4.6-Perdoname, pero te casaras conmigo

2.1K 244 14
                                    

-mi adorada Ana...-dijo Ray casi sollozando.

-Anastasia yo te...-avance con paso rapido hasta alcanzarla recibiendo una abofetada y un gesto negante, sollozante, de odio. Un odio que hizo que mis palabras se atoraran en mi garganta.

-¿como pudiste ocultarme algo asi?- nego con la cabeza trantando de comprender porque habia callado.

-no tenia elección.

Apreto la mandibula y su hermosa dentadura trastibillo, evitando caer ante los impulsos de volverme abofetear.

-"no tenias elección"-repitio con tono burlon.-eres un egoista. Los dos lo son...-observo a su padre y no pudo evitar llorar más de lo que su cuerpo podia soportar desmayandose sobre mis brazos.

Mi madre llegó agitada, me abrio la puerta para salir con Ana en brazos, subimos a la habitación y rapidamente coloque su cuerpo en la cama culpandome de este desastre. Estaba fria, palida, no reaccionaba. No podia dejarla sola, pero Grace me suplicó salir y con Ezra la revisaron mientras que yo salia de la habitacion con impotencia y rabia que desbordaba como humo saliendo de mis orejas. ¿Me siguio? ¿Como supo donde encontrarme? ¡Maldición! Esto no debia pasar, se que se iba a enterar algún dia, pero no tan pronto. No ahora, no ahora.

Realmente soy egoista.

-¿como esta?-Ray aparecio y traba de hallarle sentido a su pregunta, estaba tan encimismado y enojado conmigo mismo que me costaba tragar saliva. Me volveria loco de solo pensar que no me volveria hablar, que me impondria no volverla a ver.

-Grace y Ezra la revisan aún.

Ray asintio preocupado.

-de pequeña se desmayaba cuando algo terriblemente le asustaba, el medico aseguraba que es la forma en que su cerebro se adapto ante condiciones extremas. Cuando supe lo que Simon le hizo en mi ausensia pense que ella no lo soportaria y al verla de pie con sus ojos en mi supe que se convirtio en una gran mujer.-sonrio cabizbajo y atraveso la puerta de la habitación que comparto con Ana-mi hija te necesita. Conozco sus rabietas...solo aguanta-me guiño el ojo antes de entrar y cerro la puerta tras de si.

Se a lo que se refiere, conozco bien a que extremo la rabia de Ana puede llegar, me lo ha demostrado y la inquietud me va a hostigar hasta que ella despierte y vea el mundo de un color distinto, como nunca volvera a ser.

****

Han pasado cuatro largas horas. Grace viene cada ciertos minutos a revisarla, Ezra vigila desde la habitacion de a lado y Ray se fue a descansar desde hace dos horas aunque dudo que pueda dormir sabiendo que su hija esta cerca de él. Y yo, yo...sigo pegado a ella como una goma de mascar, alternando miles de pensamientos en torno a cuando despierte.

Viendola en la cama, inmovil. Me aterra perderla. Sujeto su mano y la atraigo a nivel de mis labios, al estar en contacto con su piel se eriza la mía ¿Como puede hacerme sentir asi con un solo toque de su piel?

Soy capaz de decirle algo que nunca le he dicho a una mujer, porque nunca me habia pasado nada igual con otra. Unica en un millón, capaz de sanarme, capaz de conocer mis mayores temores y mis mayores equivocaciones. Capaz de decirle cuanto la amo, que amo el mundo que le rodea, amo el mundo que se encuentra dentro de ella, que amo la simplicidad con la que dice la palabra "siempre" siendo una palabra de gran peso, que en ella tambien me amo a mi mismo y siempre estaré dispuesto a todo por ella.

Parece lo más cursi que he pensado pero hay cosas peor de cursi en mi cabeza, parezco en este momento sacado de una telenovela. No puedo evitar reir por las vacilaciones que tengo conmigo mismo.

-¿De que te ries?-su voz suena ronca y apagada pero, lo suficiente para alejar mis pensamientos y apretar mis dedos contra sus nudillos.

-de lo raro que se siente amar a una chica extraña llamada Anastasia- se le escapa una sonrisa ante mi comentario y la borra al instante cuando me ve sonreir con ella alejando su mano de mi contacto.

Prisionero entre las Sombras ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora