Capítulo 14.- Sentimientos II

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Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo.

Advertencias: AU y contiene OoC . 

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EL SECRETO DE LOS KUCHIKI

Capítulo 14.- Sentimientos II

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El viernes por la mañana Rukia caminaba sola por los pasillos de la facultad, tomaría una de las clases en la que no estaban sus amigos.

—Hola. —un chico y una chica la saludaron con una sonrisa al pasar junto a ella.

—Hola. —devolvió el saludo sin detenerse.

Había hecho equipo con ellos días antes y gracias a Ichigo pudo socializar un poco, dejándoles ver que no era la muchacha presumida y antipática, que la mayoría de personas creían que era.

Antes de llegar a la entrada del salón vio a Bazz y sus amigos parados afuera. Suspiró y siguió avanzando con calma.

No quería tener problemas por lo que esperaba que ese chico no la molestara de nuevo, pero si lo hacía ya no actuaría tan sumisa como siempre.

Aunque si se detenía a pensar un poco, últimamente Bazz no la había molestado, de hecho actuaba muy raro, como nervioso, pero como a ella no le interesaba él, no le dio importancia.

Quiso entrar al aula sin prestarle atención, pero Bazz la detuvo del brazo, Rukia volteó a verlo a los ojos y en un acto raro él desvió la cara hacia un costado, en lo que parecía un gesto de vergüenza.

—No traes el libro. —mencionó el joven, soltándola.

—¿Disculpa? —parpadeó confusa. Él volteó a verla, pero esta vez sus ojos no denotaban burla ni menosprecio, eso la extrañó todavía más.

—No traes el libro de la clase, recuerda que hoy haremos un examen parcial y el maestro no dejará entrar a quien no lo tenga. —explicó el chico de peinado exótico.

—¡Se me olvidó! —exclamó angustiada.

Por las tardes había estado en el autódromo preparándose para el inicio del campeonato, y luego por la noche daba un pequeño paseo con Ichigo. Así que estuvo muy ocupada para recordar ese dato.

—Ebern, dame tu libro. —le ordenó a su amigo extendiendo su mano con la palma hacia arriba. —¡Que me lo des! —exigió al ver que el chico no se movía.

Ebern se lo dio porque no deseaba hacerlo enojar, pero estaba afligido por quedarse sin presentar examen.

—Ten. —dijo Bazz dándoselo a Rukia. Pero ella no lo agarró. —él va a reprobar de todas formas. —agregó al suponer lo que pensaba. —es mejor que lo aproveches tú.

Si lo analizaba por ese lado, era cierto, así que tomó el libro.

—Gracias. —le sonrió y el corazón de Bazz latió acelerado. Algo que muy pocas veces había sentido, y la mayoría fue a causa de las competencias donde participaba.

—Sí, como sea. —se dio la vuelta para que no lo viera avergonzado. Rukia entró al aula.

—Te pasas Bazz. —reclamó el chico sin libro. —esta vez estudié para el examen.

—Ya, no seas llorón. Te dejaré conducir mi auto por una semana. —dijo Bazz contentando a su amigo, luego junto a Cang Du entró al salón.

Quitó a un alumno de su silla para poder sentarse cerca de Rukia, a quien estuvo mirando de reojo cada vez que pudo.

El secreto de los KuchikiWhere stories live. Discover now