Mi Mejor Error ~Simbar~ #PNovel

Capitulo 24: Hechizado

Simón

— ¡No, basta!– grita Daniela entre risas.

— ¡No puedes escapar del señor Ice Cream!— le respondo poniendo una voz aguda.

Ella vuelve a reír mientras corre y yo le lanzo más helado.

Convivir con mi novia, es el momento que más amo de la vida.

Neta que esos momentos que pasas con la persona que amas, son inolvidables.

— ¡Te tengo!— suelto el tarro de helado para abrazarla por la espalda.

La cargo y la acuesto en su cama.

Ella no para de reír.

— Tu castigo por escapar del reino helado será... ¡Cosquillas!— mis manos se mueven ágilmente en su barriga y costillas mientas ella se retuerce como lindo gusano en la cama.

Después de varios segundos, veo que se está quedando sin aire y paro. Hay pequeñas lágrimas de risa saliendo de sus ojos.

Respira descontroladamente mientras suelta pequeñas risas.

Termina de reírse y se limpia las lágrimas.

— Mira este desorden— dice sentándose en la cama y viendo a su alrededor— Haz destruido mi Reino, señor Ice Cream.— se cruza de brazos y frunce los labios. Haciendo un tierno puchero.

— Oh... Lo siento, Señora Pop Corn. ¿Cómo puedo recompensarla?— digo acercándome a ella.

Ella sonríe inocente mientras suelta una pequeña risa.

Se encoge de hombros sin saber qué responder.

— ¿Qué tal... Con un beso?— pregunto empujándola un poco para que se vuelva a acostar en su cama.

— Pero Señor Ice Cream, el Reino Salado y el Reino Dulce no pueden estar juntos— dice "dramáticamente" poniendo una cara triste, pero luego se ríe un poco.

Somos pésimos actores.

— Pues... — me coloco encima de ella, pero con mis brazos me apoyo para no aplastarla— Somos traviesos, rompamos las reglas— sin dejarla responder, la beso apasionadamente.

El movimiento es lento pero apasionado, ya que siempre extraño besarla. Siempre. Aunque la besé hace como 20 minutos. Pero aún así amo y extraño besarla.

Ella no tarda dos segundos para corresponderme el beso. Coloca sus manos en mi mejillas sosteniendo mi rostro.

Algo así como... Involuntariamente, creo, una de mis manos baja a sus pechos y empiezan a masajeárselos.

Me siento algo extraño. Como si no quisiera hacer eso. Algo que está prohibido en mi. Pero el pensamiento se borra y ahora me siento excitado.

En el medio del beso, va soltando pequeños gemidos que me hacen sonreír. Sigo masajeando su pecho con gusto placentero hasta que algo me interrumpe.

Mi celular.

— "Vibras en mí.
Suelto mi voz.
Música es, solo no estoy
Nacen y siento...