Game Over, Ian.
Y ahí estábamos, nuevamente, de pie, frente a frente. Simplemente la única situación que quería evitar.
-Ian.
-Hola... Yo sólo...- no dejé que terminara y comencé a caminar, dejó sobre la mesa unos dólares y se aproximó hasta a mi de nuevo.- Vine a buscarte.
-Sentado en una cafetería jamás ibas a encontrarme.
-Y te encontré.- se puso frente a mi, obstruyendo el paso.
-Tengo prisa, Ian.
-Debemos hablar.
-No, no hay nada de qué hablar.- pasé por su lado.
-Te equivocas.- volvió a bloquear mi camino.- Hay mucho de que hablar, cosas que aclarar.
-Yo pienso que tu desaparición por meses y el ignorarme dejó suficientemente claro todo esto. Ahora, necesito comprar una pizza. Quítate.- rodó los ojos dejándome pasar.
-No te hagas del rogar, Madd, yo sé que tú querías verme de nuevo.- me detuve en seco y me di la vuelta.
-Tú lo has dicho, quería, quería verte y por eso fui a buscarte, ya no. Es más ni siquiera estoy segura de si quiero seguir con esta conversación, sal de mi vida, Ian, déjame en paz.-
-No puedes simplemente terminarlo así.
-Si puedo, si tú pudiste dejarme sin decir palabra alguna, yo también y eso es lo que estoy haciendo. Se acabó, se acabó desde hace mucho.
-Déjame arreglarlo, déjame volver a conquistarte, sé que aún sientes algo por mi, porque yo aún tengo sentimientos por ti.
No podía.
No te arrojes a sus brazos, Maddison.
-No. Yo no siento nada por ti.
-¿Me odias?
-He dicho que no tengo ningún sentimiento hacia ti, dejaste de interesarme tanto, que ni siquiera puedo odiarte. Adiós.
Aceleré mis pasos para llegar a la pizzería. Me senté a esperar mi pedido en alguna de las mesas, Derek entró y también ordenó, después me vio sentada.
-¿Me puedo sentar?-Asentí mientras giraba una pajilla en mis manos.- y... ¿Que estás haciendo aquí?-Le lancé una mirada llena de obviedad que notó lo tonto que había sido su pregunta.
-¿No es obvio? -apunté el servilletero que tenía una pizza estampada.
-¿Vienes a robar servilletas?
-Derek...
-Es broma. ¿Estás bien?
-No, ¿Recuerdas a Ian?, el tipo que lleva a donito a la tienda-asintió mirando a un punto fijo, supongo que intentando recordar el rostro del sujeto.- Con el que me puse una bolsa de semillas en la cabeza.
-Ah sí, lo recuerdo, sabía que tenías algo que ver con él.
-Mas de lo quisiera, de hecho.- me arrepentiré de esto.- Tuvimos un pequeño romance y... Y bueno, no funcionó y ahora ha vuelto diciendo que quiere intentarlo de nuevo.
Traté de que la versión sonara lo más dulce posible.
-¿Y?
-¿Como que "y"?-asintió.
-Pues vuelve a intentarlo.
-No, es que no es tan fácil...
-Tu lo haces más difícil, supongo, si él vuelve es porque en serio siente algo por ti.
ESTÁS LEYENDO
He is Ian ©
HumorACLARACIONES ⚠️ Debo advertir que esta historia está llena de clichés, mala redacción y errores (horrores) ortográficos, la escribí cuando tenía aproximadamente 14 años, como toda primeriza que era, cuando tenía mucho tiempo libre y más imaginación...