Su reflejo en el espejo era peor de lo que había imaginado. Sus párpados estaban hinchados y sus ojos encendidos, y casi podía distinguir cada venita roja dentro de ellos. Uno de sus pómulos se había inflamado un poco y ya comenzaba a adquirir un color rojizo. Ahora sí dolía un poco. 

La asaltó la primera duda. ¿Dónde está Niall? 

Caminó por el pasillo que hacía algunas horas estaba atestado de personas teniendo una noche grata y llena de música. Podía imaginarlos ahí, riéndose y bebiendo un poco de cerveza, y desaparecían a medida que Nick avanzaba por él, a pies descalzos sobre el piso alfombrado. En la sala dormían Harry y Zayn, cada uno ocupando el largo de un sillón. 

En la terraza, un montón de vasos plásticos tirados por ahí, manchas de alcohol en la cerámica y las imágenes de la pelea, aún secándose. 

Volvió al pasillo y caminó, ésta vez hacia el final. La habitación de Maura era la última y la puerta estaba medio abierta. Miró a través del espacio que dejaba; un bulto respiraba lenta y profundamente bajo las sábanas. Caminó con cuidado hasta encontrarse a su lado. 

Las cobijas dejaban entrever uno de sus ojos dormidos. Estaba hinchado también, angustiado y lleno de rabia. Nick frunció sus labios. Todo era su culpa. 

Segunda pregunta. ¿Haría las cosas bien algún día? Y tercera. ¿Dejaría de causar problemas?

Niall no merecía nada de lo que había sucedido. Y ella quizá no merecía tenerlo a su lado siempre. No había merecido todos esos momentos en Brighton, no merecía ni una sola caricia que proviniera de él, ni una palabra, ni una sola de sus sonrisas. No eran para ella. No podían ser para ella. 

Suspiró. 

Rodeó la cama y se metió debajo de las sábanas junto a la espalda del chico. Se apoyó con suavidad sobre una de las almohadas y se quedó mirándolo por quién sabe cuánto tiempo. El sol ya había comenzado a salir y el tormento le oprimió el pecho con fuerza. Todo esa su culpa, joder. Era tan estúpida. Era una niñata estúpida. 

—Lo siento —Gimió. —lo siento tanto. 

Niall tomó y botó una buena cantidad de aire, se volteó y la miró con ojos pesados. La acercó a él con sus brazos y besó su cabeza, luego apoyó su mentón sobre ella y pareció no haberse despertado jamás. 

En ese punto Nick ya había comenzado a llorar, luchando por no ser oída. —Lo siento —susurró. Hundió su rostro en el pecho de Niall e intentó dormir también. 

Pero sólo podía preguntarse cómo había comenzado todo. En qué momento se había enojado tanto con Jake. Y pensaba en la forma en que lo amaba, en cuánto dolor sentía de solo ver su rostro golpeado y magullado y en cuánto había merecido, por lo bajo, ese golpe en su pómulo. 

Por un segundo se preguntó cómo habría quedado el rostro de Jake. Y lo odió. Y deseó no volver a verlo jamás. 

                                                                   ***

El cuerpo inquieto de Niall la despertó más tarde. El día estaba nublado, y esperaba tener un poco de lluvia. Se deslizó bajo las sábanas y salió de la cama. Arrastró sus pies por el pasillo, nuevamente y salió al patio trasero, donde Zayn y Liam se encontraban recogiendo vasos plásticos, papeles y envases de vidrio. Algunos rotos. 

Deseó recoger tambien la culpa y la rabia que sentía consigo misma. Pero no parecía una tarea fácil. No por ahora. 

—¿Los ayudo, chicos? 

Ambos dejaron lo que estaban haciendo y la miraron con ojos lastimeros. Luego se miraron entre ellos. —Ah... No, Nick. No te preocupes. —Respondió Liam. —Descansa un poco. 

Haciendo caso omiso, entró a la casa y buscó una bolsa en la cocina. Salió de nuevo y se dispuso a recoger basura con ellos. —Ten cuidado, hay algunos vidrios en el suelo —Le advirtió Zayn, asumiendo que no ganaría nada con insistir en que descansara. 

 Con el transcurrir de la mañana, Harry y Louis despertaron también y entre todos terminaron de limpiar y ordenar la casa. Desayunaron omelette preparado por Lou juntos en la cocina y hablaron sobre el encuentro. Era necesario que Nick les explicara un poco el problema, para que ellos comprendieran cuáles habían sido los antecedentes de la pelea. Niall no peleaba con las personas, y si lo había hecho, claro que tendría una razón de peso. 

Harry revisó un pocó su pómulo, que de a poco había comenzado a ponerse de un color mezclado entre azul y verde oscuro. —Bueno, —dijo —esto obviamente va a convertirse en un feo moretón. Pero descuida, pronto dejará de doler. 

Harry no era ningún experto, pero sabía de lo que hablaba. Su padre era médico.

Lástima que no habían tenido tiempo de hablar sobre la parte que sólo él sabía, contarle sobre los días en Brighton y lo cariñoso que Niall se había vuelto con ella.

Antes de que los chicos se fueran, Nick les agradeció por todo, a lo que ellos, obviamente, dijeron que no era nada, que no tenía que agradecer, y que podía quedarse tranquila en cuando a culparse a sí misma por todo. 

Niall despertó por la tarde. Almorzaron y más tarde ella fue a su casa por cremas, correctores faciales y polvos de Jane. Eran cosas fáciles de usar y ayudarían muchísimo. Entonces, Niall se había recostado sobre sus piernas cruzadas y mientras ella le untaba crema y la esparcía con pequeños círculos que dibujaba con sus dedos, siempre con mucho cuidado de no tocar alguna herida o hematoma, hablaron sobre el tema. 

Estaban bien de nuevo. Aunque los ánimos no se recuperaban aún por completo. 

Niall se odiaba a sí mismo también, por haberla golpeado. 

Nick se encargó de maquillarse a sí y a Niall con el corrector y los polvos, para cubrir, sobre todo las heridas de Nialler, que estaban feísimas. Cada vez que le miraba y veía su piel, sentía que se cortaba algo dentro de ella, como si las heridas se reflejaran en sí misma. Seguía siendo la culpable y esas heridas se encargarían de recordárselo por muchos días. 

Not The Right One (fanfic n.h)Where stories live. Discover now