CAPITULO II

347 26 0
                                    

- Maldita sea, porque tenías que ser un chico?- en sus ojos se percibía ira.

- Lo siento, no quise engañarte- dije sollozando estoy completamente aterrado.

- Si quieres seguir viviendo será mejor que nunca me vuelvas a mentir, es mas de preferencia no te me vuelvas a acercar- dijo con un rostro que hacía notar que hablaba enserio.

- S...sí.

- y ya deja de temblar, pareces un animal que está a punto de morir - me acarició el cabello, su mano se deslizó hasta poder sujetar parte de mi mejilla y de mi nuca, acercó su rostro al mío, yo cerré los ojos, fue entonces cuando oí una leve risa e inmediatamente sentí unos labios devorando los míos al tratar de inhalar un poco de aire Stephan introdujo su lengua, ambos respiramos por una parte por la nariz y otra por la boca, noté unas manos en mi trasero y de mi boca salió un gemido que fue ahogado por los labios del otro chico, su pierna se comenzó a frotar contra mi miembro el cual comenzó a reaccionar causándome una erección, una mano de Stephan se abrió paso entre mi pantalón y bóxer hasta mi falo palpitante demandando atención, comenzó a masajear lentamente y cada vez aumentaba más de velocidad yo por mi parte desabroche su pantalón, lo deslice un poco más abajo de sus glúteos e hice lo mismo con su bóxer dejando al descubierto un enorme pene, juntamos ambas erecciones sin dejar de masturbarlas ni dejar de besarnos como si no hubiera mañana nos corrimos nuestras manos se juntaron, Stephan dio un respingo casi pareciera que apenas se daba cuenta de lo que habíamos hecho rápidamente se subió la ropa y se fue dejándome todo confundido.

Después de eso regrese al salón, él no estaba, todos me miraban pero al poco rato se normalizaron, el día transcurrió sin que él volviera a aparecer, mejor para mí.

EL ASESINO Y YOOnde as histórias ganham vida. Descobre agora