capitulo 3

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Los días pasaban no veía la hora en que toda esta farsa se acabara, es tan estúpido ver a mi madre entusiasmada por toda esa basura, el maldito teléfono nunca paraba de sonar durante el día, yo ya ni lo tocaba ya sabía de eran el único momento que tenía para poder descansar los oídos y mi cabeza de ese sonido era mientras dormíamos, en el único momento que estuve presente en esos preparativos fue para la puesta del vestido, lo admito era bellísimo no lo voy a negar, pero esto no me hace feliz, se supone que las mujeres que sueñan con esto porque están enamoradas y seguras que es asta que la muerte los separe, pero en mi dichosa vida no era haci.

Ni si-quiera lo conozco y lo peor los malditos votos, como voy a escribir algo de alguien al que no conozco y mucho menos me a dado el anillo de compromiso.

- yo iré a acostarme estoy cansada - le dije a mi madre

- está bien yo haré otras cosa.. - dijo yendo a la cocina

iba a empezar a subir las escaleras pero mi  " padre " sí se le puede llamar haci me detuvo.

- hija quiero decirte algo - se rasco la nuca

- ahora que paso papa? - dije sin animos de querer verle la cara a mi padre

- se que mañana es la boda y... - hizo una larga pausa

- y....?.... - dije deseperada

- se que te dije que conocerias a tu prometido esta noche pero el me acaba de informar que no se va a poder porque tiene una cena de negocios - me di la vuelta para verle la cara

- ya me lo imaginaba... - solte un suspiro - como crees que lo mirare mañana me llevare una cara de imp'resion y de asco al verle.

- no lo creo pero me pidio que te lo dijese y te pidiera disculpas - se encojio de hombros

- da igual de por si es un viejo - decidi volver a mi camino.

Mañana sera mi grandia mis amigas estaran ahi para darme apoyo emocional por la verdad en este momento no lo tengo, al entrar a mi habitacion lo unico que mi vista visualiso fue el vestido de novia, estaba cerca de la ventana colgado.

Era hermoso, como me ubira gustado hacer esto por enamorada eso me haria realmete feliz en mi dia, pero no esto era una desgracia completa, por dicha el dejamos a un lado lo de los votos matrimoniales por que no tenia de donde sacar inspiracion de ese vejestorio.

desidi mejor acostarme a hacer una corta siesta es el unico momento con el que puedo hacer que nada de esto es real.

¨ desperte con un poco de frio, al poder ubicar mi cerebro de donde realmente me encontraba me levante de un escopeton del cesped todo estaba oscuro por el cielo gris, habian paredes de  grandes de arbustos por todos lados, corri para poder encontrar la salida, pero me encontraba en un laberinto y al parecer era enorme, no encontraba la salida, asta que me situe en dos entradas, una se veia realmente oscura, mientras que la otra estaba blanca que como con brillantina plateada.

Decidi entrar al lado blanco, todo el se torno como un un jardin con una corriente que desfila tranquilamente, un caballo blanco estaba en mi espalda oliendome, le vi los ojos y detras de el estaba un hombre alto con el pelo castaño medio largo, ojo azules, musculoso y con traje, yo conocia a ese hombre, el se fue acercando al caballo, le acaricio el pelaje blanco y volvio su mirada a mi, toco mi mejilla con su suaves manos dandole una linda caricia, yo cerre mis ojos para disfrutar de su calidas mano, pero lo que mas me gusto fue que el puso sus labios carnosos en los mios, un beso apasionado era algo mas serio como un amor que siempre estar en cada m omento que se necesita¨

- Hija despierta...- abri mis ojos de golpe

- mama dejame quiero seguir durmiendo - dije dandole la espalda

- no ni loca es hora de levantarse hoy es tu boda - gruñi ante esse tonto comentario

- ok ok - me sente en la cama

- apurate en una hora llegan los estilistas y baja a desayunar - dijo mi madre saliendo de mi habitacion

Pense en ese sueño que habia tenido me tenia totalmente intrigada, toque mis labios recordando ese hermoso beso que me ubiera gustado que fuese real, deje todo eso de lado y me diriji al baño para darme una relajante ducha.

Cuando salí del baño me puse un conjunto de lenseria blanco que mi madre dejó sobre mi cama, me puse una bata para ir a desayunar.

El desayuno fue ligero mi estómago no sentía la satisfacción de poder digerir el poco cereal con yogurt.

A duras fuerzas termine, tocaron el timbre de la casa me imagine que ese debió de ser los tales estilista, yo ya nada más me imaginaba los dolores de cabeza que iba a tener por el peinado y de sólo pensarlo ya me estaba doliendo.

- hija levanta ese trasero de ahí que es tarde - dijo mi madre sacándole de la silla - paul y mauricio ya están aquí.

- ahí mamá esto es ridículo - dije renegando y arrastrando los pie asta las escaleras.

- yo lo se hija pero por favor coopera - dijo rogandome y empujandome.

Subimos juntas a mi habitación y ahí estaban los estilistas, que donde me vieron me agarraron de los brazos y prácticamente me hicieron volar a la silla, empezaron por mi cabello haciendo un hermoso mono con unos pelos guindado y formados en colochos, y cintura casi dos tarros de spray de laca, el maquillaje lo pedí sencillo, pero que no se corriera por el sudor porque de lágrimas jamás.

Los dichosos estilistas se sentaron cansados de trabajar en mi cabellos y cara, mi madre me ayudó con el vestido, del velo se encargo paul, mi madre me regaló un collar de perlas blancas y aretes con el mismo estilos del collar.

Me mire en el espejo parecía unamujer totalmente cambiada como una princesa de cuentos de hadas.

- ya es hora tu padre nos está esperando para irnos - ella entró para verme.

- mamá, por favor - dije con tristeza - aún tengo tiempo de deshacer esto

- lo siento tú padre no me lo va a permitir - me acaricio la mejillas

- está bien vamos - solté un suspiro que asta dolía

****

Las campanas ya comenzaron a sonar ya estaba lista con mi padre al lado para entregarme a mi padre "futuro esposo", las damas de honor comenzaron a salir la última que era Karolina me dio una mirada que decía 'fuerza amiga tú puedes'.

Comenzó a sonar la típica canción de paseo bodas, agarré a mi padre muy fuerte del brazo para no caerme, deje mi mirada en el suelo no quería verle la cara al hombre, tenía miedo de ver a un hombre gordo, canoso y arrugado. Cuando llegamos le vi los pies y sus piernas eran largas, mi padre ya había hecho su parte de entregarme al hombre, se veía joven, deje mi miedo por un lado y lo vi.

Era... por dios...

Algo inesperadoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant