5.6-No quiero vivir por siempre

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Christian:

No. Esto no acabará de esta forma. No me rendiré. No ahora.

Entonces, sin pensar, mis pies se mueven como si tuvieran vida propia y me dirijo tras ella. La adrenalina nubla miles de pensamientos coherentes y la imagen de Anastasia se palpa en mi ser.

-¡maldita sea Anastasia!- ella se detuvo y volteo bruscamente con lagrimas en sus ojos. Estaba llorando. Eso solo significa que aún siente algo por mi. Lo se. No me lo puede negar como yo tampoco puedo negar que llevo por dentro:-Ana...tus labios me hacen soñar, tus ojos me hacen volar, tu cuerpo me hace fantasear y toda tú me hace amar, algo que provoca que mi corazón siempre termine entre tus manos- susurro y poco a poco me acerco a ella, mientras que me observa inmovil.

Anastasia:

Sus palabras hacen meollo en mi, un agujero sin fondo, perdida y desconsalada. No se que pensar o que decir, no imagine por un segundo que me seguiría. Y la verdad ya no puedo más, no tengo las fuerzas suficientes para evitarlo. Ya no puedo ocultar que sigó sintiendo lo que hace años comenzó entre nosotros.

Mi mano inconcientemente traza un camino en su brazo izquierdo hasta alcanzar su hombro y sentir su barba incipiente.

-entonces bésame con el atrevimiento de no saber si es lo correcto.

-es lo correcto- mi vista se empaña y sentí un calambre en mi vientre. Christian suspiró a centimetros de mi boca. Sus labios palparon los mios y deje de respirar, cerré los ojos en una auto reacción.

-miráme a los ojos, es donde se esconden mis demonios. Aquellos que torturán mi vida, una vida sin ti-su beso se profundizo y abri mi boca empalandome con su sabor, su lengua jugueteó con mis labios y succiono para terminar con un mordisco de mi labio inferior y un chupetón en mi barbilla.

Hace tiempo que no me besaban asi, ningún hombre me ha hecho sentir como él. Me hace volar lejos de la realidad, una magia inquietante al principio pero termino siendo amor. Lo que ambos intentamos evitar.

-estaba perdida sin ti

-yo lo estaba sin ti- toma firmemente mi rostro y deposita un beso en mi frente.

-no me vuelvas a dejar. Una vez más yo...-me interrumpe y lo que estaba a punto de decir se me olvida cuando me obligó a recostarme en el hueco de su cuello.

-Te lo juro por nuestro pequeño.

Nuestro Theodore. ¡Un segundo! Tengo que...

-Christian- trago saliva

-dime

-Teddy...los medico dice que encontraron señales de cáncer.

Abre los ojos tratando de asimilar lo que le he dicho y como nuestra ¿reconciliación? Sedia a segundo plano.

-ese era tú mayor temor, ¿No es cierto?-no se atrevé a decir nada y solo se amerita ha asentir.

-el osteosarcoma puede ser heredable. Tener hijos sería un paso en ciego para mi asi como el temor de ser un mal padre y el hecho de ser el causante de...-le corte y fruncí el ceño.

-no digas más-realiza un suspiro de frustración- a pesar de lo que paso estos tres años eres un increible padre. Lo se, veo la emoción en tus ojos, ese anhelo y el amor que no dudas en demostrarle. Deja de culparte por el pasado. ¿recuerdas?, eso me lo enseñaste. No eres el unico con inseguridades, yo me sentí igual cuando Teddy llegó a mi vida, me volví más fuerte que nunca y no me detendré hasta que este a salvo- hablé y unos minutos despúes creo que lo comprendio. Este suspiro más tranquilo y decidí llamar a Ezra, quien se encontraba con Mía y Elliot. Asegurando que los tres llegarian para cuidar de Theodore esta noche.

Prisionero entre las Sombras ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora