Capítulo 21: El Jefe.

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 Cuando despertaron a la mañana siguiente, todos y cada uno de los agentes tenían ojeras bajo sus ojos. Sólo habían logrado dormir poco más de dos horas en toda la noche, la mayoría sin saber que había pasado realmente con Seungcheol.

Cuando todos se encontraron desayunando, Soon Young se encargó de explicarle sobre el coma inducido del líder general y la próxima visita de su padre al hospital.

—El horario de visita comienza en una hora, prepárense, si quieren tomar una ducha háganlo. Pero rápido, somos muchos y hay poco tiempo —dijo Soon Young.

—Y pocos baños —agregó Mingyu—. En serio, tienen una casa tan grande y solo tienen un baño por habitación.

—Mingyu, son seis habitaciones en total, ¿te parece poco? —inquirió Wonwoo poniendo los ojos en blanco.

—Basta de charla y váyanse a bañar, si quieren pueden usar el baño de Jihoon y Seungcheol —comentó el único líder presente—. Pero que no se enteren, me matarán. Mientras tanto, le pediré a uno de los empleados que lleve la copa al laboratorio.

Todos los chicos se prepararon para bañarse y así poder ir relativamente presentables al hospital donde conocerían a su jefe en persona. A pesar de haber vestido de manera casual y peinarse adecuadamente, las ojeras en sus rostros no se iban.

Nuevamente Mingyu, JeongHan y Soon Young condujeron las Land Rovers hasta el hospital. Al llegar, todos se dirigieron (guiados por Seokmin y Joshua) hasta la sala de espera donde Jihoon aguardaba su llegada.

—Jihoon, ¿cómo está Seungcheol? —preguntó Soon Young después de unirse en un fuerte abrazo con el mas bajito.

—Le están haciendo un chequeo para saber si reacciona a los estímulos auditivos y controlando su estado —asintió—. No pude dormir en toda la noche, mi aspecto es deplorable.

—Es bueno saber que hyung está bien y que tiene a alguien como tú para cuidarlo —sonrió Wonwoo.

¿El jefe aún no ha llegado? —preguntó MingHao y Jihoon negó.

—Antes de que él llegue, quería pedirles que no mencionen nada sobre mi relación con Cheol —los miró—. Él... no lo acepta.

—No diremos nada, pero ¿cuánto tiempo llevan juntos? ¿tres años? —pregunto Vernon y el líder del equipo armas movió su cabeza afirmativamente—. Es realmente asombroso que nunca los haya descubierto.

—Es la ventaja de que el hombre no viva en la casa desde hace dos años —sonrió.

El médico que había estado dentro de la habitación del líder general los autorizó a entrar, aunque sólo podían hacerlo de a dos personas ya que Seungcheol había despertado de la anestesia y podía oír todo. Los novatos insistieron en que primero entraran Jihoon y Soon Young.

—Cheol, cariño... ¿puedes oírme? —Jihoon se sentó junto a la camilla y tomó la mano de su pareja, mientras que el otro líder se cruzó de brazos junto a ellos, nervioso—. Si puedes hacerlo, aprieta mi mano.

Ambos se quedaron en silencio unos segundos hasta que Jihoon sintió como su mano era suavemente apretada. Una gran sonrisa de dibujo en su rostro y un sonoro suspiro salió de sus labios.

Hyung, nos hace tan felices que estés bien... —sonrió Soon Young— Seungcheol, ¿puedes mover tus dedos? —preguntó, fijando su vista en la mano de este.

En su mano tenía clavado un pequeño tuvo por el cual le era suministrado suero, y en su dedo índice había un oxímetro de pulso que controlaba (junto con otros cables conectado a su pecho) él ritmo cardíaco del azabache.

Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]Where stories live. Discover now