28.

126 10 0
                                    

—Cómo empezar, sabes que te quiero mucho, muchísimo y que voy a quererte siempre eso no lo voy a cambiar. El haberte visto aquella noche en la casa de Carlos volviste a descolocar mis sentidos, volver a verte después de varios días y abrazarte fue estar en el cielo. Cada segundo era imaginar que íbamos a volver, estabas a todas horas en mi cabeza.

Mis ojos brillan por cada palabra que sale de su boca.

—Todo es distinto cuando tu estás, y ya sé que quiero en mi vida. -dice, Dani me mira y besa mi mejilla sonriendo. —Por un momento creí que estaba enloqueciendo, que estaba perdiendote de verdad. Pude llegar a sentir celos de los chicos, pero nunca perdí la cordura de seguir adelante, de luchar por tu amor, por ti. Es verte, sentirte otra vez es como volver a respirar y no sabes como me alegro que hayas vuelto a casa. Nunca traté de olvidar lo que un día fuimos. Octubre fue un mes de locos, de sentimientos que nunca pensé sentir, pero supe enfrentarme a ellos. Enfrenté mi miedo a perder lo que más quería, por favor siente mi corazón. -llevo mi mano a su pecho, que late fuertemente. —¿Lo sientes? Eso es lo que siento cuándo te veo, quiero amarte y hacerte feliz siempre cariño.

Si pensamos bien, tiene razón. Pero hemos pasado noviembre como un fin de semana. Ha sido tan rápido que hemos llegado a diciembre. Dani sonríe y me abraza, un día lo dije, los abrazos de Dani son vida.

Y ahí todo se termina porque va llegando su familia junto con un pequeño y lindo niño. Este ve a Dani y corre abrazarlo fuertemente. Dani lo carga y le da un beso en su mejilla.

—Pablo, mira te presento a Sofi.

El niño me ve curioso y me saluda.

—Hola soy Pablo y tengo etos. -alza su mano derecha y son cuatro dedos los que me muestra.

—Hola guapo, ya eres grande entonces. -le sonrío.

—¡¿A que sí?!

Me río y saludo de nuevo a Noé y a sus papás, Noé me pregunta si todo está bien y yo le digo que sí y ella asiente levantando los pulgares.

—Cielo vamos adentro, deja solos a tu tito y a Sofi.

—¿Son novios?

Alcanzo a escuchar que le pregunta a Mari Carmen y ella le dice que sí. Vuelvo a sentarme donde estábamos y Dani se pone en cuclillas enfrente de mi.

—Volviendo a lo que... -lo corto y lo beso antes que diga otra cosa.

—No sé como decirte que no hay palabras para decirte lo que pienso pero sí lo que acabo de hacer. -digo cerca de sus labios.

—Volvamos a ser lo que éramos antes, sin fallas. -dice entrelazando nuestras manos. —Solo quiero estar contigo, sólo tú.

—Te elegí una vez y lo volvería a hacer.

Dani se suelta de mis manos y esta vez el me besa con dulzura, puedo sentir como su corazón late rápido.

—Ven acompañame y sólo di buenas noches si están mis padres presentes.

Yo sin entender le digo que sí y casi me lleva corriendo dentro de la casa. Como no los vemos subimos rápido las escaleras, cuándo llegamos en su habitación cierra la puerta con seguro.

—Aguarda. -río nerviosa tocándome la cabeza, voy a enloquecer con este tío.

Dani me arrincona sobre la pared y comienza besar mi cuello cierro los ojos. Se deshace de mi abrigo y suelto un suspiro, esconde su cara en el hueco de mi cuello y deja un beso húmedo.

—D-Dani. -apenas podía articular palabra.

—Hmm. -sigue besando mi cuello.

—¿Estás seguro? -digo, porque su familia está en el mismo piso y no quiero dar vergüenza.

Quédate conmigo, siempre [Dani Auryn] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora