DAVIDHoy iré a un museo con un amigo que hace mucho tiempo me gustaba incluso podría decirse que me sigue gustando.
-Lo siento te hice esperar.- oí la voz de un chico, alce la vista y era él, su nombre es Roger, fui con él a la primaria y secundaria, nos tuvimos que separar al ingresar a la preparatoria ya que elegimos distintas escuelas.
-Acabo de llegar.
-Ok, vamos?
-Si.
Estuvimos en el museo toda la mañana, en la tarde fuimos a un pequeño restaurante familiar, comimos cosas deliciosas, al terminar me llevo a mi casa en su auto, antes de que me bajara me jalo del brazo quedamos a pocos centímetro de distancia los cuales acortó dándome un beso.
- rnn, rnph.- nos separamos por un poco de aire- quieres pasar a mi casa?.- dije excitado, jadeante, esperando por más.
- claro estaría mas que encantado en ir- Roger bajo del auto y del otro lado de la calle pude notar la presencia de Stephan, no le hice mucho caso al final de cuentas no debería molestarle que salga o que entren otros hombres a mi casa, no somos nada.
Fue la noche más maravillosa de toda mi vida por primera vez pude sentir cariño el sexo no solo placer.
Pasaron diez días de aquello y Stephan estuvo muy distante, casi no hablábamos solo teníamos sexo, hasta hoy, en el aula no dejaba de verme y a la hora de la salida me espero en la puerta principal, caminamos hasta mi casa a mitad de camino tomo mi mano y la mantuvo así hasta llegar, entramos e inmediatamente nos fuimos hasta mi habitación y comenzamos con el acto sexual fue un poco más brusco que de costumbre pero pude aguantarlo.
-Quien era el que trajiste la otra vez?
-Es mi amigo.
-Así que solo era un amigo, eh?
-Si, solo era un amigo
-Entonces te acuestas con todos tus amigos, maldita zorra?
-qué crees que haces hablándome de ese modo, yo no estoy contigo porque quiera solo es porque sé que si no lo estoy me matarás - sólo pude sentir el frío de un metal incrustrandose en mi espalda y el líquido caliente bajar lentamente por mi espalda.
- si no te tengo yo, nadie te tendrá - dijo con la misma mirada que hace tiempo usaba para matar a sus víctimas, pero esta vez note un brillo de tristeza en sus ojos.
Cai desangrandome en el suelo, lo último que recuerdo es a Stephan clavandose la navaja en el pecho.
- Te...e am...mo tanto, siem...pre ser...as mío y s...olo mío - dijo en un susurro con su último suspiro de vida y murió.
Al poco tiempo perdí la conciencia y no desperté nunca más.Le hubiera dicho cuanto lo amaba - ese fue mi último pensamiento.
YOU ARE READING
EL ASESINO Y YO
RomanceTe conocí en circunstancias extrañas pero de igual manera me enamoré de ti, me enamoré de un asesino sin siquiera saberlo.