Un idiota muy adorable

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-¡Eres increíble!- Exclamó un exasperado Will.

-¡Sólo déjame en paz de una vez!- Dijo Nico, dándose la vuelta para mirarlo.

-¡No, no sabes cómo cuidar de ti mismo!

-¡No es de tu incumbencia, SOLACE! ¿Por qué siempre tienes que ser tan molesto?

-¡ES DE MI INCUMBENCIA! Porque eres tan terco y estúpido, sólo estoy tratando de...

- Oh, así que estoy siendo estúpido ahora, ¿no?

-¡AHORA Estás malentendiendo lo que estoy diciendo!

-¡Argh! ¡ESTOY HARTO DE TUS REGAÑOS, WILL!

En ese punto de su discusión, Nico estaba tan furioso que era seguro de que los esqueletos pronto comenzarían a surgir de la tierra si no prestaba atención de sí mismo. Will debió haber reconocido algo en su expresión, porque entrecerró los ojos hacia él.

-No te atrevas a enviar esqueletos hacia mí, di Angelo...

-¿Pruébame?- gruñó Nico cuando finalmente se hartó, y se quedó mirando el suelo temblando a su alrededor. Dejó que la ira inundara el frío suelo, emergiendo de ella tres esqueletos que se arrastran por las grietas.

-¡Ahora estás cruzando la línea!- le gritó Will, y Nico se molestó más ya que nunca se dejó intimidar por los esqueletos.

-¡Así que deja de FORZAR ME!- Le disparó a la espalda, y Will tuvo la suerte de ser su novio porque eso era lo único que mantenía a Nico desde el envío de los esqueletos de la carga, y en lugar de enviarlos de vuelta al inframundo. A medida que las grietas se cerraron de nuevo, Nico dio Will una última mirada antes de girarse y pisando fuerte enojo en el bosque.

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Le tomó horas para calmar su enojo, tanto que había tenido que elevar un pequeño ejército de esqueletos entre los árboles sólo para aliviar algo de su ira. Les hizo luchar entre sí - sólo porque era divertido y extrañamente relajante - antes de regresarlos a la tierra.

Cuando se hubo calmado, comenzó a pensar que tal vez debería ir a ver a Will y pedirle disculpas. Se dio cuenta de que a pesar de todo los dos probablemente habían sido estúpidos durante sus últimas peleas, Will siempre había sido el que venía y pedía disculpas cada vez, así que tal vez ahora era el turno de Nico de tragarse su orgullo.

Después de decidir qué hacer exactamente, Nico suspiró y camino de regreso al campamento.

Hizo caso omiso de las miradas curiosas que recibió por parte de los campistas que habían sido testigos de su pequeña pelea (que fueron aproximadamente todos ellos) y mantuvo un rumbo constante hacia la enfermería, donde sabía que Will estaría a esta hora del día. Se sentía muy consciente de sí mismo cuando él entró a la Casa Grande, y pronto vio a Will con su nariz enterrada detrás de un bloc de notas en el que estaba escribiendo.

Nico arrastró los pies nerviosamente y golpeó dos veces en la puerta. Will levantó la vista, y cuando vio que era Nico, sus ojos se abrieron un poco por la sorpresa. Dicho niño sonrió tímidamente, y comenzó a jugar con el anillo de calavera como siempre lo hacía cuando estaba nervioso.

-Hola...- dijo y se aclaró la garganta cuando se dio cuenta de que su voz era ronca.

-Hey- Will respondió, mirando igualmente incómodo.

-¿Puedo, um, hablar contigo un momento? ¿Afuera?

A Nico no le agrado la curiosidad indiscreta que mostraban Austin y algunos de los otros hermanos de Will en su conversación.

-Sí, por supuesto.

Will se puso de pie y siguió a Nico por la puerta, y un poco lejos del edificio. Cuando estuvo satisfecho del lugar, Nico se volvió hacia su novio.

-Escucha, siento lo de antes...- comenzó, y se rascó la nuca.- Sé que sólo lo haces porque te preocupas por mí, y yo realmente aprecio lo que haces, sólo que a veces te pones un poco paranoico...

Nico esperó la reacción de Will.

-Sí, yo también lo siento. Creo que puedo ser un poco molesto...

-¿Un poco?- Nico bromeó, lo cual dibujó una pequeña sonrisa en Will.

-Bien. Puede que sea muy molesto a veces. Voy a tratar de contenerme, ¿ok?

Nico asintió con una pequeña sonrisa.

-Y yo voy a tratar de controlar mi estúpidamente mal genio.

Will estiró sus brazos y Nico entró voluntariamente en el abrazo, suspirando en la camisa de su novio. Después de un tiempo se aclaró la garganta.

-Así que... uh... ¿quizás puedo llevarte a la hoguera después de la cena?"

-Es una cita.- Will sonrió antes de anunciar que tenía que volver a entrar en la enfermería.

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Los otros campistas siempre parecían sorprendidos por la capacidad que el par tenia de entrar en grandes discusiones para luego volver a la normalidad unas horas más tarde. Sin embargo, cuando caminaban hacia la fogata de la mano después de la cena, Percy y Annabeth se acercaron a ellos.

-Ustedes son increíbles,- dijo Percy mientras sacudía la cabeza, sonriendo.- Si tuviéramos peleas como las suyas, no creo que Annabeth hubiera hablado conmigo hasta unos días después.

Él sonrió a su novia, quien golpeó con fuerza su brazo a medias. Will se encogió de hombros.

-Tal vez sea una cosa de pareja-gay,- bromeó, y dio un ligero codazo a Nico.- Yo lo digo Percy, has sido bateado.

Will se rio mientras Nico gimió y se cubrió el rostro.

-La voluntad de Dios acaba de llegar,- se quejó, y tiró de su novio lejos de Percy y Annabeth.

Una vez que lo hicieron, Will se sentó e hizo que Nico se sentara entre sus piernas. Con un suspiro de satisfacción- feliz de que olvidaran su discusión- Nico se recostó contra su pecho, con los brazos de Will a su alrededor.

-Ya sabes,- Will susurró cerca de su oído.-tal vez peleamos mucho, pero yo todavía te amo. Tanto como antes, tal vez aún más.

Nico sintió un cálido beso en la mejilla, y sonrió.

-Eres un idiota, Will.

-Aunque soy tu idiota.- sopló en el cabello de Nico.


-Sí. Eres mi muy adorable idiota.

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Hola

Feliz Navidad!

Hoy solo quiero decirles que espero que este día se la pasen muy bien en compañía de sus seres queridos y que disfruten del calor de hogar.

Les deseo lo mejor hoy y siempre, y sin mas muchas gracias por leer.

Los quiero 

Marily


¿Puedo Besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora