Lucy Evans

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1874

Hoy desperté nuevamente con aquella sensación de que algo bueno me pasaría. Llevo así una semana entera pero se que hoy al fin sabré lo que me tiene tan inquieta. Salí de mi habitación y como siempre en cada pasillo me encontré a algunos vampiros tomando su "desayuno".

Entre a la cocina y me encontré a mis padres bebiendo sangre de una copa como siempre. Me senté sin decir nada y una sirvienta me coloco una copa en frente. Me gire y con una simple sonrisa le agradecí mientras que mis padres me veían con el ceño fruncido. Si a ellos no les gustaba la idea de que congeniara con el personal o que fuera amable con ellos.

Salí de la mansión perdiéndome en el intenso bosque. Busque un gran árbol y me senté debajo de él para poder leer tranquilamente. En la mansión es muy difícil hacerlo pues siempre hay algún tipo disturbio o problema. Amaba leer libros de romance. Soñaba con poder encontrar algún día a mi alma gemela y ser feliz por siempre tal y como lo dicen algunas historias de mis antepasados pero así como hubo finales felices también hubieron historias llenas de sufrimiento y desdicha. Esperaba mi historia algún día fuera recordada por tener un final feliz y no por que allá tenido un final trágico.

Cuando al fin me canse de leer me recoste un rato respirando el agradable ambiente del bosque silencioso observando detenidamente cada hoja del árbol, el como saltaban las ardillas de rama en rama, el sonido de algún grillo escondido. Todo era tan tranquilo y perfecto. Me puse de pie y cuando estaba dispuesta a volver a casa una ráfaga de viento trajo un intenso aroma consigo, no sabría decir que era exactamente pero si era un aroma embriagante y dulce. Mis sentidos vampíricos se agudizaron y una intensa sed se hizo presente en mi garganta.

Corrí a velocidad vampírica asta llegar al lugar de donde provenía ese delicioso aroma. Había bastantes personas en una especie de día de campo, era difícil de descifrar de quien era el aroma asta que un chico se separo del grupo para acariciar a una ardilla. Él era alto, de piel blanca, sus ojos eran de color gris y su cabello castaño oscuro. Para mis ojos ese hombre era perfecto...había encontrado a mi alma gemela.

Tenia que conocer a ese hombre para volverlo mio así que decidí seguirlos sigilosamente para averiguar de donde era. Ellos entraron al pueblo mas cercano al bosque y vivían en una cabaña no muy grande pero tampoco tan pequeña. Regrese a casa pensando en una idea para toparme casualmente a ese hombre para conocerlo y formar parte de su vida. Sabia que era peligroso estar cerca de ese humano pero lo que sentí por él fue amor a primera vista. Yo lo protegería del peligro manteniendo en secreto mi verdadera identidad y manteniéndolo escondido de los demás vampiros, sobre todo de mis padres que no dudarían en asesinarlo para que su única hija no le de un Rey débil a los vampiros. Para ellos me tengo que casar con un vampiro fuerte digno del trono. Al diablo con eso. Yo lo quiero a él.

(....)

Entre a la panadería donde el trabajaba con la excusa de comprar un poco de pan. Tome una bandeja y metí unos cuantos panes al azar. Cuando lo vi salir de la cocina con una bandeja de pan para colocarlos donde faltaba, me puse en su camino fingiendo no verlo. Ambos chocamos y caímos al suelo. Si lo se no fui demasiado original pero con tal de conocerlo soy capaz de hacer asta lo mas ridículo. Él se puso de pie, me ofreció su mano y la tome gustosa, me jalo y ya estaba de pie. Nos miramos y comenzamos a reír sin sentido.

Desde ese día comenzamos a vernos casi diariamente, hablábamos de nosotros e incluso de trivialidades pero nos la pasábamos bien con nuestra compañía. Siempre tuve que beber bastante sangre antes de verlo pues su aroma cada día se volvía mas fuerte y me era difícil controlarme para no lanzarme y atacarlo. Pasaron alguno meses y nos volvimos novios. Algunas veces había uno que otro beso tierno, me tomaba de la mano haciéndome sentir completa y protegida. Todo era perfecto asta que llego el día en que uno de los guardias de mis padres me siguió y descubrió mi secreto.

Mis padres me encerraron en mi habitación prohibiendome volver a verlo, custodiada por los guerreros mas fuertes del Reino de los Vampiros. Llevaba una semana en esa habitación que ahora era mi calabozo y lo único que me mantenía cuerda era la idea de que algún día saldría de ese lugar y lo vería de nuevo.

Era mi cumpleaños numero 18 y extrañamente mis padres me permitieron salir ese día. Ya había pasado un mes desde la ultima vez que lo había visto así que lo primero que hice fue arreglarme e ir al pueblo a buscarlo. Entre a su casa como de costumbre y lo que encontré me marco para siempre.

El suelo estaba lleno de sangre, y quisiera decir que mi amado estaba sin vida en el suelo pero la verdad era mucho peor. Mi padre y mi madre lo tenían en su regazo bebiendo su sangre. Mi amado me vio directamente a los ojos. Jamas olvidare lo que vi en ellos. Había dolor y sufrimiento pero aun mantenía ese brillo en sus ojos...el brillo del amor.

Ese brillo que había visto segundos atrás se extinguió por completo dejando una oscura mirada sin vida. Caí de rodillas sobre el charco de sangre con las lágrimas aun en mis ojos. Eran de dolor y tristeza por haber perdido a mi amado de la peor forma posible y también por haber perdido a mis padres al mismo tiempo pues las personas que tenia en frente ahora eran unos desconocidos para mi.

Algo dentro de mi se había roto pues comencé a sentir una inmensa rabia y sed de venganza. Sin dudarlo me lance sobre esos desconocidos y les arranque la cabeza sin pestañear. Fue en ese momento que todo cambio para mi y para el mundo de los vampiros.

Me hice conocer por mi crueldad y mi lista sin fin de asesinatos. Pues en mi interior había un vacío enorme que solo podía llenar con la sangre. Asesine a muchas personas por mi dolor y sin darme cuenta en algún momento comencé a disfrutarlo. Me gustaba ver la ultima mirada de agonía de mis víctimas. Cada grito de dolor era música para mis oídos. Al asesinar llegaba a una paz interior enorme. Antes sentía remordimiento y me arrepentía después de hacerlo pero con el tiempo ese tipo de sentimientos se fueron.

Un día un Clan de brujas atacaron mi reino y al apuñalar mi corazón con una daga hechizada me condenaron a vagar en un mundo frío y solitario como castigo por todas las muertes que había en mis manos.

Liberada **[CORRIGIENDO]** ⭐حيث تعيش القصص. اكتشف الآن