ir no era cerca.

Su teléfono vibra, lo saca para ver en la pantalla quién llamaba, era Cassie.

Hace una mueca. Mira nuevamente de reojo a Abbie y corta la llamada.

-Las cosas que hago por tí freyita -Dice en susurro.

Esta vez apago el teléfono y lo guardo nuevamente en el bolsillo sin tener a nadie que lo molestara. Estaba decidido que esa noche la iba a disfrutar con Abbie.

[...]

-Hemos llegado bella durmiente -Dice con la voz raspada. Aclara su garganta cuando nota que Abbie estaba cómodamente durmiendo.-Vamos freyita, despierta -Toca su hombro.

Abbie al sentir la mano fría da un salto y mira a los lados preocupada. Pero cuando ve los ojos verdosos supiera con gran alivió.

-Lo siento, no quería que despertarás así pero.. -No termina la frase porqué Abbie habla está vez.

-Tranquilo, si de una o otra forma tenía que despertar -Ríe. Luego mira a sus pies para tomar la botella de tequila, le da un beso sonoro agradecida de tener la botella.

-Estas loca.

-Y tú un bipolar y aún así te quiero -Le guiña el ojo.

Luego abre la puerta de él auto para ganarse en la parte delantera. Mira a Walter quién estaba subiendole el sonido de la radio.

Abbie cierra los ojos mientras mueve su cuello lentamente al ritmo de la canción.

-Joder subele más que me encanta esa canción -Chilla. La verdad es que era primera vez que la escuchaba pero le gustó.

-No si lo noté -Ríe él.

Luego toma asiento alado de ella quién ya estaba tomando de el tequila. Hace una mueca al sentir el ardor bajar por su garganta.

Le pasa la botella a Walter quién también le da un buen sorbo. Hace una pequeña mueca pero a los minutos le da otro sorbo.

-¿Sabes que no tienes que tomar mucho? -Le pregunta.

-¿Vez la cabaña de ahí? -Apunta la pequeña cabaña pero linda.-Era de mi padre y ahora es mía, me la dió mi madre de recuerdo y suelo venir aquí cuando necesito estar solo, escapar de mis problemas y todo. Es acojedora -Le da el último sorbo a la botella para pasársela a Abbie.

-¿Y no has venido con Kian? -Pregunta ella.

-No, nisiquiera sabe que tengo está cabaña. Solo mi madre sabe que existe y bueno, ahora tú así que espero que no reveles mi escondite, freyita -Le da una mirada profunda.

-Oh, si claro. Tú escondite está a salvo conmigo -Le guiña el ojo.

-Así me gusta.

-Es cómodo desaparecer de los problemas por una noche y dejar de pensar en todo lo malo -Dice ella.

-Mejor suelta el trago y dame, te estás colocando algo sentimental y venimos a divertirnos -Se burla.

Abbie lo fulmina y le da un gran sorbo. Luego que termina empieza hacer muecas de asco y sus ojos se cristalizaron.

Le entrega la botella que ya le quedaba la mitad.

-¿Y desde cuando eres de acero? -Se burla.

-¿Porque?

-Que nunca te colocas sentimental y en cambio yo soy un pañuelo de lágrimas. Dame el secreto para tambien ser de acero -Se acomoda hacía atrás quedando acostada y los pies colgando.

-Me gusta que seas un pañuelo de lágrimas. Si fueras como las demás nisiquiera hubiera pensado traerte aquí, si que sigue así que de acero dejarás todo tu encantó -Se acomoda junto a ella.

-Eres fastidioso -Se burla. Luego mira el cielo apoyando su cabeza en el hombro de él.

-La verdad es que tienes cara de ser una chica mala pero no es así, aparentas algo pero no lo eres -Le entrega la botella.

-Las bobadas que hablas, parece todo un filósofo -Empieza a reír.

-Definitivamente el alcohol te está haciendo efecto -La mira para romper en carcajadas.

Abbie trata de tragar el liquido sin que estallará de la risa o saliera por la nariz el alcohol.

Cuando al fin lo puede tragar sin terminar toda mojada le da un breve golpe en el hombro a Walter.

-Casi muero -Se queja.

-Hubiera grabado tu cara -Empieza a reír.

-¿No te queda más alcohol en la cabaña? -Pregunta al imsonio.

Sin darse cuenta ya habían acabado de el tequila. Walter ya estaba acostumbrado a tomar licores fuertes si que no estaba tan mal a comparación como estaba Abbie.

-Vamos averiguar. Pero antes deja fumarme un cigarro -Dice sacando de su bolsillo la cajetilla de cigarros, Abbie lo mira esperando que le entregará uno y el como si supiera que ella quería le entrega uno.

En silencio se firmaron el cigarro. Walter está vez habla.

-¿Fumas cigarrillo de marihuana? -Le pregunta.

-Nunca, ¿Porque? -Pregunta.

-¿Te molestara si me fumo uno? -Pregunta y ella niega.

-Me molestará si no me das. Quiero probarlo -Dice desafiante.

-No creo que te guste.

-¿Que sabes? -Pregunta burlona.

-Como digas -Lo saca para prenderlo. Lo tenía ya armado desde la tarde pero no encontraba el momento adecuado para fumarlo.

Walter le da una caladas profundas y aguanta lo más que puede hasta que empieza tocer y ese acto fue hecho varias veces. Abbie mira todos sus actos para luego copiarlos.

Le entrega el cigarrillo de marihuana a Abbie y ella lo recibe. Hace lo mismo que Walter pero no podía aguantar como él y al instante empieza a tocer, sentía que se le iba a salir por la garganta los pulmones.

-Le diste una buena fumada, así se empieza -Dice entre risas. Abbie asiente y nuevamente le da otra calada profunda. Esta vez aguanta más pero el humo se le va por la nariz.

La garganta le dolía y cada vez que daba una calada larga aguantaba más que antes. Le entrega el poquito que quedaba o mejor dicho la colita y él le da las últimas fumadas para luego votarlo.

Abbie no sentía ningún efecto por el momento pero sin darse cuenta empezó a sentirse más liviana y con el efecto de el alcohol más rara se sentía.

-¿Que me diste? -Pregunta algo asustada. Walter la mira para empezar a reír como si no hubiese un mañana.

-No morirás si que relájate.

-Vamos por más alcohol mejor -Logra decir.