La maldición (parte 1)

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Todo estaba en completa oscuridad. Sentía un intenso frío asta estremecer mis huesos. Sentía mi cuerpo pero no lo podía mover, estaba paralizada. Poco a poco comencé a entrar en pánico tratando de moverme e incluso de abrir los ojos pero todos mis esfuerzos eran en vano. Algo circulaba por mi cuerpo, era lo que provocaba que sintiera tanto frío. Entonces la vi en medio de la oscuridad.

Era como ver mi reflejo pero no era yo. Ella tenía los ojos de un rojo carmesí intenso. Su mirada era fría y llena de maldad. Ella sonrió dejando ver sus filosos y blancos colmillos dándole un toque terrorífico. Se me helaba la sangre con tan solo estar en su presencia ¿Que diablos esta pasando? Es lo que me preguntaba una y otro vez. Pero al no obtener respuesta decidí dirigirme a ella.

- ¿ Quien eres? - Pregunté con miedo.

- No es obvio - Respondió con una sonrisa burlona mientras se acercaba a mi. El miedo se apodero como nunca de mi cuerpo dejándome estática en mi lugar - Soy tu - Continuó hablando tocándome el hombro con su dedo índice. Intimidante.

- Eso no es cierto - Respondí al retroceder un paso.

- Claro que soy tu - Dijo en tono de burla pero después se puso seria - Es así como serás de ahora en adelante.

- ¿Que quieres decir con eso? - Pregunte con mi voz temblorosa.

- Que yo soy tu maldición - Exclamo al acortar la distancia que nos separaba, tomandome del cuello con una mano elevandome así del piso.

Poco a poco sentí como el aire se iba de mis pulmones. Trate de soltarme una y otra vez pero ella era demasiado fuerte. Cuando comencé a sentir que iba a perder el conocimiento ella aflojo su agarre dejándome caer al suelo. Comencé a toser tocándome el cuello por instinto, con dificultad me puse de pie apreciando la estúpida sonrisa plasmada en su rostro.

A una velocidad sorprendente me mordió en el cuello sorprendiéndome. Grité de dolor. Ella se volvió humo oscuro envolviendome entera, dejándome desorientada mientras me inundaba el miedo de nuevo.

Abrí los ojos de golpe pero no me sentía yo misma, una sensación oscura se sentía en mi mente e incluso en mi corazón. Era como ser yo pero a la vez no. Sentía unos deseos insaciables de beber sangre pero no de cualquiera. Quería probar la sangre de una persona en especial...Jared. mi garganta se sentía completamente seca. Me puse de pie y mire a mi alrededor Encontrándome con Ryan quien me miraba con los ojos bien abiertos y una pizca de miedo.

- Matalo - Me dijo una siniestra voz en mi mente - No es Jared pero servirá de entrada.

- No lo hagas - Exclamo Luna por el link.

Tenía muchas emociones que me estaban empezando a consumir. No sabía lo que estaba pasando. Por un lado estaba aquella siniestra voz que me instaba a tomar la vida de mi mejor amigo. Por otro lado estaba mi loba Luna rogándome por que no le hiciera daño. Y estaba yo totalmente confundida sin saber que hacer. Pero no hizo falta que lo hiciera pues mi cuerpo se movió por si solo y me lance al cuello de Ryan mordiéndolo. Sentí un líquido caliente entrar placenteramente en mi boca, era una sensación indescriptible. Me olvide por completo de todo. Solo quería sentir mas de esa sensación. No quería detenerme. Solo quería mas de su sangre. Estaba pérdida en millones de placenteras sensaciones disfrutandolo.

- Detente - Grito Luna molesta - lo estas matando.

Fue entonces cuando volví en mis cinco sentidos y solté a Ryan dejándolo caer al suelo inconsciente. Me lleve las manos a la boca en shock. Quería arrodillarme y llorar pero solo una lágrima pudo de salir de mis ojos pues aquella siniestra entidad no sentía ni el mas mínimo arrepentimiento de haber casi asesinado a mi mejor amigo. Digo casi por que gracias a Luna pude reaccionar a tiempo.

La puerta de mi habitación se abrió de golpe. Me gire y vi Louis estático en la puerta mirando la cruel escena. Quería desaparecer. No entendía como había sido capaz de haber lastimado a Ryan al grado de casi matarlo. Quería salir de ese lugar pero esa entidad que ahora habitaba dentro de mi no me lo permitía. Quería que viera el monstruo en el que me había convertido. Lo peor era que no le importaba. Ella solo Quería asesinar una y otra vez, lo peor no era eso, sino que ella no quería asesinar solo para alimentarse, sino que quería hacerlo por diversión, incluso me atrevería a decir que por deporte. Podía sentir como había disfrutado asta el último instante los quejidos de dolor que había soltado Ryan. Ella quería hacerlo sufrir asta su ultimo aliento de la peor manera posible. Lo disfrutaba.

Y en lugar de sentirse satisfecha quería salir y buscar a su siguiente víctima, y cuando allá terminado con esa, buscar a alguien más y así sucesivamente. Sabía que esa entidad no iba a parar nunca de asesinar a personas inocentes.

Louis entro a toda prisa a la habitación y reviso a Ryan. Cuando comprobó que seguía con vida, soltó un suspiro de alivio.

Sentí un fuerte dolor en mi cabeza y los deseos de sangre volvieron a aparecer. Instintivamente di un paso hacia atrás dispuesta a irme pero mi cuerpo se tenso. No podía moverme de mi lugar. Era como si me hubieran pegado ahí. Pero yo sabía que se trataba de esa entidad que no me permitía irme asta que cumpliera con sus deseos, que obviamente no cumpliría.

- No te preocupes no es necesario que lo hagas tu - Dijo otra vez esa voz con diversión - Yo puedo hacerlo por ti.

- No por favor - Exclame llorando.

Louis me miro confundido mientras lloraba. Sentí como mi cuerpo se movía por si solo de nuevo.

- Vete Louis - Dije en un susurro

-Pero qu....- Dijo confundido antes de que lo interrumpiera.

- ¡Vete! - Grite aun llorando - No quiero lastimarte.

Y en lugar de que Louis me hiciera caso se acerco mas a mi. Ya no podía controlarla más. Ella era mucho mas fuerte que yo. Tomo el control por completo de mi cuerpo y se lanzo sobre Louis. Pero antes de que lo mordiera sentí como una energía ajena a mi, me detenía. Lo agradecí mentalmente. Una joven mas o menos de unos 21 años me miraba fijamente con la mano estirada en mi dirección. Ella me había detenido.

Liberada **[CORRIGIENDO]** ⭐Where stories live. Discover now