Notas al Pie de Página y Resurreción

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Coloquen la multimedia con los recuerdos de la Señora Agreste (ya se prendió😱🔥😏😂).

-¿Maestro Fu? ¿Señora Agreste?

-Hola, Ladybug.-respondió el viejo de la nada.

-¿Dónde están?-Marinette no podía sentir nada. Ni sus brazos, ni sus piernas, ni su respiración.-Mejor dicho, ¿dónde estamos?

-Estamos en los confines de la existencia.-contestó la voz de la Señora Agreste.-Esta es una barrera entre el mundo de los vivos, y los mundos de los muertos. Creo que varios de tus amigos estuvieron aquí.

-Aquellos que fueron asesinados por Chat Blanc.-recordó Marinette, y se estremeció al pensar en aquella espantosa escena. Luego formuló la pregunta clave.-¿Estoy muerta?

-Sí.-fue la respuesta de ambas voces.

-No pude hacer nada.-intentó llorar, pero no había cuerpo que hiciera lágrimas.-Por mi culpa, Adrien fue akumatizado, por mi culpa amistad padres, amigos y conocidos han muerto o lo harán pronto. La portadora del Miraculous de la Creación edificó su propia perdición.

-No es...-empezó a decir la mujer.

-Sí lo es.-cortó Marinette.-Soy culpable. No soy merecedora de llamarme Ladybug. Merezco lo que me pase en el mundo de los muertos.

-Los.-corrigió el Maestro Fu.

-¿Los?

-Son El Paraíso para aquellos seres bondadosos.-explicó la voz.

-Y el Infierno para los malos.-añadió la mujer con pesar.

-¿Quién lo juzga?-preguntó Marinette.

-Es una entidad cuya existencia está ligada al universo mismo.-dijo Maud Agreste,-Algunos lo llamaron Dios. Otros Yavé. Otros lo creyeron varios dioses. Pero es más cercano a lo que representa La Fuerza.

-Pero sin levantar piedras ni ahorcar gente.-aclaró el Maestro Fu, burlón.

-¿Dónde fueron los que Chat mató?-quiso saber Ladybug.

-La mayoría fueron al Paraíso, donde pueden descansar dichosamente por siempre.-dijo el Maestro Fu.

-Pero Gabriel...-a Maud pareció hacérsele un nudo en la garganta.-Después de matarme, se condenó. No hay redención posible.

-¿Matarte?-gritó Marinette y su voz resonó en toda la nada.-¡Nos dijo que te dio cáncer cerebral, y que fuiste al Tíbet para buscar un milagro! ¡Pero qué habías desaparecido y te dio por muerta!

-Eso es en parte verdad.-admitió Maud.-Sin embargo, Gabriel no te contó algunos detallitos acerca de ello. Contó esa historia porque halló una manera de suavizar ese recuerdo. Era mentalmente muy inestable. Se autoborró. Pero yo sé muy bien aquello por lo que pasó por alto. Llámalo las notas al pie de página.

En eso, la blanca bruma que rodeaba a Marinette en su totalidad se desvaneció, dando lugar a una sala enorme, con retratos de la familia Agreste.

El vestíbulo de la casa de Adrien.

Se veía a sí misma, con el peinado hecho hacia atrás, y cubierta por un vestido azul que le sentaba bien. A su alrededor podía oírse el tercer movimiento de la Sonata de Luz de Luna de Beethoven. Marinette volvía a estar sumergida en memorias que no eran suyas.

En ello la puerta se abrió y entró Gabriel. Ya no era el hombre con quien se había casado. El tiempo le había dado varias pinceladas de canas, y lucía una mirada celosa y penetrante.

Not so Pure [Chat Blanc] Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora