Capitulo 34~

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—Está bien, creo que esta vez te pasaste con la cola Liz. Es extremadamente larga —se acercó con hilo y aguja y aquella sonrisa imborrable que tanto la caracterizaba.

—Esa era la idea. ¿Es muy ostentoso? —preguntó mientras cosía algunas cosas en la parte de la cintura derecha.

—Demasiado —

—Perfecto. Era mi idea. Sabes que no todas las mujeres en el mundo son simples como tú. Se que si por ti fuera te casarías con jeans, una sudadera y converse —reí y la miré.

—Hey, me ofendes. Tienes suerte de no haberme conocido antes, Liz —

—¿Tan diferente eras? —mis ojos se perdieron en un punto ciego de la habitación recordando cuando aun estaba en la Universidad estudiando para derecho, aquella carrera que siempre me gustó pero que nunca continué.

—Ya te he contado sobre mi pasado, Liz —

—Es que no entiendo, ¿por qué hiciste eso con Lia? —

—Estaba confundida, estaba perdida y además tenía sólo 22 años. Creía que porque en la escuela sepan que tenía un maldito taller iban a desterrarme de ahí o algo así. No lo sé, era jóven y estúpida —suspiré cuando el recuerdo de aquel horrible día en el aeropuerto me inundó los sentidos. Liz se alejó de mi y me miro haciendo una mueca de pena.

—¿Te arrepientes de haber venido aquel día? —negué y luego la miré.

—Me arrepiento de no haberle dado una oportunidad. Creo que él enserio me quería y yo solo me negué a sentir algo por él. Aunque siempre supe que lo quise muchísimo, estaba enamorada. No quería admitirlo porque tambien estaba lastimada —suspiré de nuevo y sacudí levemente mi cabeza volviendo al presente. No servía de nada recorrer el pasado, era inútil. Las cosas no podían borrarse, lo hecho hecho está. Liz tambien suspiro y me miró sonriente. 

—Bien, quédate aquí unos minutos. Iré a buscar algunas cosas que necesito.

—¿Puedo quitarme esto ya? —pregunté incómoda.

—Ni lo pienses. 

—Es que tengo sed —y lamentablemente el único dispenser de agua estaba en el local detrás de esa maldita puerta que separaba el infierno y locura de gente y la paz y tranquilidad del taller de mi amiga. 

—Te traeré un vaso de agua pero espera aquí.

—Está bien, date prisa —dije mientras ponía mis brazos en jarra sosteniendo mi cintura. Me quedé mirando la nada y una de esas canciones invadió mi mente como por arte de magia obligándome a cantarla suavemente—. We met more than two years back, it's frighting how time can go by so fast. That you dont even notice when it's gone. There's something about L.A that I cant help but love. But sometimes the highway miles seems so long. So don't cry darling, I'll be there in the morning, but you know that the worst part is always heading home —Eight dollar engagement rings era la segunda canción de aquel cd que tanto oí durante estos cuatro años. Sonreí inconsciente al recordar su rostro, su voz, su sonrisa, como me hacía sentir cuando estaba cerca suyo. Y cerré los ojos con fuerza por la rabia que me invadió al recordar lo imbécil que fui. Él me quería, estaba enamorado de mi y yo tambien pero mi maldito orgullo y mi maldita dignidad terminaron arruinando toda mi vida en Los Ángeles, y alejándome de Harry. Suspiré secando con el dorso de mi mano una lágrima que cayó sin previo aviso y miré hacia la puerta. Hacía más de diez minutos que Liz se había ido y yo seguía con sed. Entre la rabia que me volvió recordando el pasado y la sed dije 'qué mas da'. Me ven en televisión, me ven en revistas, me ven en fotos, verme en la vida real con un vestido puesto quizás los deslumbre un poco más. Reí para mis adentros ante aquella frase tan ególatra que me salió y caminé hacia la puerta. Abrí y no fue tanto como yo creía. Cada uno seguía en sus asuntos, gente caminando de aquí para allá, todo un verdadero desastre y para serles honestos soy algo claustrofóbica cuando los lugares estan tan llenos de gente. Comienza a faltarme el aire y siento que el lugar se hace cada vez más pequeño, es una sensación horrible. Me apresuré buscando el dispenser de agua pero al parecer lo habían cambiado de lugar o quizás la cantidad de gente que había en el lugar me desorientaba un poco.

—¡___________! —oí a mis espaldas la voz de Liz así que voltee para mirarla pero al parecer mis pies son tan idiotas que no entienden que cuando volteo tengo que dejar de caminar. Choqué fuertemente contra otro cuerpo y si no fuera porque aquella persona me atrapó, probablemente ahora estaría en el suelo retorciéndome de dolor y la gente me pasaría por arriba. Enfoqué mi rostro en la cara de aquella persona que me había salvado de una caída dispuesta a agradecerle pero me congelé cuando vi esos ojos. Aquellos ojos verdeazules que sólo podían tener un dueño en todo este maldito y jodido mundo. Mi mirada no perdió el tiempo y recorrió cada rincón de su rostro. Cada lunar estaba en su lugar al igual que hace cuatro años atrás, sus ojos seguían teniendo ese brillo que tanto amaba, su piel seguía pareciendo de porcelana y todavía seguía con ese cabello desalborotado que le tapaba la frente completamente. Aun usaba el 212 que tanto recordaba y seguía mirándome de esa forma tan especial que me estremecía hasta lo más profundo de mi ser.

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Muchas gracias Por leer <3 Por sus votos y comentarios :3 Lo leo todo y por suerte no me han amenazado kjasksjaksjak 

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Tengo un Secreto ¿Puedes Guardarlo? (Harry & Tu) ~TERMINADA~Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt