07.

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— Bésame, bebé. — Dijo Namjoon encima del cuerpo de Jin mientras le abría las piernas para encajarse entre ellas.

— No me he cepillado los dientes, Nam. — Susurró Jin mientras pestañeaba varias veces por el repentino despertar que le había otorgado Namjoon. Éste rodó los ojos y acercó ambos rostros besando los labios ajenos. Jin intentó pegarse más a la almohada para alejarse de Namjoon que le estaba quitando el aire por completo.

— ¡Namjoon! — Gritó el mayor en sus labios haciendo que se separase. — Me estabas ahogando, imbécil.

— Oh, vamos Kim SeokJin, ¿quieres que Daddy te enseñe modales? — Susurró en el oído del  enojado.

Jin abrió la boca y sus cejas casi se juntaron por el gran enojo que le calentó más que tener a Namjoon en boxer pegando el paquete a su culo.

— ¿¡Tú, quieres morir?! — La nariz de Jin se arrugó y su dedo índice empezó a golpear la frente del menor. Quien asustado rodó a su lado quejándose de los pequeños golpes. — ¡Soy mayor que tú!

— ¿Papá? — Se escuchó una pequeña voz desde el otro lado de la habitación, la pareja giraron la cabeza para mirar a su pequeño Jungkook mirándolos asustado. Jin corriendo se tapó por completo con el edredón ya que estaba desnudo y Namjoon se puso el pantalón de pijama como pudo en la cama. — Tengo hambre.

— Jungkook, tienes que llamar a la puerta cuando quieras entrar. — Dijo el papá levantándose y buscando la camiseta.

— Llamé dos veces...

— Pues llama más fuerte.

— ¡Namjoon! — Gritó Jin desde debajo todas las capas de manta. — Deja de quejarte cuando la culpa es tuya por estar sordo.

La cabeza del mayor se asomó apuntando con un dedo a su esposo. 

— Jungkook, ve con papá. Hoy hace el desayuno él. — Jin golpeó el trasero de Namjoon para que saliera detrás de Jungkook. Por fin, paz. Pensó Jin cuando se quedó completamente solo en la habitación, cerró los ojos uniéndose con sus pensamientos.

Hoy, su familia y el pequeño Yoongi irían a un parque de atracciones ya que después de tanto tiempo sin tener tiempo para su pequeño quería pasarlo en familia hasta el último segundo del día.

Se levantó estirando sus brazos mientras abría la boca lo máximo posible. Abrió los ojos con sorpresa cuando escuchó la aguda voz de Jungkook gritar fuego y luego un completo silencio. Que aburrida sería mi vida sin ellos, pensó mientras se levanta y preparaba su mente para ver la desastrosa cocina.

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— Mamá, tenemos que recoger a Jimin. — Dijo Kookie desde atrás del asiento dando pequeños saltos en su sillita del coche.

— ¿Por qué tiene que venir el enano? — Murmuró Yoongi mirando por la ventana. Jin se puso el cinturón mientras escuchaba discutir a los más pequeños.

— ¡Mide como tú, hyung!

— ¡Mentira, es porque su cabeza es más larga!

— ¡Deja de insultar a hyung!

— ¡No le llames hyung! ¡Sólo dímelo a mí!

— ¡No!

— ¡Si!

— ¡Te odio!

Y así, como pudieron los dos más pequeños giraron sus espaldas arrugando sus narices.

— Ya, arranca cariño. — Dijo Namjoon cuando se sentó en el asiento del copiloto y poniéndose el cinturón. Jin asintió y emprendió rumbo a la casa de Jimin. Nunca había conocido a los padres de ese pequeñajo que tenía a su bebé tan alocado. Lo único que sabía es por lo poco que había hablado con Namjoon .

Después de unos minutos, Namjoon le avisó que era cerca. Aparcó lo más cerca que pudo ya que era una zona bastante transitada.

— Chicos, no quiero que os bajéis del coche. — Dijo Namjoon quitándose el cinturón. — Vamos a recoger a Jimin.

Señaló la casa que tenían en frente de ellos. Yoongi bufó y Jungkook respondió animado un sí. Jin y Namjoon salieron del coche yendo hacia la puerta de aquella casa blanca, con una sonrisa en sus labios. Una vez que llegaron a la puerta, se quedaron quietos mientras respiraban profundamente.

— Llama tú. — Jin insistió dando un golpe a el brazo de su esposo.

— Vale, pero tú hablas. — Susurró el otro, Jin rodó los ojos y asintió conforme.

Namjoon golpeó tres veces el timbre con sus dedos. El sonido retumbó por toda la casa y jardín, después de unos segundos la puerta se abrió mostrando el rostro de un joven bastante atractivo.

— ¿Kim SeokJin? — Señaló al nombrado con su dedo. Ken sonrió mientras fue corriendo a abrazarlo dando pequeños saltitos. — ¡No me llamaste!

— Y-yo ven-go a-a b... — Jin estaba bastante nervioso, no sólo por tener tan cerca el cuerpo de Ken si no porque su esposo estaba mirando la escena con una ceja levantada.

— Ya que mi esposo no puede hablar, me presento. Soy Kim Namjoon, el marido de Kim SeokJin. Un placer. — Namjoon habló inclinando su tronco.

— Wow, n-no sabía que estabas casado. — Ken miró al suelo rascando su nuca y dando un leve paso hacia detrás.

— Sí, yo venía a buscar a Jimin. — El más mayor habló por fin, con más confianza al notar que Namjoon no estaba actuando irrespetuoso.

— Oh, claro. Mis padres no están en casa pero, yo..¡Voy a buscar a mi hermano! — Y tan pronto como lo dijo desapareció. Esto no podía estar pasando, no quería encontrarme con él y, seguramente, tenga que verlo más de una vez.  Pensó Jin suspirando.

— ¡Jungkookie! — Gritó una pequeña y aguda voz corriendo hacia ellos.

— Hola, Jimin. Somos los padres de Jungkookie, encantado de conocerte. — Se agachó Jin sonriendo. Ese pequeño le parecía un ser tan angelical.

— ¡Oh, yo soy el Oppa de Jungkook! ¡Encantado! — Se inclinó exageradamente, mientras Namjoon reía con Jin.

— Bueno, nosotros nos vamos. — Dijo Jin sonriendo a Ken. — A las 6, lo traeremos de vuelta.

— Sí, claro. — Ken no despegó la mirada de Jin, éste se giró cuando vio que Namjoon y el pequeño iban por delante. Se detuvo en mitad del camino cuando una mano agarró con fuerza su brazo dándole la vuelta. Jin miró confuso al rubio, luego a su brazo retenido y volvió a él. — Llámame.

Jin tragó saliva y, poco a poco, quitó la mano del menor de su brazo. Volviendo al coche, donde los tres pequeños estaban cantando una canción de Super Junior y Namjoon esperando.

— ¿De qué conoces al hermano de Jimin? — Preguntó Namjoon. Jin apretó el volante conduciendo.

— Trabaja en el bar, donde Hoseok, Tae y yo vamos a desayunar.

— Es raro. — El menor paseó su mano por la rodilla del mayor, sonriendo.

Jin aguantó las lágrimas que querían salir y todos los malos sentimientos que afloraban en él. No entendía porqué se sentía tan mal, si no había hecho nada malo. O eso él creía.


Lo siento por no publicar, pero, la verdad, no tengo excusa. La vagueza llegó a mi cuando acabé los exámenes y luego llegó la Navidad, que la he pasado en la calle.

Pero, ya empieza la rutina y quiero seguir escribiendo, intentaré subir más a menudo. Lo prometo.

Ah, quería preguntar. ¿Os gustaría que subiera un especial Vhope? Lo he estado pensando pero no sé si dejarlo para el final.

FAMILY KIM •NamJin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora