Capítulo 1: Venecia

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Hola mis queridos lectores, hoy me siento Santa Clos y vengo a dejarles un regalo de navidad, un pequeño fic en el que estuve trabajando desde hace tiempo, es algo así como un especial pero no se relaciona con ninguno de los fics largos que llevamos hasta el momento, es un Hannigram AU, en el que me he tomado muchas libertades pero que aún así deseaba compartir con ustedes. Gracias por su apoyo y sus comentarios, sepan que los quiero mucho y me hacen muy feliz al participar en mis locuras. Espero que ésta historia les llegue al corazón puesto que le imprimí mucho sentimiento.  

Como ya es mi costumbre les dejo música para que puedan adentrarse mejor a la historia, he creado una play list a modo de soundtrack espero les guste. 

Dedicado a Danya RoseLove, gracias por ser mi Beta reader querida, espero que disfrutes la historia. 

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El avión en el que viajaba descendía con prontitud, sus ojos azules cristalinos como el cielo de ese día de verano, se mantuvieron en el paisaje de la estrecha ventanilla oval. Era la primera vez que viajaba solo y la primera que visitaba Venecia. William Graham llevaba años soñando con poder viajar a aquella ciudad italiana cuna de paisajes únicos y preciosas construcciones renacentistas. A sus 24 años de edad y recién graduado de una licenciatura en artes visuales y fotografía, aquel viaje por el que había ahorrado casi toda la carrera, con pequeños trabajos reparando motores de botes y motocicletas, era una aventura de proporciones mayúsculas.

Sus ojos miraban con impaciencia el paisaje a 30 mil pies de altura, Italia se distinguía desde el aire por sus viejos techos rojos que eran cada vez más nítidos a medida que el avión descendía.

Cuando el avión tocó tierra tembló de emoción, pasaría dos semanas para fotografiar paisajes, rostros y el folclórico Carnaval de Venecia, uno de los eventos más esperados del año, sería simplemente magnífico.

—American Airlines agradece su preferencia y espera su próximo retorno— una voz femenina resonó en el altavoz del avión primero en italiano y luego en inglés, Will se levantó de su asiento y bajó lentamente detrás de los pasajeros que hacían una fila interminable en cuanto el descenso fue permitido. Sintió un agradable nerviosismo clavándose en su estómago cuando el aire cálido y terroso le dio la bienvenida. El aeropuerto Marco Polo en la Ciudad de Tessera sería su primer parada para recorrer Venecia.

El calor del verano le provocó un ligero sofoco cuando salió del aeropuerto, compró un boleto para viajar en el autobús azul que lo llevaría a la Piazzale Roma. Esperó 15 minutos a la llegada del trasporte inmerso en su diccionario de italiano intentando imitar el acento de algunas personas a su alrededor. El autobús arribó a la estación y Will subió después de algunos otros turistas, no llevaba demasiado equipaje, sólo su equipo de fotografía y una maleta. Le agradó que su asiento fuese junto a una de las ventanas del lado derecho del autobús, sentía la necesidad de contemplar el paisaje y de esa manera observar los lugares en donde debía inmortalizar su visita a través de su cámara. A su lado se sentó una mujer con una niña en su regazo, la niña parecía inquieta, la madre reprendía su comportamiento en un idioma que Will no supo identificar, tal vez alemán o danés, no estaba seguro, ella volteó hacia él y le pidió disculpas en un perfecto italiano.

Non c'è problema— contestó Will intentando sonar lo más normal posible, sin embargo, su acento americano le hacía sonar un poco acartonado. La mujer continuó batallando con su hija mientras el trasporte se desplazaba por la carretera y él optó por colocarse sus audífonos y mirar por la ventana.

A Través de tus ojosWhere stories live. Discover now