DESTINOS IV

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                                                                                Capítulo IV



Llegaron al Reino Tierra mas rápido de lo que Zuko hubiese imaginado. Toda la noche la maestra agua estuvo haciendo avanzar el bote a una velocidad asombrosa, poco antes del amanecer arribaron a tierra firme. Descansaron por un par de horas y después iniciaron el viaje al templo.

- ¿Qué tan lejos está? – habían dejado las armaduras atrás. Resultaba mas cómodo caminar sin ellas, solo que Katara tenía el problema de que su ropa le quedaba grande al igual que las botas y para todo el tiempo que llevaban caminando le estaban causando estragos a sus pies.

- Para el medio día llegaremos al pie de la montaña.

Cuando había iniciado la búsqueda de su madre, los templos aire fueron una de sus opciones donde pudiera haberse refugiado. Visitó el templo del este años atrás. Escuchó un quejido por parte de su compañera de viaje.

- ¿No estas acostumbrada a largas caminatas?

- Lo estoy, su tío me hace viajar a otras ciudades del Reino Tierra a conseguir hojas de té. A lo que no estoy acostumbrada es a estas horribles botas.

Zuko le echo una mirada, había atado sus pantalones con dos vueltas para que no se le cayeran, la camisa era dos tallas mas grande, la ropa la hacía ver mas pequeña de lo que era. Se sentía intrigado por la maestra agua. Le había dicho que su padre era un ciudadano de la Nación del Fuego y que había nacido ahí.

- ¿Cómo es que terminaste con mi tío? ¿Tuviste que huir de la Nación del Fuego?

Ella lo miró por un momento, tal vez suponía que una vez que le hubiese revelado su origen le haría preguntas al respecto - Sí, mi padre me envió a él cuando se dio cuenta que podían descubrir que era una maestra agua. No tenía idea de quien era su tío, en verdad. Todo el tiempo pensé que era solo un miembro de... – dudó por un momento.

- La Orden del Loto Blanco – terminó de completar, ahora estaba mas intrigado – Sé quienes son ¿Tu padre es un miembro?

- Lo es.

- ¿Y se encuentra bien? El mestizaje esta prohibido en la Nación del Fuego, si descubren que tuvo una hija mestiza podría ser peligroso para él y para tu madre... ¡Tu madre es una maestra agua! – no pudo evitar el tono de pánico.

Ella le sonrió y de manera calmada explicó – Mi madre falleció cuando yo tenía siete años, y respecto a mi padre, yo no me preocuparía por él. Nadie sabe que tiene una hija, fue mi propia culpa que tuviese que huir.

Eso lo calmó, diablos, se había preocupado enormemente. Una parte de él se preguntó que pensaría su padre de saber que tuvo dos maestros agua bajo sus narices sin darse cuenta.

- Yo también perdí a mi madre – simplemente declaró, sentía que no era justo que solo ella confesara tanto respecto a su vida, además, dadas las circunstancias podía confiar.

- ¿La Señora del Fuego?

- Sí, no – lo miró confundida - Nunca fue coronada – aclaró – Ella, simplemente desapareció una noche.

Sentía la mirada azul sobre él, había pasado tiempo desde la última vez que habló de eso.

- Usted... ¿La está buscando?

La pregunta lo impresionó, no esperaba que lo dedujera.

- Dijo "desapareció", no "murió" – trató de explicarse – Si yo supiera que mi madre esta desaparecida la buscaría por todo el mundo hasta encontrarla.

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