≪ Me enamoré de ti ≫ ( Komahina)

6

Lamentablemente, al día siguiente me fue imposible entablar alguna conversación coherente con cualquiera.

Estaba consciente aún, pero todo lo que trataba de decir era distorsionado al salir de mi boca. Un par de torpes diálogos con Saionji que bien pudieron ser "Buenos días Saionji-san, ¿Qué tal amaneciste?" tornados en una fría y cruel mentira como "Hola, Saionji-san, me pareció haber visto a Koizumi-san en el teatro por la mañana. Creo que te estaba buscando."

Todos mis pensamientos eran oídos por los demás como sucias mentiras sin sentido. Además, como si fuera poco, sentía un punzante dolor en mi cabeza y un fuerte ardor en la frente. Al principio pensé que era sólo mi imaginación, ya que los dolores de cabeza solían atormentarme luego de pensar mucho sobre algo, pero cada vez se volvió más molesto.

Fue algo así como una lucha interna que me fue debilitando poco a poco.

Sentí el roce de los dedos de alguien contra mi frente. Las yemas de sus dedos se sienten frías, e incluso llegan a relajarme por un segundo, sospecho que es Hinata-kun. Aun así, el frío se aleja rápidamente, a causa de la transferencia de calor entre mi piel y la suya.

ー Lo que me temía... fiebre intensa, al igual que Mioda y Owari.ー Oigo a lo lejos, ya no logro ver bien, todo está oscuro y borroso.

Algo comienza a retorcerse en mi estómago, siento unas náuseas horribles. Sudor frío recorre mi espalda y pequeños temblores se apoderan de mi cuerpo. Disparo palabras sin sentido. Síntomas que cada vez son más potentes y finalmente me llevan al colapso.

Si antes lo que se retorcían eran mis entrañas, ahora soy yo. Mi capacidad de moverme comienza a desvanecerse. Puedo oír gritos de pánico, llanto...y...

Pierdo el conocimiento, por quién sabe cuánto tiempo.

***

Me siento del asco. Siento como si acabara de despertar de un coma.

Ah, sí. Por un momento olvidé que estaba inconsciente.

Miro a mi alrededor, tal parece ser que estoy en el hospital. Tsumiki está frente a mí. Se le nota el cansancio en el rostro, si me fijo atentamente se ven unas pequeñas ojeras que apenas están apareciendo bajo sus ojos. Aún así, al hacer contacto visual con ella, se le prende una chispa en su interior y emocionada sale corriendo de la habitación. Así que se tomó la molestia de tratarme, que lindo gesto de su parte. Cuidar de basura como yo... bueno, no es como si debiera sentirme especial de todos modos, sólo está haciendo su trabajo, y vaya que le hace honor a su talento.

Mis piernas están entumecidas, siento ese molesto y típico hormigueo, necesito moverme un poco. Me las arreglo para salir de la cama y ponerme en pie. ¿Realmente estoy mejor?

No. Aún siento que mi piel arde, sólo recuperé el conocimiento, pero dudo que pueda controlar mucho mis acciones con los demás. Apenas puedo mantenerme en pie, me tambaleo con facilidad.

Este lugar tiene aires de tristeza, es solitario y algo lúgubre también. Es como yo. No le llamaría acogedor, pero para mí está bien. No es tan desagradable después de todo. Incluso llega a ser disfrutable el fuerte olor a medicina y el silencio que invade la habitación.

ー Komaeda-san... ¿M-Me oyes? ー oigo la suave voz de Tsumiki, casi como un susurro.ー Hinata-san vino a verte...

Hinata-kun. Esa persona que me saca de mi mundo, que me hace olvidar cuán despreciable soy. Con quién desearía pasar el resto de mi vida. Tan sólo escuchar su nombre invade mi existencia con alegría, con euforia, con felicidad, con amor. ¿Cómo es posible que una sola persona pueda hacer que mi corazón se acelere y tranquilice a la vez? Es algo que hasta el día de hoy no logro comprender.