Capítulo 1

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—Okey —una sonrisa se dibujo en mis labios—Seré buena esta vez—dije mientras me acercaba a mi víctima la cual estaba atada en una silla.

—¿Me dejarás ir? —preguntó con voz débil, sonreí aún mas.

—Claro que no, cariño —me agache a su altura—dejaré que elijas la manera en que te mate —el chico me miro con odio y me escupió—eres un maldito —Me limpié el rostro con mi brazo—morirás de la manera mas dolorosa y sangrienta—lo apunte con mi cuchillo, reí en voz alta.

Me acerque y tome mi cuchillo con fuerza, lo pase delicadamente por el cuello del chico haciendo una fina cortada, mis ojos se abrieron al ver la sangre salir. Lo tome del cabello y le jale la cabeza hacia atrás dejando ver su pálido cuello, me acerque y lamí la sangre, escuche un pequeño gemido de su parte, sonreí con malicia.

—Te gusta ¿no? —le susurre al oído, me aparte y de un movimiento le corte la camiseta en dos con el cuchillo dejándome ver su abdomen bien marcado.

Pase mi mano sobre su pecho y con el cuchillo le hice un corte cerca del ombligo, me acerque y lamí la herida.

—Me voy a divertir mucho contigo —hice otra cortada pero mas profunda provocando que el chico gimiera de dolor, pase mis dedos por la herida y la presione haciendo que salga mas sangre, lamí mis dedos y me levante un poco quedando cara a cara, me acerque a sus labios e introduje los míos, moví mi boca despacio pero luego se volvió mas intenso, el chico me siguió el ritmo. Mordí su labio inferior haciendo una cortada, succione la sangre y proseguí con el beso mientras mi mano recorría su pecho desnudo, me separe y sonreí sin mostrar mis dientes.

—Déjame ir —aún tenía esperanzas el pobre chico, reí ante tal inocencia, él creía que lo iba a dejar ir. Claro que lo haría, cuando este muerto.

Camine hasta quedar detrás de él, trató de voltear para lograr verme pero las cuerdas no se lo permitían. Levante mi cuchillo, apunte y con fuerza le corte la oreja derecha, el chico grito de dolor llenando cada rincón del callejón de gritos que eran como música para mis oídos. Reía sin parar, amaba hacer esto, tenia miles de ideas de como matarlo y no sabia como comenzar, solo me deje llevar siendo mi cuchillo el pincel y mi victima el lienzo.

El chico lloraba sin parar, me agache aún estando detrás de él y coloque la punta del cuchillo en su espalda baja, la fui enterrando y mi brazo se empezó a llenar de sangre. El chico gritara de dolor como una pequeña niña, saque el cuchillo que goteaba sangre, lo lamí haciendo sin querer una pequeña cortada en mi lengua, le hice caso omiso y seguí lamiendo este hasta dejarlo limpio. Amaba el sabor de la sangre, era como una droga... adictiva.

Para dejar ya a mi victima muerta me acerque por detrás y tome su cabeza, la jale hacia atrás y coloque mi cuchillo en forma horizontal encima de su cuello.

—¿Últimas palabras? —pregunte con una gran sonrisa en mi rostro.

—Púdrete —respondió entre dientes mientras aguantaba la lagrimas.

—Nos vemos en el infierno —reí y pase mi cuchillo con fuerza haciendo que su cuello se abra en dos y que la sangre saliera como una cascada color carmesí. Solté el cuerpo del amarre de mis cuerdas y este callo en seco al suelo, tome la silla y la lance a un rincón junto con la cuerda, me pareció muy curioso haberla encontrado en este callejón pero lo agradezco.

Saque una bolsa del bolsillo de mi sudadera y guarde mi cuchillo y mis guantes. Guarde la bolsa de nuevo y revise la hora en mi celular, eran las 1:46am de la madrugada. Había dejado a mi mamá y a mi hermano menor durmiendo y me fui. Justo hace media hora estaba en mi cama pero no podía dormir así que quise divertirme un poco, me vestí, guarde mi cuchillo y salí de mi casa sigilosamente, casualmente me encontré a un chico ebrio caminando solo en la calle, justo lo que necesitaba. El me siguió fácilmente a un callejón cercano con mis encantos pensando en todo menos en que iba a morir dolorosamente.

Salí del callejón y mire a los lados, no había nadie. Me dirigí a mi casa, las calles estaban vacías y oscuras, en esta ciudad todos duermen temprano como de costumbre y solo se encuentra a alguien despierto por alguna fiesta lo cual no pasa a menudo. Camine deprisa y llegue en unos diez minutos, mi casa era común y para nada costosa, es de dos pisos pero pequeña, por afuera la pintura es naranja y el tejado es de un gris claro, unas vallas blancas rodean toda la casa y en la entrada hay unas cuantas plantas descuidadas.

Saqué las llaves de la casa, abrí la puerta con cuidado para no hacer ruido y entre, subí a mi habitación la cual es espaciosa y tiene su propio baño, las paredes son de color gris, también hay una gran ventana que alumbra la habitación y debajo está mi gran cama color negra que tiene a los lados unas mesas de noche. Tengo un escritorio blanco y una silla enfrente del mismo color y una computadora encima del escritorio. También un sofá muy cómodo color blanco con almohadas negras, y si, esos tres colores me fascinan: el negro, blanco y gris.

Entre al baño que es común, tiene su inodoro, su lavabo y una ducha amplia. Me quito la ropa y la meto en el cesto de ropa sucia a lado del lavabo y abro el grifo de la ducha, me miro un segundo en el espejo y veo que tengo los brazos llenos de sangre y mi rostro tiene salpicaduras de sangre, sonreí. Entro a la ducha y dejo que el agua caliente recorra mi cuerpo, tomo el jabón y me limpio bien, me enjuago y luego tomo el champú y me coloco una porción en el cabello, con las yemas de mis dedos restriego el champú en todo mi cabello haciendo que la espuma sea mayor cada vez más. Al final me seco con una toalla y salgo del baño, me visto la pijama y me acuesto en la cama con una gran sonrisa de satisfacción en mi rostro.

Otro asesinato cumplido.

En verdad desde que tengo memoria me encanta la sangre, y siempre quise saber que se sentía asesinar, mi sueño se cumplió y toda mi vida cambio, y ahora soy la asesina serial de este estúpido pueblo.

Mi infancia fue horrible, pero gracias a eso soy lo que soy. Fui adoptada a los tres años junto a un niño de un año que hoy en día es mi hermano, nunca supe nada de mi familia biológica y no quiero saber nada sobre ella, ¿para qué? ¿Para qué quisiera saber como están las personas que no me quisieron y que arruinaron mi vida?.

Y ¿por qué arruinaron mi vida? Pues mi ya difunto padre adoptivo quiso darme un lindo regalo en mi décimo cumpleaños, ¿cual era el regalo? Trato de violarme. Claro que no lo logró estando ebrio, ¿que le sucedió después? Tome venganza y lo maté, ese fue mi primer asesinato, aún siento la adrenalina, la sangre en mi rostro y la gran satisfacción que sentía, desde ahí supe que matar es lo mío.

Yo vivo para matar, es lo único que me da alegría, la sangre es mi droga. Y nadie podrá cambiar eso.


***

hola!, aquí esta el primer cap espero les guste mucho y que hayan conocido a nuestra linda protagonista Jade.

Voten y comenten ;).

Nos leemos la siguiente semana, adiós!

A.C

Mente RetorcidaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt