DESTINOS

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Capítulo I

¡Maldición!

Una flecha había rozado su costado, lo había alcanzado pero era mas que un roce, el ardor y humedad en esa parte le confirmaba que tenía un corte. Aun así no detuvo su marcha. Seguía corriendo por el bosque atravesando arbustos y ramas que en mas de una ocasión le habían causado arañazos a través de la delgada tela negra que consistía su uniforme, tenía suerte de llevar la máscara pues de lo contrario su rostro también hubiese sufrido de pequeñas cortaduras. Podía sentir las flechas rozando su cuerpo cada vez que decidía cambiar de dirección abruptamente y evitar que dieran en el blanco. Tenía que admitirlo, su determinación, fuerza y entrenamiento se ponía a prueba en todas estas ocasiones. Ya antes había escapado de los soldados de la Nación del Fuego y siempre había salido impune; burlándose desde sus adentros que nunca podrían atraparlo porque sabía que estaba por encima de todos ellos. Hasta ahora...

Realmente había sido una muy mala idea adentrarse a aquella fortaleza. Pero ¿Qué otra opción le quedaba? Se estaban quedando bajos de suministros y los necesitaban para su viaje, además ellos tenían de sobra ¿Qué mas daba que les robara un poco de carne, fruta y dinero? El problema cayó en que no se detuvo solo en eso, una vez que obtuvo lo que quiso y después de haber escondido su botín en un lugar seguro en el bosque, se atrevió a regresar esa misma noche. Entrar y salir sin ser descubierto en su primer viaje había sido un gran éxito y su confianza lo hiso creer que podía hacer lo mismo de nuevo, pero en esta ocasión el no iba por alimentos, iba por información. Saber los planes de la nación del fuego se convirtió en algo fundamental; estar al tanto de sus movimientos, planes y otras cosas le daría la ventaja, y solo por eso se atrevió a hacer el viaje dos veces. Y el riesgo había valido la pena.

Todo iba bien hasta que un suceso inesperado lo delató, no hace falta decir lo que paso después; ahora se encontraba así, corriendo por su vida a través del bosque evitando la mortal puntería de los arqueros Yu Yang, ya había escuchado de ellos, pero rayos, no pensó que fueran peor que un enjambre de abejas siguiendo al intruso que se atrevió a molestarla colmena ¡No podía quitárselos de encima! Y lo peor de todo es que no podía huir a su campamento, primero tenía que quitárselos de encima. Enfrentarlos a la distancia no era posible, ellos le tenían la ventaja, pero de cerca, su preciosa precisión con el arco se perdía, el era mucho mas veloz en una lucha cuerpo a cuerpo y con sus espadas era invencible, solo tenía que encontrar la oportunidad de acercarlos mas a él sin que su vida estuviera en peligro de sus flechas. Mientras corría vio algo que lo hiso sonreír. La idea se formó en su mente y la llevó acabo.

El líder de los arqueros detuvo su paso. Los otros seis que lo seguían se detuvieron a su costados observando lo que su líder veía. Frente a ellos había un lago. La obscuridad de la noche hacia difícil ver o seguir el rastro del que perseguían, sabían que ese había sido el rumbo que tomó pero aun así se mantuvieron cautivos. La superficie del lago se mantenía quieta; los troncos de árboles y grandes rocas que había dentro les indicaban que no era muy profundo. Con cautela se adentraron, se movían con sutileza causando el menor movimiento de agua posible.

Un ruido proveniente del bosque al otro lado del lago hiso que uno de los arqueros disparara su flecha hacía aquel lugar lo que provoco que una parvada de pájaros saliera volando. En ese momento bajaron la guardia y el que se escondía bajo las aguas salió. Con sus espadas atacó al primer arquero que tenia cerca, los demás reaccionaron enviando sus flechas a su objetivo pero el enmascarado usó al arquero como escudo humano haciendo que las flechas se insertaran en él. Lanzó una de sus espadas a otro de los arqueros quedando atravesada en su pecho y sin perder mas tiempo avanzo hacia los otros. Su teoría hacia sido correcta, los arqueros a distancia eran mortales, pero de cerca en un combate cuerpo a cuerpo no eran dignos rivales para él.

DESTINOSWhere stories live. Discover now