Harry II

16.2K 713 80
                                    

No podía soportarlo. Agarré el lavabo con tal fuerza que mis nudillos se volvieron blancos, miré fijamente mi cara llena de lágrimas en el espejo. Estaba tan enojada. Conmigo misma; con mis padres; con Voldemort, sí podía decir su nombre, estaba enojada con el mundo.

Aunque la marca en mi antebrazo estaba cubierta, se sentía como si fuera inolvidable, no podía ignorarla. Era un símbolo de mi circunstancia: mi esclavización del sombrío destino de mi cobarde padre. Mis dedos la trazaron, doliendo al más mínimo intento de arrancarla, pero sabía que ni siquiera la magia podría quitarla.

Cuando una lágrima caliente cayó de mi mejilla, una oleada de odio a mí misma se apoderó de mí. Estaba allí mirando una cara que difícilmente soportaba ver. Olvidando que tenía una varita, mi puño golpeó con una fuerza todopoderosa el espejo delante de mí. Dolía, por la barba de Merlín que dolía. Pero disfruté el dolor, cualquier cosa para distraerme.

El ruido que había creado parecía haber llamado la atención, oí la puerta del baño abrirse detrás de mí. No tuve tiempo para reaccionar, sólo para reprimir un sollozo.

- Estás bien?- pronunció una voz que no esperaba oír en el baño de chicas. Harry Potter, qué estaba haciendo aquí?

- Sí, estoy bien. Déjame en paz.- insistí, a pesar de la evidencia que demostraba lo contrario.- Por favor.

- No puedo.- dijo.- No cuando te he encontrado así, no cuando me siento de esta manera.

Mi actitud a la defensiva fue olvidada momentáneamente cuando la curiosidad me venció.

- Cómo te sientes exactamente?- dije con voz ronca.

- Bueno, yo... A la mierda! Me gustas mucho.- exclamó, reprimí un jadeo.

Él me gustaba, lo sabía, pero cómo él podía sentir lo mismo? Ya sea que estuviera diciendo la verdad, burlándose de mí o compadeciéndose, sabía que no podía aceptarlo, no cuando yo era lo que era - un mortífago.

- Déjame en paz.- repetí.- No me conoces; no sabes nada sobre mí. Si lo hicieras, no dirías eso. Soy un monstruo.- Sentía que una mano descansaba sobre mi hombro y no podía evitar dar la vuelta. Mantuve los ojos bajos, incapaz de mirarlo a los ojos.

- Liss.- susurró. Cuando me negué a mirar hacia arriba, él me levantó la barbilla hasta que nuestros ojos se encontraron.- Liss, no eres un monstruo. Eres lo que eliges ser ahora, no lo que elegiste ser antes.

Harry Potter ➳ One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora