A Sky Full Of Stars:

Pesadillas:

— Tengo miedo Spock... 

Jadeo el rubio con sus ojos azules, usualmente brillantes y llenos de vida como las estrellas por las que la Enterprise surcaba, vibrantes y llenos de expresion ahora apagados por la radiación, de lleno a los del vulcano, y en ese momento Spock pensó que Jim estaba mirando directamente dentro de su katra, su alma, jamás le había oído decir esas palabras ni siquiera contra Nerón, nunca le había visto tener miedo, ni siquiera en esa ocasión en el puente, oh como se arrepentía ahora de ello. 

—Ayúdame a no temer...  

Gimió el otro con lágrimas corriendo por sus mejillas, lagrimas que nunca antes le había visto el vulcano, lagrimas que le estaban destruyendo por dentro. 

—¿Cómo escoge no sentir? 

El vulcano frunció el entrecejo intentando con toda su fuerza retener las lágrimas, lagrimas que ni siquiera cuando su madre muriera fuera capaz de llorar, ahora notaba como este humano tan arrogante, impulsivo y absolutamente brillante le había cautivado en apenas unos meses, no fue capaz de darle una respuesta y negó gravemente con la cabeza. 

— No lo sé... Y en este momento estoy fallando... 

Jim le miro por un momento asombrado pero no cabía en él la fuerza para dicha emoción de momento por lo que la soltó, jadeo nuevamente, era notorio para el vulcano el como el rubio luchaba por respirar, por mantenerse despierto, una batalla que estaba perdiendo de forma lenta y agónica. 

— Quiero que sepas por que no te deje morir... 

El vulcano no podía creerlo... Jim le estaba dando un último regalo con lo poco que tenia de fuerzas.

—Por qué volví por ti... 

Miles de respuestas flotaron a la mente del vulcano cual una fuerte cascada y aun así, la más simple prevaleció.

— Porque eres mi amigo... 

¡T'hy'la! ¿¡Por qué no pudo verlo antes!? Una lagrima escapo de sus ojos y rodó por su mejilla pero el vulcano no hizo ademan de detenerla, el rubio coloco su mano contra el cristal y el vulcano ya sin controlar sus emociones no detuvo el impulso de hacer lo mismo, solamente que en el saludo de su raza, el aun joven capitán imito el gesto, el pelinegro no pudo evitar mirar la forma en que sus manos se encontraban cual un espejo contra la otra, para después volver su vista al rubio quien también parecía hipnotizado ante el gesto.

 sus ojos volvieron al rostro del vulcano, quien le miraba notoriamente desesperado, Jim le sonrió y Spock podía sentir algo dentro de él haciéndose pedazos de una forma dolorosa, finalmente los ojos del rubio se apartaron de su rostro, su mirar se tornó vidrioso y desenfocado, en una última exhalación audible el capitán dejo la vida y su mano cayo del cristal de aquella maldita puerta de aluminio reforzada que les separaba, fue en ese momento que el mundo de Spock se hizo pedazos por completo, sentía como si algo dentro de él hubiera sido arrancado a la fuerza antes de que lograse nacer y florecer de forma hermosa, todo frente a su vista se tornó rojo mientras un sentimiento de rabia que jamás había experimentado antes en su vida le subía al pecho y lo presionaba con tal fuerza que sentía estaba a punto de estallar ante la rabia, de sus labios como de su katra salió el nombre del responsable de arrancarle a su T'hy'la. 

—¡¡¡KHAN!!!

Spock despertó de un sobresalto en la cama de su departamento, le tomo un minuto entero recordar lo que había pasado el día anterior, la agónica espera, las heridas sanadas, la visita con Jim, su capitán se veía extremadamente frágil en su inconsciencia y dicho le aterraba, la incómoda charla con Nyota quien le pedía quedarse en su departamento, pero él se negó, necesitaba meditar, el largo y tedioso camino desde el hospital de la Flota hasta su departamento a través de la ciudad aun en ruinas por la caída de la Vengueance, todo aquello... Desatado por el simple deseo de guerra de un hombre, no dejaba de sorprenderle la capacidad destructiva que tenían algunos humanos, cierta parte de el no culpaba a Khan de su accionar, sin embargo la otra parte, esa parte egoísta y aun sumamente herida de ver morir al rubio en aquella habitación a bordo de la Enterprise, lo culpaba de todo y aun anhelaba arrancarle la vida, había suprimido dicho sentimiento y al llegar a su departamento en realidad nunca tuvo oportunidad de realizar su meditación ya que tan pronto tomo asiento en su cama cayo dormido aun con el uniforme azul puesto, era la primera vez que experimentaba una pesadilla en su vida, y su única explicación para dicho era el hecho de que su inconsciente aun estaba herido por la muerte de su capitán, "A un alto costo" ¿Habia pasado por esto su contra parte? Fue en ese momento en que lo pensó, quizás podría volver a tener control de sus emociones si solamente podía hablar con su otro yo, desahogarse como decían los humanos, se dio una ducha caliente y tomando algo de ropa cómoda encendió su intercomn y envió la llamada a años luz de distancia.