Flowers (Yaoi/Gay)

3: Adelfas

Estaba en el trabajo mientras escuchaba a mi jefe gritarle a alguien por el teléfono, eran casi las 4 PM y yo estaba ansioso por salir y llegar a mi casa, sí, estaba ansioso porque quería ver que otra flor había puesto ese anónimo y con que otras hermosas palabras me iba a sacar una sonrisa.

La verdad estaba algo nervioso también, no tenia idea de quién podía ser esa persona que últimamente estaba dejando aquellas hermosas flores y escribiendo esas cartas, yo era una persona tímida y encerrado en su propio mundo, no hablaba con las personas y si lo hacia era una conversación corta de trabajos grupales en la universidad o de trabajos en si que me pedían en la empresa.

La manecilla del reloj se movió dandome a entender que ya era mi salida y una emoción se alojó en mi estómago... No, eso era hambre, la emoción se alojó en mi corazón que latía algo rápido. Salí de la empresa “TechnoVid" casi corriendo.

No tardé en llegar y entré viendo a la señora Poms sentada en uno de los sillones del lobby con su bebé en manos. La saludé y ella me regreso el saludo comentando que pasara mas tarde por su apartamento ya que me tenia preparada una cena. Yo acepte gustoso y esperé el elevador.

La señora Poms era una señora muy agradable, fue la primera vecina que conocí al llegar a este edificio ya que al llegar ella me recibió con un delicioso dulce de arándanos. Era madre soltera aún que últimamente ella salia mucho y a veces me topaba con un señor muy elegante a su lado, me alegraba por ella, la señora Poms merecía alguien que la apreciara.

Entré al elevador y este subió con mucha lentitud... O eso era lo que yo sentía ya que estaba ansioso y mi pie derecho se movía constantemente en ese tic que tenia al estar nervioso.

El elevador llegó a mi piso y  no espere a que se abriera completamente para salir de este caminando a mi puerta.

Sonreí al notar que había una flor blanca y la típica nota pegada a ella.

Me acerqué a este y recogí la flor despegando con delicadeza la nota. Olí la flor sin dejar de sonreír y saque la nota del sobré con la perfecta caligrafía plasmando mi nombre.

"Para Tom L."

Abrí la carta y la leí.

"Tu mirada me seduce tanto como las adelfas seducen al sol,
porque con esa seductora mirada
encendiste en llamas mi alma calada..."

Con cariño
Un anónimo enamorado

Mi rostro se calentó un poco al leer la nota.

“¿Mirada seductora? ¿Yo?"-me pregunté sin terminar de creerlo.

Saque la llave de mi casa y entré. Dejé la adelfa en el florero y me quede mirando las flores.

"¿Quien serás...?"

Adelfas: Seducción