capitulo 4

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No lo podia creer, mi corazon estaba desbocado como si estuviera en una carrera de vida o muerte, mis ojos no podian creer lo que veo, era el. El chico de la discoteca, el que nunca supe como era su nombre.

- Señorita Tamara... señorita...- el pastor me saco de mi pensamiento - aceta usted al señor kenet como su esposo?

Mire al pastor y luego vi entre mis pestañas al hombre confundida de no saber que decir pero no seria mala idea decir si y haci mientras poder conocerle de todos modos tenemos un para siempre en conocernos y darnos una oportunidad de enamorarnos, mire a mi familia que estaban en suspenso por la respuesta que le iba a dar al padre.

- si acepto - dije finalmente y clavando mi mirada en el pastor, y viendo con el rabillo del ojo a mis padres que soltaban un suspiro desde lo mas profundo de su interior.

- muy bien, ahora usted señor kenet, acepta a la señorita tamara como su esposa para amarla, respetarla, en la salud y la enfermedad asta que la muerte los separe? -  dijo final mente el pastor

- acepto - dijo con una voz firme y clara.

- los anillos - pidio el pastor a los niños que los llevaban - que dios bendiga esta union que no la separe el hombre - hizo entrega el anillo a kenet para que me la pusiera primero a mi en mi dedo anular basido sin un anillo de compromiso, y luego llego mi turno, las manos me temblaban, estaba  muy nerviosa por primra vez tocaria su mano aunque ya le habia tocado en la discoteca, logre poner su anillo en su dedo sin  dejarlo caer por mis dedos torpes.

- los declaro marido y mujer - dijo el pastor en voz alta - ya puede besar a la novia - me senti un escalofrio recorer mi columna vertebral que me hizo gemir de golpe.

Kenet se acerco a mi, no tenia que levantar el velo porque yo lo traia colgando debajo el moño, me quito el ramo de flores que llevaba en mis manos y se lo dio a una de las damas para poder tomar mis dos mano y acercarme a el mas de lo que ya estaba solto mi mano izquierda y la paso por mi cintura junto con la otra, yo pose las mias en su brazo, mire sus ojos y estaban brillando de.. ¿felicidad?.. no lo se pero era curioso, yo estaba anciosa por probar sus labios carnosos que me habian dejado con la duda de la ultima vez que lo vi, me a caracio la mejilla con cariño para luego hacerla para atras y besarme apacionadamente.

***

Mi mente no podia sentirse agotada de no poder dijerir todo esto me sentia tan confundida que no podia creer que esto estuviera pasando, todos nos felicitaban en la fiesta y nos deseaban buena suerte y exito en nuestro matrimonio, conoci a sus padres ahora mis suegros, la señora obrayan era una mujer dulce que se sentia feliz de que su hijo se alla casado aunque fuera con una mujer que no conocia y sabia el porque del matrimonio, no dejaba de decirme que hiciera todo lo posible para que funcionaramos como un matrimonio y ahora tener una amistad en la que podamos confiar el uno como del otro, el señor obrayan era un hombre mas serio que no desmostraba si estaba feliz o disgustado, ya le conocere con el tiempo.

En el baile de vals lo bailamos muy bien aunque nunca lo ubieramos practicado este hombre baila de maravilla, como pensarlo si lo hacia perfectamente aquella noche que lo conoci, mmm esa noche fue facinante, partimos el queque juntos, hizimos casi todo lo que se hace en una fiesta de bodas pero casi no nos dirijimos la palabra solo un hola cuando bailamos el vals.

Ya todo estaba terminando y el miedo me consumía no sabía sí tendríamos nuestra primer noche de bodas o sólo dormiriamos, dios este pensamiento me mata y el corazón lo tengo a mil junto con mi respiración no se que hacer.

- Esta lista para irnos, señora Obrayan? - di un respingon al escuchar su voz detrás de mi.

- creo que sí, pero primero tengo que cambiarme - dije entrecortada

Algo inesperadoWhere stories live. Discover now