Capítulo 4.

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Una onda expansiva de calor y polvo arrasó con todo a su paso, rompiendo los cristales del interior de la flota mientras el fuego avanzaba rápidamente hacia la superficie. _____ había tenido que ayudar a Vernon a salir, pues éste, por protegerla, había sido atravesado por un gran trozo de vidrio en su pierna derecha. Cuando Joshua lo vio, de inmediato corrió a ayudarlos y lograron salir a la superficie donde tuvieron que escudarse tras cualquier cosa para no ser alcanzados por el fuego que también había allí arriba.

—¿Qué está pasando aquí? —susurró Joshua antes de elevar la vista y ver a los jets que sobrevolaban la flota naval —Esos malditos. Todo fue una-

—Ya lo sabemos, Josh —se quejó el menor, tragándose todo su dolor.

—Jeonghan —reaccionó de pronto la joven —. ¡Jeonghan! ¡¿Dónde estás?!

A lo lejos, oyeron como alguien gritaba sus nombres y supieron que tenían que avanzar. Su amigo podría estar en problemas e igual o más herido que Vernon.

Con la ayuda de _____, Joshua cargó al castaño de rizos en su espalda y la joven comenzó a avanzar frente a ellos para cubrirlos. Sabía que sus armas no le harían mucho daño a esos aviones que los asechaban, así que se apoderó de la ametralladora del menor para comenzar a disparar, abriendo el paso.

—¡_____! Atrás viene uno —se alteró el mayor, pero ella rápidamente los cubrió y comenzó a disparar a los motores logrando que el jet pasara sobre ellos y cayera en la pista de despegue, llevándose por delante a otras naves, hasta explotar por la cantidad de combustible que había perdido.

—Esto es un infierno —murmuró Jeonghan al ver lo que pasaba frente a sus ojos, pero pronto vio a los demás y se alegró de que todos estuvieran con vida. —¡Chicos! ¡Rápido, suban! —les ordenó y les dio más potencia a los motores para que esa ave de metal comenzara a andar.

_____ fue la última en subir luego de haber derribado a dos aviones más. El problema ahora era que quedaba uno y aún peor, la pista de despegue estaba totalmente bloqueada por algún que otro jet en llamas.

—No hay de otra —habló el rubio y aceleró, teniendo una loca idea para salir de allí —. Esto puede ser el fin, pero tenemos que intentarlo para poder escapar.

—¡¿Estás loco?! ¡En cuanto choquemos con uno de esos jets, todo explot-! ¡Auch! —se quejó Vernon al sentir un pinchazo en su pierna. Joshua le estaba aplicando un antiséptico para evitar una infección, antes de proseguir y vendar la herida no tan grande, pero sí, profunda.

—No hay otra salida —confesó la joven que tomó asiento junto al rubio para ayudarlo a elevar esa cosa —Hazlo, Jeonghan. Ahora.

El joven asintió y subió la palanca para aumentar la velocidad, listo para acometer contra las demás naves. Contó hasta tres, conteniendo el aliento y fue entonces cuando el impacto llegó. Allí afuera se podía oír como las aves mecánicas eran arrastradas por el jet de motores encendidos y en pocos segundos hicieron explosión al chocar con las demás.

—Más potencia, Jeonghan —ordenó la pelinegra y el chico a su lado, obedeció mientras ella comenzaba a aplicar altura para que esa cosa se elevara —. Lo lograremos —susurró confiada, hasta que vio al último jet pasar en frente de ellos y arrojar un misil en su dirección —¡Mierda! —espetó de pronto y quitó las manos del rubio del control de mando para desviar la nave e impedir que el proyectil diera contra el ala.

La onda expansiva fue la única que los alcanzó, sacándolos un poco del camino, pero dos segundos después, lograron elevarse por los aires, teniendo como único obstáculo a la nave que ahora los perseguía.

Por Venganza (Nu'est) -3° Parte-Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt