Sol de medianoche [KHR!]

*~ Cielo nocturno ~*

&.

Tsuna odiaba ir a la escuela.

Lo detestaba por sobre todas las cosas. No importaba cuantas veces se lo dijera a su madre, ella siempre le obligaba a ir alegando que sería divertido, que sus amigos le esperaban ansiosos. Patrañas, no existían clases divertidas y tampoco tenía amigos que se preocuparan por ella. Tsuna solo era Tsuna, la dame de la clase y posiblemente de todo el colegio.

Las chicas se burlaban de ella y los chicos le gastaban bromas, algunas veces ni siquiera tenían que molestarse en meterle el pie, ella se caí solita, sin necesidad de ayuda.

No era especialmente buena en nada, sus notas estaban por debajo de la media y apestaba en los deportes; era demasiado torpe, tímida y simple, todo lo que nadie quería. Su cabello no era lustroso y sedoso, su cuerpo no era curvilíneo como el de las chicas de su edad, no se arreglaba las uñas ni tampoco usaba bonitos accesorios y su ropa no era exactamente femenina. Sus rasgos incluso podrían considerarse infantiles. Nada atractivo.

Tsuna era todo lo contrario a Kyoko, la idol de la escuela y la feminidad encarnada. Sus gestos eran delicados al igual que sus rasgos, siempre cálida y amable, incluso con alguien como ella.

-A un lado dame-Tsuna

-Estorbas

Los empujones en sus costados casi le hicieron perder el equilibrio. No le dio tiempo de quejarse, los chicos ya se habían alejado lo suficiente para no escucharla, y aun cuando lo hicieran la ignorarían.

Hizo un mohín enfadada. Avanzó lentamente a Nami chuu, pero no lo suficiente para llegar tarde y ganarse un castigo por parte del comité disciplinario y su sádico prefecto. Hacer novillos era una idea tentadora, pero no era lo suficientemente valiente para escaparse del colegio, no era valiente en lo absoluto. Odiaba su vida escolar, pero no lo suficiente para querer morir a manos de Hibari.

Los cotilleos en los pasillos eran pan de cada día, pero esa mañana especialmente parecían exaltar a sus compañeros como pocas veces. Cuando sacaba sus cosas de la taquilla pudo escuchar algunas palabras sueltas de un pequeño grupo de chicas a escasos pasos de ella.

Profesor. Nezu-sensei. Accidente.

No le sorprendió en lo más mínimo que el hombre en cuestión no apareciera para impartir clase, después de todo la mayoría del cuerpo estudiantil se había encargado de hacer circular la noticia como pan caliente. Tsuna se había limitado a recostarse sobre el pupitre y mirar el cielo mientras sus compañeros charlaban a su alrededor, ignorándola como de costumbre. No disfruto ni cinco minutos cuando algunas bolitas de papel fueron a parar a su cabello y un avión se estrello a sus pies. Cuando lo desdoblo se encontró con un dibujo deforme de ella misma y la palabra DAME sobre su cabeza y varias flechas señalándola. Un pequeño grupo de compañeros se rieron al ver su reacción. Tsuna se recostó nuevamente sobre el pupitre con los brazos cruzados y el largo cabello como único escudo contra el mundo exterior.

Por eso detestaba ir a la escuela.

-o-

La clase se sumergió en un tenso silencio cuando el profesor suplente lanzo la tiza contra Yamamoto Takeshi al contestar erradamente el problema en la pizarra. El moreno había logrado esquivar el proyectil gracias a sus reflejos de beisbolista, pero eso no había evitado que la tiza se clavara en la pared posterior del aula como si fuera una bala.

El hombre que en un principio había sacado suspiros enamoradizos de sus compañeras y las miradas descontentas de los chicos, ahora parecía amenazante, con un aura poderosa y aplastante que dominaba al grupo entero. Tsuna se encogió en su sitio temiendo ser la siguiente, era pésima en matemáticas, peor que cualquier otro. Estaba muerta.