Tengo un Secreto ¿Puedes Guardarlo? (Harry & Tu) ~TERMINADA~

Capitulo 25~

MARATON 1/3 

The scientist - Coldplay

#Come up to meet you, tell you I'm sorry. You don't know how lovely you are. I had to find you, tell you I need you, tell you I set you apart. Tell me your secrets, and ask me your questions. Oh, let's go back to the start. Runnin' in circles, comin up tails, heads on the science apart. Nobody said it was easy, it's such a shame for us to part. Nobody said it was easy, no one ever said it would be this hard. Oh, Take me back to the start#

Una vez adentro me hice paso entre la gente buscando a alguna de mis amigas, pero no lograba encontrarlas -

-¿Buscas a alguien?- oí en mi oído, en un susurro, uno que pude oír con mucha claridad. Mi corazón comenzó a acelearse, pero me dije a mi misma que debía mantener la calma -ven- me tomó de la muñeca y me tironeó tratando de llevarme a quien sabe donde, pero lo detuve -

-No Luke- dije mirándolo a los ojos -

-Vamos, vas a hacer lo que yo diga, porque sino- lo miré enojada -

-¿Sino qué?- dije con bronca. Se acercó a mi oído y susurró -

-No sabes lo linda que te ves bañada en aceite para motor- me quedé boquiabierta procesando aquello que él me había dicho. ¿Cómo se enteró? ¿Cómo lo supo? En aquel momento logró llevarme hasta los pasillos, que para mi mala suerte, estaban oscuros y vacíos. La única luz que lograba verse era la que provenía de los baños, los cuales estaban algo lejos. Todos estaban en el gimnasio o en el campus, disfrutando del baile - 

-¿De qué hablas?- le dije algo dudosa -

-No me mientas, te he visto. Y para mejorarlo, te hice una sesión fotográfica preciosa. Si quieres luego puedo enviártela, o podemos hacer una presentación en la Uni- lo miré a los ojos y me sentí intimidada. Me sentí.. débil. Él conocía mi mayor secreto, y no podía permitir que nadie se enterara de ello -

-¿Qué quieres?- pregunté intentando mantener la calma y no romper en llanto enfrente suyo, necesitaba verme fuerte ahora más que nunca -

-¿Qué quiero?- preguntó con una sonrisa malévola en el rostro -Quiero tantas cosas de ti- se acercó a mi y hundió su rostro en mi cuello -pero vamos a ponerlo más interesante- se alejó y me miró a los ojos -te daré cinco segundos de ventaja. Correrás.. si te atrapo, te llevaré esta noche a mi departamento y harás todo lo que yo diga. Y sino, bueno.. lo pospondremos- 

-Estás mal de la cabeza- dije mirándolo con asco -

-A la cuenta de tres, correrás- me habló con una sonrisa psicópata -uno..- miré hacia ambos lados de los pasillos para saber hacia donde correr. Las puertas de la Uni estaban cerradas, hasta la hora en la que terminaba el baile, así que no podría salir. Mientras que en los baños iba a atraparme seguramente, y al gimnasio tampoco podía ir porque el estaba parado justo delante de la puerta. La única opción que quedaba era correr por los pasillos de la Uni, pasar por la sección de los profesores, subir a los otros pisos, escapar lo más que pudiera de él, y encerrarme en algún lugar donde no pudiera encontrarme. Así al menos pospondría esto de la extorsión hasta mañana y podría pensar en algo -dos..- me quité los tacones para poder correr más rápido y traté de relajar mis latidos -tres- pero cuando terminó de decir ese número, mi respiración se volvió más agitada. [Si escuchan esta canción le da mas emoción a la escena (? :http://www.youtube.com/watch?v=te3weslUMBQ] Me eché a correr doblando en el primer pasillo que se abría paso delante de mis ojos. Corría y corría hasta que mis piernas no daban más. Llegué a la primera puerta y traté de abrirla, pero estaba cerrada -

-¡Mierda!- grité entre enojada y desesperada. Corrí hacia la izquierda por el otro pasillo y llegué a otra puerta, la cual por suerte estaba abierta. Continué corriendo y llegué a las escaleras de emergencia. Subí y casi tropiezo, pero seguí subiendo hasta el último piso donde estaban el laboratorio, la cocina y la sala de video, las tres salas estaban comunicadas por puertas. Entré a la cocina y traté de poner sillas en todo el camino, mover mesas y todo lo que pudiera para impedirle el paso. Abrí la puerta que comunicaba la cocina con el laboratorio y luego la cerré, trabándola con una silla. Me acerqué y cerré con trabas la puerta que comunicaba el laboratorio con el pasillo, y luego trabé con otra silla la puerta que daba a la sala de video. Estaba encerrada en el laboratorio, no había lugares por donde pudiera entrar, aunque las sillas no aguantarían mucho tiempo. Corrí hasta detrás de una de las mesas de metal que había y me agaché ahí atrás tratando de ocultarme. Suerte que esta vez no había traído bolso y tenía mi celular en uno de los bolsillos de mi vestido. Otro milagro, los vestidos de los 60 eran uno de los pocos que tenían bolsillos, a diferencia de los ajustados vestidos de mi época -