DESTINOS III

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Capítulo III


El túnel se abría poco a poco gracias a la señora Yang Ming, Iroh iluminaba con su fuego.

- Hay algo que me gustaría saber – habló Iroh - ¿Cómo fue que mi sobrino lo encontró a usted avatar?

Aang lo miró por un momento.

- La verdad no se como lo hiso. Lo único que recuerdo que es me encontraba en medio de una tormenta, creo que caí al mar... cuando desperté Zuko ya estaba ahí.

·

Estaba hambriento, cansado y sobre todo ¡POR AGNI QUE PUTO FRIO TENÍA! Había estado pescando en hielo desde hace una hora y los malditos peces no parecían cooperar. Miró el desolado páramo, tenía que darle algo de crédito, si alguien estaba buscando refugio de la guerra o al menos un escondite, el polo sur parecía ser un lugar apropiado. Tal vez solo por eso seguía ahí, buscando a su madre, desde hace dos días que había llegado al continente congelado pero no encontraba nada y estaba pensando seriamente si debería adentrarse mas, hacia los territorios de la Tribu Agua... su atención se fijó en su caña de pescar que comenzó a moverse ¡Perfecto al fin picaba uno! después de varios días de comer finalmente probaría algo de carne, aunque sea pescado. Con fuerza y un poco de batalla logro sacar un pez de muy buen tamaño, sorpresivamente un pingüino nutria saltó por el hueco que había echo en el hielo llevándose su cena.

Y ahí su paciencia se fue al demonio.

Con un grito de frustración dejo salir llamas de sus manos, exhalaba vapor y estaba seguro que el hielo bajo sus pies se caldeaba. Se quitó los guantes y tirándolos sin cuidado decidió desquitarse con todo. Sus llamas salían feroces y golpeaba el hielo sin piedad. Había pasado mucho tiempo desde que había echo uso de su fuego control que le resultó liberador dejar salir todo su enojo y rabia de esa manera.

- ¡ESTUPIDO FRIO! – la furiosa llama salió de sus manos.

- ¡ESTUPIDA NUTRIA PINGÜINO! – una patada con dos ataques de fuego golpeó el hielo.

- ¡ESTUPIDO POLO SUR Y SU ESTUPIDO CLIMA! – más llamas salían de su cuerpo.

- ¡ESTUPIDO PADRE! ¡ESTUPIDA NACION DEL FUEGO!

Con un último impulso se elevó por lo aires, haciendo arder su puño en llamas golpeó el hielo con gran fuerza que estaba seguro que lo había agrietado. Después de eso se dejo caer agitado. Se sentía un poco mejor después de haber dejado salir todo eso. De repente un crujido se escuchó, levantándose pudo ver como el hielo se cuarteaba abriéndose peligrosamente. Comenzó a correr, el agua salía a presión por las nuevas grietas mientras el hielo se separaba. Temblaba y hacía un gran esfuerzo en no resbalar. Un movimiento demasiado fuerte lo hiso caer, sacando una de sus espadas la clavó en el hielo y se aferro a ella mientras el sismo pasaba. Observó la grieta abrirse hasta llegar a la montaña congelada, se escuchó un crujido muy fuerte como una explosión seguido de un resplandor, una columna de luz se elevaba por el cielo, miró asombrado lo que pasaba, tan rápido como sucedió se detuvo y cuando se disipó la luz se levantó para ver que rayos había sido eso.

En un capullo de hielo encontró a un niño.

Sus ojos se abrieron. Aang sentía que había dormido por un largo tiempo pero su cuerpo se sentía cansado y tenía mucho frio. Un par de ojos dorados y una fea cicatriz fue lo primero que vio.

- ¿Estás bien? – le hablo el joven que tenía enfrente.

- Si... – se inclino colocando la mano en su cabeza - ¿Qué paso?

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