Solo dispara (Thomas Brodie-Sangster)

Viejos conocidos

Narra Thomas

Dicen que la primera vez que le quitas la vida a alguien es la más difícil, la que te provoca pesadillas aterradoras y la que te arrebata un poco de humanidad, después viene la segunda vez, donde hacerlo es menos doloroso y donde las pesadillas van desapareciendo y por ultimo las tercera, en donde ya no duele, las pesadillas han cesado y tu alma ha sido vendida a diablo, es algo así como una bienvenida al infierno. Pero conmigo era diferente...

Las pesadillas nunca disminuyeron, al contrario, la mayoría de las noches me atormentaban. Rostros fantasmales que aparecían, sumergiéndome en un mar lleno de dolor, angustia y culpa; voces que juzgaban mis actos y  por más que tapara mis oídos, estas no cesaban, estaban dentro de mí.

Había perdido ya la cuenta de las personas con las que había jugado a ser verdugo y siempre me repetía que era la correcto, que eran personas malas a las que no les importaría hacerme lo mismo, pero en el fondo, cada vez que jalaba el gatillo, una parte de mi alma desaparecía, me estaba convirtiendo en un monstro, si no es que ya lo era, si, ya era un ser despreciable.

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La noche era fría, más de lo que acostumbraba serlo es esa época del año, ni siquiera la calefacción del auto hacía que mis manos dejaran de estar heladas, o quizá no era el clima, quizá era el hecho de saber que hoy alguien moriría a manos mías, otra noche siendo verdugo, otra noche que no dormiría.

A mi lado estaba Matt, y en el asiento trasero kurt y Jeremy, todos esperando a que el objetivo saliera.

Alrededor de la 1:00 de la madrugada, salió un hombre del edificio; llevaba una gabardina y una bufanda que le cubría la mitad del rostro.

-Es él- hablo Matt encendiendo el auto.

Comenzamos la marcha, siguiendo con cautela al hombre, quien se detuvo a comprar en una tienda de 24 horas y prosiguió su camino adentrándose en el parque. Matt detuvo el auto y ordeno que bajáramos de este para seguir a pie.

La luna se había ocultado y el hombre acelero su marcha al notar que personas lo seguían, en un instante echo a correr y nosotros detrás de él. Cuando llegue al lugar; un puente, Kurt y Jeremy ya lo tenían en el suelo arrodillado. Sus ojos eran de un azul profundo, que me recordaban a alguien, pero cuando le quitaron la bufanda me quede paralizado, conocía a ese hombre, era el señor Graig, quien había sido mi vecino y como un segundo padre para mi.

Hola, personitas de Wattpad, si, lo se por fin he actualizado y les pido miles de disculpas por tardarme tanto y sobre todo les agradezco su paciencia, prometo que mañana o pasado subiré la segunda parte de esta capítulo. Otra vez millones de gracias por leer esta historia.

(El señor Graig en multimedia)