Capítulo 32

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-¿En serio tenemos que volver? -Abbie hace un puchero.

-Si no queremos que nos maten por preocuparlos, incluso deben estar como locos ya que apagamos los teléfonos -Hace una mueca.

-¡Tengo una idea! -Exclama feliz. Luego corre a buscar su teléfono y lo prende.-Llamare a Lucy y le diré que estamos bien y volveremos más tarde, mañana o jamás -Dice juguetona.

El ríe mientras niega con la cabeza.

-Eres un caso perdido freyita -Besa sus labios dulcemente.

-Tienes toda la razón, no tienes escapatoria conmigo -Si tira encima de el para apretar de sus mejillas mientras le sonríe angelical esperando que hará.

Justo cuando la había tirado a un lado de la cama se escucha en otra la línea la voz de Lucy regañandola.

-¿Abbie, me escuchaste? -Grita histérica.

-Si -Rueda los ojos.-Estoy con Walter y estamos bien, volveremos más tarde -Dice sin quitar la mirada de los ojos verdosos.

-Sabes algo, no te creo para nada. Tú y Walter se llevan siempre mal y se dañan constantemente que no es muy creíble eso si que deja tus mentiras Abbi.. -No alcanzó terminar porque Walter habla esta vez Walter.

-No miente, esta conmigo.

Esta vez Lucy se queda en silencio.

-Okey, nos vemos más tarde y cuidala o no dudare en golpearte cuando vuelvan -Dice amenazante. El ríe.

-Te la llevaré ahorcada -Se queja cuando ella golpea su hombro. Lucy ríe y luego dice un adiós para cortar la llamada.

-¿Qué podemos hacer? -Ella sonríe malvadamente.

-Con lo que estaba haciendo antes de que hablaras con Lucy -Sonríe par en par.

Ella traga duró y trata de escapar pero ya era tarde porque el estaba sentado en el estómago de ella y las rodillas las tenía en sus brazos. Saca un lápiz y empieza a a rayarle la cara, en cambio ella movía a todos lados su cabeza no ayudando mucho sino dejándole peor la cara.

-Me las pagarás maldita rata -Balbucea. Walter ríe de modo de respuesta mientras sigue con su trabajo.

-Te quedaría bien un pene entre medio de tus pezones.. -Dicho eso a los minutos después le había dibujado lo que había dicho.

Abbie se muerde el labio inferior impotente por no poder hacer nada. Planeando su venganza en silencio, sólo esperaba que Walter la soltara. Ella iba a levantarse a lavarse y después él iba a conocer con quién se metió.

Pero fueron minutos largos, él la miraba y contemplaba su divertida cara.

-¿Porqué miras así?, ¿Acaso quieres sexo? -Pregunta burlona.

-¿Debería? -Dice divertido.

-No estaría nada de mal -Le guiña el ojo. Estaba su venganza entre esas palabras.

-¡Nose diga más! -Sonríe par en par para quitarse la polera.

-Pero todo estará bajos mis reglas, ¿Tienes cuerda o un cordón?, algo para amarrarte a la cama -Le sonríe maliciosa.-Ya sabes, como las películas -Se escusa.

-Me dejarás amarrado y te irás, te conozco freyita.

Ella lo mira ofendida.

-Como crees que haría semejante cosa. Bueno -Se levanta.-No tenemos sexo entonces.

Walter bufa, se levanta y trae una soga.

-Sólo una mano, cosa que si arrancas pueda desamarrarla y poder ir a buscarte.

-Como digas -Toma la soga.

Sabía que su plan iría a la perfección. No abrían sospechas ni nada.

Le amarra una mano en la esquina de la cama y con la otra el se sostiene haciéndola pasar por amarrada igual.

-Trata de alejar esa mano de mi cuerpo -Apunta su hermano derecha con la mirada.-Ahora disfruta querido.

Abbie se coloca arriba de su miembro mientras mueve sus caderas en círculos lentamente. A los minutos puede sentir el miembro endurecer.

Estaba jodidamente caliente. Lo podía ver en su cara, eran más las muecas que hacía y la mano derecha por querer tocarla.

Pero al momento de mirar su cara y sus pezones con el pene no pudo evitar reír a carcajadas.

-No puedo así, no puedo con tu cara de esa forma -Suelta entre risas.

-Esperame aquí -Camina hacia el baño y lavarse. Cuándo lo hace busca a Walter pero no estaba.

Imite un chillido cuando siente que alguien la toma por atrás y la tira contra la cama. Walter se coloca encima de ella y toma sus muñecas para atarlas juntas contra la cama.

-Mi turno freyita.

No se vale, todavía no terminaba! -Exclama enojada.

-Cierra los ojos y relájate. Te ves estresada -Dice risueño.

-No es estresada es enojada y joder no hagas eso... ¡Oh dios mio! -Suelta con voz temblorosa.

Y eso que Walter sólo le introdujo dos dedos encima de sus bragas.

-Sabías que suele ser más excitante orite gemir mi nombre. Se siente genial, como que yo tengo el control, te puedo controlar y me gusta. Me gustas tú -Dice bajandole las bragas.

Abbie sonríe al oírlo decir eso. Estaba loquisima por él y no era la única, el también lo estaba.

Y en un momento a otro ya la tenía gimiendo su nombre.

-Di lo que piensas que lo quiero oír de tus labios -Dice deseoso de sus palabras.

-Me encantas, me fascinas.. ¡No hagas malditas preguntas y bésame que me tienes jodidamente loca!

Como niño obediente debora sus labios mientras con sus más la desata. Ella enrreda sus manos en su cuello y acaricia su nuca.

En otros minutos más él ya estaba dentro de ella apuntó de venirse. Tal vez en ese momento se vendría primero que ella. Al parece los movimientos que estaba haciendo Abbie estaban volviendolo loco.

Cuando llegan al clímax de recuestan. Igual que ayer coloca su cabeza en él pecho de Walter y suspira.

-¿Que hablan las personas después de tener sexo? -Pregunta ella.

-¿Broma?

-No.

-No lose. Nunca me quedo con alguien practicando, me incomoda y suelo huir siempre -Dice incómodo.

-Que raro, conmigo no lo has hecho.

-Eso mismo me preguntó, no puedo huir de ti solo que me acomodas aunque sueles ser un gran dolor de culo -Ríe.

-¡Hey!, ese eres tú -Ríe también.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Si, claro.

-¿Cómo sabes que tu padre está muerto? -Pregunta indeciso.

-Sólo tengo el presentimiento.

WalterWhere stories live. Discover now