Two

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Louis movía su culo con incomodidad. Harry tenía una erección muy grande que no podía ocultar.

— Lou, dios quedate quieto —la voz del rizado era mas ronca de lo normal debido a la excitación. Eso provocó que el ojiazul soltara un pequeño gemido que supo ocultar con un "ataque de tos".

— Louis, cariño. Debes abrigarte. Es temporada de alergias —dijo una de sus tías con una mueca en su cara. Era su tía Helga, una enfermera muy entregada a su trabajo.

Louis le sonrió y le explicó que a veces el polvo lo hacia toser como loco. A lo que su prima Kayleigh se ofendió, ya que ella aseguraba que su casa, el lugar donde estaban reunidos, no tenia ni una pizca de polvo.

Él se retorció en las piernas del rizado solo para sentir un poco más el erecto miembro del mayor.

— Hazzie, te extrañe —susurró con un tono coqueto y pícaro en su voz. Harry soltó un "Yo también". El menor sonrió con autosuficiencia al escuchar la respuesta del rizado.

— Te acuerdas cuando me pusiste tan duro al saltar sobre mi cuando tenías siete años —hablaban bajo, no querían ser escuchados —. Joder, ahora diez años después me sigues poniendo caliente, Lou.

— Mmh, si. Aunque algo ahora a crecido mucho, uh —sonrió tímido, refiriéndose al miembro de su amante.

— Tu culo también creció demasiado, y me encanta Lou.

Soltaba pequeños suspiros al sentir la respiración del mayor en su cuello. Éste no podía controlarse, quería chupar y mordisquear el largo cuello de su pequeño primito.

Hablaron toda la reunión. Un poco excitados, un poco melancólicos. El rizado le contaba a cerca de su carrera de Fotografía; ahora sus fotos iban a ser exhibidas en una galería y él estaba que estallaba de la felicidad, se le notaba en los ojos al hablar de eso. Louis le decía como iban las cosas en la escuela y que estaba pensando estudiar Pedagogía infantil y que su sueño era crear un jardín de infantes.

Cuando ambos estaban riéndose y contándose extrañas anécdotas que habían pasado, una rubia chilló muy fuerte para luego gritar con su aguda voz de puberta.

— ¡Hazzzzz!

Louis gruñó fuerte al oír la fastidiosa voz de su hermana menor.

— Satán no hoy.

Louis soltó una carcajada al oir las palabras de Harry. Su hermana venía caminando tan rápido como se lo permitía sus piernas. Traía una falda corta y una blusa escotada.

Louis sentía vergüenza ajena, dios. Ella solo tenia catorce años y se vestía como alguien mayor. Además, su cuerpo era el de una niña, ese escote no dejaba ver nada ya que bajo él no había nada, en realidad.

— ¡Hola Harryyy! ¡Qué lindo estás! Y... —la rubia fruncio el ceño molesta, sus brazos se cruzaron a la altura de sus hombros y bufo—. ¡¿Qué haces en las piernas de Hazz?! ¡Bajate Louis! Le incómodas. Seria mejor que YO me sentase en ellas.

— Oh, hola Fizzy. Tranquila, Louis no me incómoda para nada —dijó colocando su mentón en el hombro del menor.

Louis rompió en carcajadas al ver la expresión de su hermana después de lo que Harry había dicho.

— Hazz... Yo soy Lottie. ¿No me recuerdas? —su labio inferior hizo un adorable puchero y sus ojos azules se cristalizaron.

— ¡Ah verdad! ¡Charlotte! Lo siento, no te recordaba —mintió con descaro y le sonrió.

— Oh... ¡Pues bien! ¡Adios! —se fue gritando, con las lágrimas rebosando de sus cuencas oculares.












Era las 8 de la noche cuando la gente se empezó a ir del recinto. Louis aún seguía en las piernas de Harry, muy cómodo si se le preguntase.

Era su hogar.

— ¡Louis nos vamos! —su mamá le espetó. A Johanna le dolía la cabeza de andar lidiando con sus hijos menores que solo sabían llorar y gritar.

— Ma... ¿Recuerdas que te comenté que hoy iba a pasar la noche en casa de Zayn? —Johanna hizo una mueca ya que no se acordaba de ese momento— ¡Tu nunca prestas atención a lo que te digo madre! Hace unos días te dije que pasaría la noche con Zayn porque era noche de películas.

Vil mentira, señor Tomlinson.

— ¡Oh si, claro! Ya me acuerdo —mintió la mujer por no quedar como la mala madre que no presta atención a los requerimientos de sus hijos — En ese caso, vamos que yo te llevo.

— Zayn pasa por mi, ma. Adiós.

En ese instante Harry se levanto de la silla rápido, por suerte Louis no se cayó ya que estaba sujeto al cuerpo del más grande. El castaño le frunció el ceño y, rayos, quería gritarle por qué demonios se había parado de la silla si él sabía que lo podía volcar. Pero no, no quería armar ninguna revuelo.

Luego de una despedida muy larga llena de besos por parte de su madre, tías y primas, Louis se encontraba afuera con Harry a su lado. El rizado estaba callado y tenía una mueca en el rostro. Lucia molesto.

— ¿Qué sucede? Te noto raro desde que hable con mi madre. ¡Cuando, por poco, termino en el piso porque el señor decidió levantarse de la silla sin consultarme! ¿Qué diablos Harry?

— ¿Quién es Zayn?

Louis abrió sus ojos con exageración para luego soltar una risotada que hizo que el mayor se encrespara y le mirara fulminante. La cara del pequeño adolescente estaba roja de la risa, mientras que la de el responsable adulto estaba roja de la ira.

— ¿Qué es tan jodidamente gracioso para que rías como si el mismísimo Charles Chaplin estuviera frente a ti?

— Que tu, ay espera, no respiro —los cinco minutos siguientes Louis río a carcajadas y sin ningún filtro —. Ya. Ya. ¡Dios! Soy un actor de primera. ¿Creíste que me iría con Zayn? ¡Ay, me ahogo! No puedo.

— No estoy entendiéndolo, Louis.

— Zayn es mi mejor amigo, si lo admito. Pero esta noche no es noche de películas, son los domingos. En todo caso, le mentí a mi mamá porque quiero estar contigo Hazzie —susurró con una voz coqueta y dulzona— Solo contigo Hazzie.

—Dios santísimo, Louis Tomlinson. Necesito ir a mi apartamento.

— Tu, yo y tu gran amigote —señaló la prominente erección de su primo— Necesitamos ir a tu apartamento.

El rizado sonrío para después dejar un corto beso sobre los labios de su pequeño, dejándolos con ganas de más y más.

Sassy Boy |Larry Stylinson|Where stories live. Discover now