Conjunto de One Shots (o imaginas, como quieran llamarles) y cosas varias que salen de mi imaginación, o las traduzco de tumblr, sobre los distintos personajes de Harry Potter. Si quieres algo de alguien en específico, sólo dímelo :)
Todo el...
- Newt? Estás ahí abajo?- pregunté en la maleta y un segundo después escuché algo estrellarse y una maldición.
- Me disculpo, Pickett. Qué?... No, no voy a lavarme la boca con jabón... Ok, ok, lo haré.- Newt suspira por el pequeño bowtruckle lo que hace que me ría en silencio.- Hey.
Una sensación de calor se forma en mi estómago cuando Newt me sonríe.- Estoy lista.
- Lista con qué?- pregunta confundido con el ceño fruncido.
- Con la cena? Navidad, recuerdas?
No necesité mirarlo a los ojos para saber lo que estaba pensando. Desde "Oh, recuerdo que había algo" hasta "Ya olvidé su cumpleaños y ahora lo arruino de nuevo".
- Puedo ir a donde estás y comemos allí?- propuse y él asintió con la cabeza.
Con un pequeño movimiento de varita todo lo que cociné apareció abajo antes de saltar en la maleta.
Newt me atrapó, dándome una mirada de disculpa antes de besarme. Como siempre, es sólo un beso corto y dulce, pero es suficiente para mí.
- Feliz navidad.- susurró, con sus ojos llenos de amor.
- Feliz navidad.
Juntos nos sentamos en la colina, comiendo mientras miramos a los mooncalfs jugar.
- Sabe delicioso.- Newt elogia y aparece un ligero rubor en mis mejillas.- Quería decirte algo.
Mi corazón empieza a latir un poco más rápido por la seriedad en su voz. La papa se mueve lentamente por mi garganta de forma incómoda mientras trago con fuerza.
- Te amo... No tienes que responder, yo sólo...- él dijo nerviosamente.
- Yo también te amo.
El siguiente beso que compartimos es más apasionado y me sorprende la cantidad de deseo que Newt puso en él.
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Credence
Un Credence inseguro me mira, sobando sus manos.- Realmente podría ayudarte, T/N. No me molestaría.
- Lo sé.- suspiré.- Pero, por favor, disfruta tu tiempo libre.
- Pero...
- Credence!- le interrumpí un poco áspera y me arrepentí al ver que él retrocedía.- Lo siento por mi impaciencia.
No es fácil para nosotros dos. Probablemente nunca lo será, pero lo estoy intentando.
- Ven acá.- dije suavemente mientras tiro de él en un abrazo.
Cuidadosamente descanso mi cabeza en el hueco de su cuello, inhalando su aroma increíble mientras que él envuelve sus brazos alrededor de mi cintura. Sus ojos están cerrados por el disfrute.
Me duele lo vulnerable que puede ser en tales situaciones.
- Sólo quiero la navidad perfecta para ti. Con mucha comida y regalos.
- Re-regalos?- él pregunta en pánico, sus latidos se aceleran.- Y-yo no tengo...
- Shh, está bien.- suavemente puse mi boca en la suya, esperando que él respondiera.
Con la respiración pesada él se quedó en esa posición antes de mover lentamente sus labios. El beso se siente cálido y suave, y Credence se vuelve más cómodo dejando a sus pulgares jugar con la tela de mi camisa.
Al romper el beso nos quedamos en la misma posición, sosteniéndonos el uno al otro.
- Te amo, Credence. Nunca olvides que eres el mejor y más grande regalo para mí.
Suavemente limpio una lágrima de su mejilla.
- Yo te amo más.- él susurra antes de darle otro beso corto en los labios.
- Ven. Quieres pudín de chocolate o vainilla?
- Puedo tener ambos?
Me doy la vuelta sorprendida y asiento con una sonrisa.- Todo lo que quieras.
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Graves
Si debo ser honesta, no quiero ir a casa. Los últimos meses con Percival fueron una prueba crucial para nuestro matrimonio. Por eso es que estoy más que asombrada cuando aparezco en el pasillo de la casa y veo la decoración de navidad.
- Percival?- lo llamé mientras me quitaba el abrigo y desaparecía en el armario.
- Estás en casa.- Percival sonríe y toma mi mano para presionar un beso en ella.- Te gusta mi pequeña sorpresa?
- Sí.
Como siempre, me quita el aliento cuando me besa con una pasión ardiente. Cuando rompo el beso, Percival toma mi mano y juntos vamos a la sala de estar. Sorprendida y con una pequeña sonrisa miro el árbol de navidad y la cantidad de regalos debajo de él.
Me recuerda a las pasadas navidades donde pasaba horas delante de la chimenea, rodeada de mi comida favorita y regalos. Pero nada era más hermoso que estar en sus brazos.
- Sé que no puedo comprar tu perdón.- dijo mientras me abrazaba por detrás.- Fui un marido terrible en los últimos meses y te mereces algo mejor. Pero espero que podamos resolver las cosas.
- Yo también espero eso.- giro mi cara y lo beso en la mejilla.
- Perdóname, T/N.- él suplica tranquilamente y sacudo la cabeza.
- No hay nada que perdonar. Yo tampoco era perfecta.- digo al robarle otro beso.
- Feliz navidad.
- Feliz navidad, mi amor.
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