Investigando

9K 359 25
                                    

Cuando cierro la puerta de mi apartamento, me dejo caer con la espalda contra ésta.

Ada viene corriendo a saludarme y se coloca encima de mí. Se restriega contra mi mano reclamando atención. Yo la acaricio a la vez que cierro los ojos y suspiro. Los ojos esmeraldas de Harry no tardan en aparecer en mi mente y yo los abro rápidamente mientras agito la cabeza. ¿Por qué me pasa esto?

Lo había superado, quiero decir, lo he superado. Han pasado demasiados años y demasiadas cosas. Me costó conseguir que oír su nombre no me afectara. Justo cuando creía que había pasado totalmente de página va y se me aparece un 28 de diciembre. Es una broma del destino enviada el día de los inocentes.

El sonido estridente del timbre me sobresalta. Me levanto de un salto, haciendo que Ada maúlle enfadada, y cojo el telefonillo.

—¿Diga?

—Soy yo ____, ábreme.

Joder.

Abro a Aaron y vuelo a mi habitación. No me puede ver vestida con una sudadera claramente de hombre. El olor no puedo evitarlo ya que me he bañado con el champú de uno. Con las prisas me corto el dedo con un tornillo sobresaliente del armario. Al ver el puntito de sangre imágenes de la mano ensangrentada de Harry me aparecen como flashes por la mente.

Ha sido mi culpa. Lo más probable es que tenga un esguince o algún nudillo roto.

De nuevo el sonido del timbre me saca de mis pensamientos. Voy corriendo hacia la puerta mientras doy saltitos para acabar de ponerme mis pantalones.

—Hola —dice al verme.

Va vestido con su típico traje gris. Y digo «típico» porque tiene varios pares iguales. Lleva su pelo rubio cobrizo desaliñado y la corbata aflojada.

Sin quererlo me lanzo a sus brazos. Me siento fatal. Es como si le hubiera engañado, aunque claramente no lo he hecho.

-Vaya recibimiento —murmura contra mi cuello—. No me importaría que lo hicieras cada vez que venga de trabajar.

Me separo de él y levanto una ceja.

—¿Y no lo hago? —Suelta una risita ronca mientras cierra la puerta.

—Es cierto, siempre lo haces.

Sonrío satisfecha. Aaron me empuja hacia él y junta nuestros labios en un tierno beso. Es extraño. En realidad nuestros besos siempre lo son.

—¿Te ha ido bien el trabajo? —pregunto mientras voy a la cocina. Las pastillas me han hecho bastante efecto y ahora tengo hambre.

—Sí. Nada importante que cubrir, pero qué le vamos a hacer...

—¿Quieres algo?

Él niega a la vez que se sienta en el sofá.

—Gracias.

Me preparo un pequeño bocadillo y pongo comida en el bol de Ada. Al ver como comienza a comer me siento junto a Aaron en el sofá.

—____, tengo una mala noticia.

Le miro por encima del bocadillo. Ya sé lo que me va a decir.

—Tienes que trabajar toda la semana, ¿verdad?

—Me voy a Los Ángeles este martes.

Calculo mentalmente y los ojos se me abren como naranjas.

—¿La noche de fin de año? —Él asiente mirando el suelo—. ¿Pero qué es esto?

—Lo sé... pero entiéndeme, ¡no es mi culpa!

—¡Sí es tu culpa! —exclamo fulminándolo con la mirada—. Tienes que aprender a decir que no.

Competition [BSE II] | Harry StylesNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ